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    UNA GUERRA GLOBAL
     
     
     

    la segunda guerra mundial al completo, historia del conflicto que cambió el mundo

     
     

    l mundo cambió tras la Segunda Guerra Mundial, un conflicto complejo que modificaría el planeta. Repasamos su desarrollo, las batallas más importantes, los bandos que lucharon en ella, los personajes históricos que tomaron las decisiones más trascendentales, el papel que jugó España, las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki... Descubre todos los detalles de la guerra decisiva en el siglo XX.

    Icónica foto de Joe Rosental de militares estadounidenses coronando la cima de Iwo Jima.

    Foto: PD
       
     
    J. M. Sadurní

    Colaborador

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    EL ORIGEN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

    sin lugar a dudas, la Segunda Guerra Mundial ha sido el conflicto armado más devastador de la historia de la humanidad. Las pérdidas en vidas fueron tremendas. Se calcula que entre 55 y 60 millones de personas murieron durante los seis años que duraron los enfrentamientos armados que se extendieron por todo el mundo, desde Europa hasta Asia y desde África hasta Oceanía. Sin embargo, para entender los orígenes de la Segunda Guerra Mundial debemos retroceder a finales de la Primera Guerra Mundial, también conocida como Gran Guerra, que culminó con la firma del Tratado de Versalles el 28 de junio de 1919 (a pesar de que el armisticio había sido firmado meses antes, el 11 de noviembre de 1918, para poner fin a las hostilidades en el campo de batalla). Este hecho sería, al menos en parte, el detonante de los acontecimientos que se desarrollaron durante los años siguientes y que acabarían por llevar a Adolf Hitler al poder y terminar desencadenando un nuevo conflicto que acarrearía episodios tan terribles como el Holocausto.

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    SABER MÁS

    La firma del tratado era un duro golpe de encajar para la delegación alemana. Tanto los representantes del país vencido, así como los periódicos y la población general, entendían que se trataba de un acto de imposición más que de una negociación. Sin embargo lo que acabó por irritar más a la sociedad alemana manipulada por la derecha fue la aceptación del artículo 231, el cual consideraron inaceptable y humillante. Este artículo era introductorio a la parte VIII del tratado, sobre las indemnizaciones, y lo introdujeron los negociadores estadounidenses. Sabían que los alemanes no podrían pagar (como querían principalmente franceses e ingleses) indemnizaciones que cubrieran todos los costes de la guerra. Así pues el artículo 231 reconocía la responsabilidad moral de Alemania por la guerra y su imputabilidad legal por los daños ocasionados. Pero por otra parte, el artículo 232 reconocía implícitamente su incapacidad económica para satisfacerlos. Pero desde la derecha alemana se utilizó este artículo como el elemento central de la campaña contra el tratado.



    Destacados oficiales del Ejército y sectores conservadores de la sociedad alemana se mostraron reacios a firmar las condiciones impuestas por los vencedores, aun a sabiendas de que la alternativa era la reanudación de las hostilidades y la invasión del suelo alemán. Una humillación todavía mayor. En esa tesitura, los partidarios de la firma adujeron que no había otro remedio, y finalmente Alemania tuvo que renunciar a todas sus colonias y acceder a la entrega de los territorios invadidos a países como Francia, Dinamarca o Polonia.

    Los "Cuatro Grandes" en la Conferencia de Paz de París de 27 de mayo de 1919. De izquierda a derecha David Lloyd George, Vittorio Orlando, Georges Clemenceau y Woodrow Wilson.

    Foto: PD

    EL PERIODO DE ENTREGUERRAS

    Pero aquellas condiciones no fueron lo único a lo que Alemania tuvo que enfrentarse tras la firma del Tratado de Versalles. Se incluyeron asimismo una serie de cláusulas militares que obligaban a reducir drásticamente el Ejército alemán y se puso fin al servicio militar obligatorio. También se suprimió la aviación, la artillería pesada y los submarinos.

    Además se pusieron ciertas condiciones económicas a Alemania como perdedores de la Primera Guerra Mundial. El tratado no establecía una cantidad a pagar, sino que se dejaba para una comisión que la fijaría en 1921, pero sí se haría antes un pago de 20.000 millones de marcos oro, que por otra parte incluía los alimentos que los Aliados tendrían que suministrar a una Alemania famélica y el coste de la ocupación de Renania por los aliados, todo lo cual sumaba unos 8.000 millones. Gran parte de este pago se hizo en especia. Los vapores y barcos de pesca que entregaron los alemanes en los dos años siguientes como parte del pago sumarían más de 2,6 millones de toneladas, pero los británicos había perdido más de 8 en la guerra.

    En el Tratado de Versalles se incluyeron una serie de cláusulas militares que obligaban a reducir drásticamente el Ejército alemán.

    Posteriormente, la cantidad establecida por la Comisión de Reparaciones fue de 132.000 millones de marcos de oro (unos 33.000 millones de dólares). El sistema de pagos se dividió en bonos A y B, que sumaban unos 50.000 millones, y bonos C, que sumaban el resto (82.000 millones), a empezar a pagar al cabo de 36 años. Los miembros de la Comisión sabían que probablemente nunca se pagarían, como así fue. En cuanto a los 50.000 millones iniciales, en la conferencia de Lausana de 1932 quedó claro que Alemania ya no haría más pagos, ascendiendo el total efectuado hasta el momento a entre 20.000 y 21.000 millones. Por entenderlo en contexto, menos de lo que Francia había pagado como indemnización por la guerra francoprusiana. Los pagos totales durante los 13 años de la República de Weimar supusieron una carga del 2,72% para la economía alemana.


    Así pues, en realidad, las indemnizaciones no frenaron la reactivación, y la hiperinflación no tuvo que ver con ellas, sino con el hecho de que Alemania había financiado tanto la guerra y la posguerra como la resistencia a la ocupación del Ruhr por franceses y belgas entre 1923 y 1925 emitiendo papel moneda (en lugar de acudir a impuestos). De hecho, lo que provocó el ascenso del nazismo (y del comunismo) en Alemania fueron las consecuencias de la crisis de 1929, que llegó después que un período de estabilidad política, económica y social.

    El Lebensraum se convirtió en un principio ideológico del nazismo que justificaba su expansión territorial por Europa Central y Europa del Este.

    Foto: Cordon Press

     

    En Alemania, en aquel contexto tan sumamente complicado, los militares y la derecha conservadora empezaron a soliviantar a la población con un claro mensaje: "Los demócratas nos han traicionado en Versalles". Así, con el único fin de revertir el giro revolucionario demandado por la clase trabajadora, llegaron a afirmar que las condiciones impuestas al pueblo alemán no eran ni mucho menos las que tradicionalmente se habían impuesto en Europa, menos duras y más respetuosas, a los perdedores de una guerra. Fue entonces cuando empezó a surgir una lectura geopolítica y en clave racial del desarrollo de los pueblos que y la necesidad de espacio vital para expandirse. Conocido como Lebensraum (espacio vital) fue una expresión acuñada por el geógrafo alemán Friedrich Ratzel, que estaba muy influido por el biologismo y el naturalismo del siglo XIX. Así, el este de Europa y el mundo eslavo se veían como el Lebensraum propio de una Alemania a la que el tratado de Versalles había impuesto unos límites que hacían inviable el desarrollo del pueblo alemán.


    EL ASCENSO DE HITLER AL PODER

    A finales de la década de 1920, los países del centro de Europa empezaron a experimentar una gran inestabilidad política provocada por la inestabilidad económica, especialmente devastadora para Alemania. Esta inestabilidad acabó convirtiéndose en un terreno fértil para que movimientos políticos de índole extremista y con ánimo de revancha lograrán un importante eco entre la población. Entre todos aquellos grupos sobresalió el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán, dirigido por Adolf Hitler, que poco a poco iba sumando simpatizantes y seguidores deseosos de revertir lo firmado en Versalles y situar a Alemania en el sitio que consideraban que le correspondía.

    A partir de entonces, los acontecimientos se sucedieron con rapidez. Hitler fue nombrado canciller de Alemania el 30 de enero de 1933 por el presidente Paul von Hindenburg, el 27 de febrero tuvo lugar el famoso incendio del Reichstag y al día siguiente Hindenburg firmó el "Decreto del Presidente del Reich para la Protección del Pueblo y del Estado", por el cual las libertades individuales quedaban totalmente suspendidas "hasta nuevo aviso". Se restringió la libertad de expresión, de prensa, de asociación, de reunión y se estableció el secreto de las comunicaciones.


    Concentración del partido nazi tras ganar las elecciones del año 1933.

    Foto: CC

     

    Una vez en el poder, Hitler contravino lo pactado en el Tratado de Versalles y ordenó de inmediato el rearme del país. De hecho, incrementó el gasto armamentístico hasta los 18.000 millones de marcos entre 1934 y 1938. Así, habiéndose asegurado la ayuda militar, Hitler empezó su política expansionista con la anexión de Austria en marzo de 1938, el episodio conocido como Anschluss, y durante el cual tuvieron lugar unas elecciones con el propósito de legalizar la anexión. Pero el "espacio vital" de Hitler no terminó allí. A Austria le siguieron los Sudetes, una zona fronteriza de Checoslovaquia habitada por tres millones de alemanes, una idea con la que Francia y el Reino Unido transigieron con los Acuerdos de Múnich, en septiembre de 1938, pensando que así aplacarían a Hitler. Nada más lejos de la realidad. Hitler en vez de amilanarse, decidió invadir Checoslovaquia en marzo de 1939.

     

    Una vez ocupada aquella región, Hitler exigió también el corredor de Danzig, un territorio creado tras el Tratado de Versalles que se extendía por la desembocadura del río Vistula, y que servía para que Polonia tuviera acceso al mar Báltico. Cabe destacar que en ese momento Polonia era un Estado que, tras desaparecer en el siglo XVIII había sido impulsada su restauración por parte de Francia y el Reino Unido en los acuerdos de paz como parte de la creación de un "cordón sanitario" de países de Europa Central que contribuyeran a frenar la expansión de la Rusia revolucionaria.

      

    Tras la negativa del gobierno polaco a ceder su soberanía, y después de que Alemania y Rusia firmasen un pacto de no agresión el 23 de agosto de 1939, Alemania invadiría Polonia una semana después.


    LA INVASIÓN DE POLONIA, COMIENZA LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

    "Esta noche, soldados regulares polacos han disparado por primera vez contra nuestro territorio”. Con esta mentira, Adolf Hitler intentaba justificar que al ejército alemán no le quedaba más remedio que invadir Polonia el 1 de septiembre de 1939. En realidad, el plan para llevar a cabo la invasión de Polonia se esbozó el 31 de agosto de 1939 en el marco de la Operación Himmler, cuando media docena de miembros de las SS, fingiendo ser unos agitadores, irrumpieron por la fuerza en una emisora de radio de Gleiwitz, una región de la alta Silesia, realizando disparos al aire. Una vez los tres empleados y el policía que se encontraban en el interior fueron reducidos, los asaltantes lanzaron violentas proclamas en contra del führer y del Tercer Reich. Fue entonces cuando conectaron el micrófono para que un interprete empezara a lanzar proclamas patrióticas y antialemanas en polaco: "¡Atención! Esto es Gleiwitz. La emisora está en manos polacas".

    El plan para llevar a cabo la invasión de Polonia se esbozó el 31 de agosto de 1939 en el marco de la Operación Himmler.


    Tropas alemanas retiran la barrera fronteriza entre Polonia y Alemania el 1 de septiembre de 1939.

    Foto: Cordon Press

         

    Para hacer que la escena fuera aún más creíble, los asaltantes llevaron hasta allí a un nacionalista polaco llamado Franz Honiok al que las SS había detenido el día anterior. Honiok era un agricultor de 43 años al que seleccionaron por haber participado en otras revueltas similares. Lo arrastraron hasta la emisora completamente drogado y, nada más llegar, le pegaron un tiro en la entrada de la emisora para que todo el mundo pudiera verlo. Para que no hubiera ningún tipo de confusión, vistieron a Honiok con un uniforme del ejército polaco que previamente habían robado y tras permanecer tan solo 15 minutos en la emisora de radio, el comando huyó sin darse cuenta de que solamente había podido emitirse una parte del falso discurso a causa de un problema técnico. A pesar de que la parte de la emisión que pudo escucharse no anunciaba la falsa invasión de Alemania, aquello fue suficiente para que Adolf Hitler tuviera su tan deseado casus belli y así justificar la invasión del país vecino. Antes de escapar de la emisora, el comando de las SS subió el cadáver de Franz Honiok a la sala de retransmisión, donde le tomaron unas fotos que posteriormente serían publicadas en toda la prensa.

    La invasión de Polonia que daría comienzo a la Segunda Guerra Mundial ya había sido anunciada días antes por Adolf Hitler.

    A pesar de las argucias del ejército alemán para encontrar un motivo para la invasión de Polonia, esta ya había sido anunciada días antes por Adolf Hitler. Como explica Richard Lukas en su libro Out of the Inferno: Poles Remember the Holocausten el Discurso de Obersalzberg pronunciado el 22 de agosto de 1939, justo antes de la invasión de Polonia, Hitler dio permiso explícito a sus comandantes para asesinar "sin piedad ni pena, a todos los hombres, mujeres y niños de ascendencia o lengua polaca". Finalmente, la mañana del 1 de septiembre de 1939, y con la justificación de lo que había ocurrido el día anterior, el poderoso ejército alemán avanzó hacia Polonia a través de distintos puntos fronterizos. Polonia tenía un ejército fuerte y sus efectivos eran superiores en número a los invasores, pero no había decretado la movilización general a petición de franceses y británicos, que creía que eso podía ser la excusa para que Hitler atacara. Esta incapacidad de defenderse fue todavía mayor cuando el 17 de septiembre la URSS invadió Polonia, lo que hizo imposible toda resistencia, repartiéndose el país entre la URSSS y Alemania.

     

    Hitler deseaba iniciar la guerra contra este país desde hacía mucho tiempo, pero lo que no previó es que en cuestión de pocos días Gran Bretaña y Francia se pondrían del lado polaco y le declararían la guerra. La Segunda Guerra Mundial había empezado. 

    LA BLITZKRIEG, LA EXITOSA ESTRATEGIA DE HITLER

    Durante la primera fase de la Segunda Guerra Mundial en el continente europeo, Alemania buscaba por todos los medios evitar un conflicto que se alargara en el tiempo. Su estrategia era derrotar por la vía rápida a todos sus oponentes en una serie de campañas cortas. Gracias a aquella táctica denominada Blitzkrieg, el ejército alemán invadió gran parte de Europa y salió victorioso durante varios años. El término Blitzkrieg es un vocablo alemán que literalmente se traduce como "guerra relámpago" y se usa para referirse a una táctica militar que está basada en desarrollar una campaña rápida y contundente. La táctica Blitzkrieg requería de una gran concentración de armas ofensivas como tanques, aviones y artillería pesada. La velocidad era el distintivo más característico de la Blitzkrieg. Tras el bombardeo inicial de la aviación, los carros de combate atacaban el objetivo rápidamente y de manera autónoma, lo que acababa causando una gran desorganización en las líneas defensivas enemigas.

     

    Como apunta Martin H. Folly en su Atlas de la Segunda Guerra Mundial "El ejército polaco no era una fuerza insignificante, pero no estaba preparado para el nuevo tipo de guerra que los alemanes practicaban. Esta era la Blitzkrieg, la guerra relámpago». La punta de lanza era la división Panzer, una concentración de vehículos blindados, con infantería totalmente motorizada y un apoyo aéreo cercano proporcionado por la Luftwaffe y materializado por los temibles bombarderos en picado, los stukas. Alemania sólo disponía de tanques ligeros y el ejército no estaba totalmente preparado para la guerra, pero la clave de la Blitzkrieg era la rapidez, que arrollaría a las defensas enemigas antes de que éstas pudieran organizar sus fuerzas, o antes de que se descubrieran los puntos débiles ocultos de las fuerzas atacantes. El uso de la fuerza aérea contra objetivos civiles llenaría las carreteras de refugiados y contribuiría a la desintegración de la moral, un componente fundamental de toda Blitzkrieg eficaz. Los polacos eran superiores en número, con 30 divisiones y diez en la reserva, pero sus equipos y su doctrina estratégica estaban desfasados. Sus fuerzas estaban desplegadas en sus fronteras. Desgraciadamente para los polacos, sus principales áreas industriales se hallaban en Silesia, justo en sus fronteras, lo que les hacía extremadamente vulnerables a la Blitzkrieg.

    Gracias a la táctica denominada Blitzkrieg, o guerra relámpago, el ejército alemán invadió gran parte de Europa.



    Los Stuka fueron una parte importantísima de la guerra relámpago (Blitzkrieg).

    Foto: Cordon Press

      

    Alemania usó la Blitzkrieg durante la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939, así como en otros frentes como en Dinamarca (abril de 1940), Noruega (abril de 1940), Bélgica (mayo de 1940), Holanda (mayo de 1940), Luxemburgo (mayo de 1940), Francia (mayo de 1940), Yugoslavia (abril de 1941) y Grecia (abril de 1941). El poderío aéreo alemán eran tan abrumador que no permitía a los defensores ni reabastecerse, ni organizar sus efectivos, ni tampoco enviar refuerzos que pudieran defender las brechas abiertas por los carros de combate. Sin embargo, y a pesar de la evidente efectividad de la Blitzkrieg, hubo algunos países a los que Alemania no pudo derrotar con este sistema: Gran Bretaña, gracias a que las islas contaban con la inestimable ayuda del canal de la Mancha y de la eficaz Marina Real Británica, y la Unión Soviética, a pesar de que la Blitzkrieg había logrado empujar a los efectivos soviéticos hasta las puertas de Moscú en 1941.

    LA "GUERRA DE BROMA" Y LA HUIDA DE DUNKERQUE

    Tras la invasión de Polonia, en septiembre de 1939, se sucedieron ocho meses de la conocida como drôle de guerre (la guerra de broma o guerra falsa), que acabaría con la invasión de Dinamarca y Noruega en abril de 1940. En realidad, lo que desconocían los Aliados era que, tras aquella supuesta calma, la idea de Hitler era avanzar hacia el oeste para asestar el primer gran golpe de la contienda: la toma de París. Envalentonado por la rápida caída de Polonia, Hitler pretendía hacer uso de la Blitzkrieg para hacer lo propio con Francia, a pesar de la mayor envergadura del rival y de la dificultad de tener que sortear la histórica línea Maginot para entrar en París de manera triunfal.

    Lo que desconocían los Aliados era que la idea de Hitler era avanzar hacia el oeste para asestar el primer gran golpe de la contienda.

    Soldados británicos disparan contra aviones alemanes durante la evacuación de Dunkerque. 

    Foto: PD

    Los alemanes atacaron Bélgica haciendo creer que desde allí invadirían Francia, mientras que en realidad el ataque principal a Francia tuvo lugar cruzando la zona boscosa de las Ardenas, entre Bélgica y el extremo norte de la línea Maginot, cogiendo completamente por sorpresa a los franceses. Estas tropas avanzaron hasta el canal de La Mancha, acorralando a franceses, británicos y belgas contra el mar. Aunque Hitler contaba con sufrir un millón de bajas entre sus efectivos, cuando el ejército nazi desfiló por los campos elíseos de París se estimaba que las bajas entre sus filas habían sido de 27.000 hombres.

    Pero a pesar del éxito obtenido, el gran triunfo del ejército alemán debe buscarse en un lugar imprevisto por todos dado lo inesperado de su trascendencia: las playas de Dunkerque, en el norte de Francia, donde terminaron acorralados más de 338.000 soldados Aliados, que vieron en el puerto galo la única vía de escape. Sería el general Gort, al mando de la Fuerza Expedicionaria Británica (FEB), el responsable de organizar la llamada Operación Dinamo, que consistía en la evacuación de las tropas aliadas en territorio francés, y que se llevó a cabo entre el 26 de mayo y el 4 de junio de 1940.

    En las playas de Dunkerque, en el norte de Francia, terminaron acorralados más de 338.000 soldados Aliados.


    Aglomeraciones de soldados británicos en las playas de Dunkerque

    Foto: PD

    En realidad, la operación no habría tenido éxito no habría tenido lugar si el 24 de mayo Hitler no hubiera ordenado detener sus divisiones blindadas. La decisión obedecía a la voluntad de poder utilizarlas contra las fuerzas francesas que se hallaban más al sur si estas conseguían reagruparse, y a la idea de Herman Göring, el jefe de las fuerzas aéreas alemanas, la Luftwaffe, de que podía frustrar cualquier intento de evacuación de los británicos. Ello permitió a los cercados preparar un perímetro defensivo que consiguió una eficaz resistencia. El fuego de la artillería alemana no logró detener la operación, y tampoco la actuación de los bombarderos alemanes, que no contaron con un apoyo efectivo de sus cazas que despegaban desde bases en Alemania frente a los Spitfire aliados llegados de bases mucho más cercanas, como Kent. A ello se sumó un mar en calma, lo que facilitó la evacuación.

    La operación de retirada no habría tenido éxito si Hitler no hubiera frenado el avance de sus tropas, algo que aún hoy en día es motivo de debate entre los historiadores.

    Soldados británicos esperando para desembarcar en Dover.

    Foto: PD

       

    La mayoría de efectivos aliados escaparon en barcos de la Royal Navy, como el crucero ligero HMS Calcutta o alguno de los más de 30 destructores desplegados en la zona, pero otros lo hicieron a bordo de embarcaciones civiles, que acudieron en su ayuda viendo que la marina no daba abasto para transportar a tantos hombres. El 4 de junio, el primer ministro británico Winston Churchill se dirigió a la nación con un mensaje muy claro: las guerras no se ganan con evacuaciones. El premier británico ofreció su discurso más recordado con frases tan famosas como "we shall go on to the end" (seguiremos hasta el final) o "we shall never surrender" (nunca nos rendiremos). Lo conseguido en Dunkerque sirvió para que Gran Bretaña se mantuviera en la lucha y, algo mucho más importante, sumase el reconocimiento y la simpatía de la opinión pública y la prensa norteamericana.


    INGLATERRA ENTRA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

    En el verano de 1940, la Alemania nazi se tenía en su poder, en un tiempo de récord de Polonia, Noruega, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia con la inestimable ayuda de la Italia de Mussolini, que se acababa de sumar a las potencias del Eje con todos sus dominios en el mar Mediterráneo y África. Ante esta nueva situación estratégica en Europa, tras la gravísima derrota sufrida en las playas de Dunkerque y tras la ruptura de las conversaciones de paz entre diplomáticos ingleses y alemanes en Suiza, Inglaterra estaba a punto de enfrentarse a una nueva ofensiva por parte de Alemania: la Operación León Marino, que tenía la intención de hacer un uso masivo de la Fuerza Aérea Alemana, al mando del mariscal del aire Hermann Göring, con el objetivo de destruir a la Real Fuerza Aérea británica (RAF) y de esta manera lograr la superioridad aérea necesaria para invadir Gran Bretaña.

    Tras la gravísima derrota sufrida en las playas de Dunkerque, Inglaterra estaba a punto de enfrentarse a una nueva ofensiva.


    Un bombardero alemán Heinkel He 111 sobrevuela los muelles comerciales de Surrey en el sur de Londres el 7 de septiembre de 1940.

    Foto: PD

     

    El 30 de junio, el comandante Alfred Jodl y el mariscal de campo Wilhelm Keitel, haciendo gala de un optimismo desmedido, argumentaron que la victoria sobre Inglaterra era cuestión de tiempo, aunque no todos pensaban igual. Había otros, como Erich Raeder, comandante en jefe de la Marina alemana hasta el año1943, que habían advertido de la insensatez de aquel plan por carecer de embarcaciones capaces de acometer un desembarco de tal magnitud. A favor de los alemanes, tres flotas fondeadas en Francia, Noruega y los Países Bajos (La 5.ª Flota Aérea (Luftflotte 5) tenía el cuartel general en Oslo; la Luftflotte 3, en parís, y la Luftflotte 2, en Bruselas) y 3.600 aviones contra los apenas 870 aparatos con los que contaba la RAF.

     

    Pero el principal obstáculo para llevar a buen puerto la operación era el uso del radar por parte de los británicos y las limitaciones de los cazas alemanes, menos maniobrables que los Spitfire y Hurricane británicos. Durante el mes de julio, los BF109 bombardearon las defensas costeras y a los convoyes británicos en el canal de la Mancha, sin embargo la producción armamentista británica no cesó en ningún momento por temor a una completa aniquilación.

    La mayoría de historiadores coinciden en afirmar que en aquellos momentos la actuación del primer ministro británico Winston Churchill fue providencial para convertir el miedo de los británicos en esperanza. Su trabajo incansable en ese sentido se vio recompensado en el hemiciclo de Westminster donde era aplaudido por laboristas y conservadores. El premier puso asimismo los cimientos para recibir ayuda de los Estados Unidos gracias a su amistad con el presidente Roosevelt y su vigilancia en el océano Atlántico.

     

    En realidad, podría decirse que Churchill, con su carisma, se convirtió en un antídoto contra el derrotismo que empezaba a hacer mella en la sociedad. Además, hizo gala de su astucia engañando a los alemanes, durante el mes de agosto, con falsos hangares para de este modo lograr evitar la destrucción masiva de los aeródromos británicos. El 20 de agosto, y como agradecimiento al trabajo llevado a cabo por los pilotos de la RAF, Churchill pronunciaría su legendaria frase "nunca tantos debieron tanto a tan pocos".

    La mayoría de historiadores coinciden en afirmar que en aquellos momentos la actuación del primer ministro británico Winston Churchill fue providencial.


    Imagen de una de las calles de Londres tras un bombardeo.

    Foto: PD

     

    De hecho, algunos historiadores también consideran que el mariscal Keitel fue un ingenuo al querer comparar Inglaterra con Polonia. Así, el 25 de agosto, las tornas empezaron a cambiar cuando la RAF se vengó del bombardeo alemán al East End londinense haciendo lo propio en el aeropuerto de Tempelhof en Berlín y en la fábrica de Siemens. Los daños fueron mínimos, pero suficientes para que Hitler se pusiera furioso y modificara todo lo planeado hasta el momento. El 17 de septiembre se pospone León marino y a partir de entonces, Hitler dio la orden de llevar a cabo los Blitz, unos bombardeos aéreos indiscriminados y sostenidos por parte de la Luftwaffe que tuvieron lugar desde septiembre a noviembre de 1940 contra Londres y otras ciudades industriales como Coventry.

    La RAF se vengó del bombardeo alemán al East End londinense haciendo lo propio en el aeropuerto de Tempelhof en Berlín y en la fábrica de Siemens.


    La ciudad de Coventry tras uno de los devastadores bombardeos alemanes.

    Foto: PD

     

    Aquellos tiempos fueron duros para los británicos, y de hecho el cine se ha encargado de mitificar aquellos meses en los que es fácil imaginar a los londinenses refugiándose en el metro. Churchill vislumbraba, impotente, una capital en ruinas, pero conservaba la tranquilidad al saber que sus radares se encontraban a salvo del fuego nazi. A mediados de septiembre, justo cuando los alemanes tenían previsto asestar el golpe definitivo y pisar suelo británico, la Royal Navy bombardeó los principales puertos de invasión como Calais, Cherburgo o Boulougne, apoyada por la RAF. Al parecer, las pérdidas en ambos bandos se exageraron por motivos propagandísticos y al final la Batalla de Inglaterra acabaría en tablas. Poco después, el 17 de septiembre, Hitler daría por finalizada la Operación León Marino y dirigió su mirada hacia un nuevo objetivo: la Unión Soviética.

     

    Cabe destacar además que tanto la Operación León Marino como la operación Día del Águila y el Blitz forman parte de la conocida como Batalla de Inglaterra.

    LOS NAZIS INVADEN LA UNIÓN SOVIÉTICA, LA OPERACIÓN BARBARROJA

    Durante la Navidad de 1940, Adolf Hitler llegó a la conclusión de que para deshacerse definitivamente de la amenaza que representaba Winston Churchill para los intereses de Alemania era necesario llevar a cabo una gran demostración de fuerza. Para ello el dictador nazi concibió la Directiva 21, conocida más tarde como Operación Barbarroja, bautizada así en honor al emperador del Sacro Imperio, Federico I Barbarroja. El objetivo de esta operación era atacar a la Unión Soviética, acabar con el comunismo y desintegrar aquel país para lograr el tan ansiado Lebensraum (espacio vital), expulsando a la población eslava y ocupando el territorio soviético hasta los Urales, colonizándolo con alemanes y convirtiendo a la población local en siervos a su servicio. A los países vecinos, como Ucrania o la Confederación de Estados Bálticos, se les otorgaría una independencia tutelada desde Berlín.

    El dictador nazi Adolf Hitler concibió la Directiva 21, conocida más tarde como Operación Barbarroja.


    Al principio, el avance alemán fue imparable y sin oposición.

    Foto: CC

     

    Y es que en la génesis de la Operación Barbarroja también se escondía el profundo desprecio que Adolf Hitler sentía por los los eslavos, a quienes la doctrina nazi consideraba Untermenschen, "infrahombres". De este modo, a pesar del pacto de no agresión germano-soviético, firmado durante el mes de agosto de 1939, Hitler yStalin sabían que esta "paz" no podía ser duradera y que su enfrentamiento era inevitable. La Operación Barbarroja abrió, así, un segundo frente para la Alemania nazi, que llevó a la guerra a unas cotas de barbarie nunca vistas hasta entonces. Pero en realidad aquella operación no solamente representaría el principio del fin para Adolf Hitler, sino que además sería el inicio en toda Europa de la terrible persecución y asesinato sistemático de los judíos: el Holocausto.

    Hasta aquel momento la guerra iba viento en popa para los nazis, y tras la abrumadora conquista de Francia, Hitler supuso, erróneamente, que hacerse con la Rusia europea solo le llevaría unos tres o cuatro meses. Para llegar a Moscú, Hitler planteó una ofensiva en tres frentes: el frente norte atacaría por la costa báltica hacia Lituania y tomaría Leningrado (la actual San Petersburgo); en el centro operaría un ejército que se dirigiría primero a Minsk (la capital de la actual Bielorrusia), luego a Moscú, la capital soviética; finalmente, otro en el sur atacaría Ucrania, donde se encontraban las tierras más fértiles de la URSS; avanzaría luego hacia las principales regiones industriales soviéticas, las cuencas de los ríos Don y Donets, después ocuparía los campos petrolíferos del Cáucaso.

    Visto en retrospectiva, los especialista militares opinan que dividir la ofensiva en tres frentes fue un error crucial para Alemania.

    Una vez asegurada la zona, aquel mismo ejército sería el encargado de tomar la base naval de Crimea y los campos petrolíferos del Cáucaso. Pero visto en retrospectiva, los especialista militares opinan que dividir la ofensiva en tres frentes fue un error crucial. A su juicio, el objetivo principal tendría que haber sido la propia Moscú por ser esta el eje principal de comunicaciones además de un importante centro industrial. De esa manera, Hitler habría logrado dividir a la Union Soviética en dos y hubiera sido mucho más fácil conquistarla.

    El alto mando alemán, con Hitler a la cabeza, siguiendo las operaciones.

    Foto: CC

      

    Asimismo, una muestra más de la excesiva confianza con que los alemanes afrontaron la campaña es que solo un quinta parte de sus fuerzas disponía de ropa de abrigo para hacer frente al crudo invierno ruso, y es que en su mente Hitler albergaba el convencimiento de que para el mes de diciembre ya habría una nueva frontera oriental del Reich marcada por el río Volga. Pero con lo que no contaban ni Hitler ni su Estado Mayor era con no estar ocupando Moscú antes de que la meteorología se volviera más adversa.

     

    Las crecidas de los ríos tras las lluvias de primavera habían convertido todo el territorio en un autentico lodazal, lo que obligó a retrasar la invasión hasta el tórrido verano. Finalmente, a los casi cuatro millones de efectivos que luchaban del lado de la Alemania nazi, se unieron 3.400 tanques que se debían ver las caras frente a casi 11.000 tanques y tres millones de soldados soviéticos.

     

    Pero ¿por qué motivo emplearon los nazis tan pocos blindados? Según los especialistas fue debido a la escasez de combustible, que en aquellos momentos estaba bloqueado por los Aliados, algo que también obligó a los alemanes a hacer uso de animales de tiro para el transporte.

    La ofensiva del ejército alemán en territorio soviético empezó el 22 de junio de 1941 con un intenso bombardeo de la artillería pesada y de la Luftwaffe sobre las posiciones soviéticas. Su principal objetivo eran los aeródromos, algo que les podía asegurar el espacio aéreo durante los primeros meses de la invasión. Tras cuatro días de violentos combates, las tropas del general Hoth entraron en Minsk, donde apresaron a 324.000 soldados y capturaron 2.500 tanques. Los ejércitos del norte y del sur iban progresando de manera similar, y el ejército del general Hoth, que avanzaba una media de 32 kilómetros diarios, llegó a Smolensk (a 369 kilómetros de Moscú) el 18 de julio.

    El principal objetivo de la aviación alemana eran los aeródromos, algo que les podía asegurar el espacio aéreo durante los primeros meses de la invasión.

    Pero a pesar del éxito momentáneo de la operación, el dictador alemán ordenó priorizar la toma de Ucrania y de Leningrado. Así, desoyendo los consejos de sus generales, el 19 de julio, Adolf Hitler cursó la Directriz 33, por la que se ordenaba a los tanques del ejército central reforzar los otros dos frentes: el general Hoth cambiaría de rumbo para asegurar el cerco de Leningrado y el general Guderian haría lo propio parar invadir Kiev, las regiones carboníferas ucranianas y tomar la península de Crimea. Aquel cambio de estrategia facilitó que los soviéticos tuvieran tiempo para reorganizarse y rehacer sus defensa, contra las que se acabaría estrellando el ejército nazi. Por su parte, en la retaguardia, las SS alemanas ejercían una dura y cruel represión sobre la población civil, mientras los atentados perpetrados por grupos de partisanos organizados por la NKVD (la policía secreta rusa) convirtieron las calles de las ciudades tomadas en lugares muy peligrosos, lo que impedía a los alemanes consolidar sus conquistas y ralentizaba también el transporte de suministros.

    En realidad, con la puesta en marcha de la Directriz 33 los alemanes habían perdido más de dos meses, cruciales para el desarrollo con éxito de la Operación Barbarroja. Y los elementos parecieron también aliarse en su contra. El 15 de octubre, el ejército alemán se encontraban a tan solo 105 kilómetros de Moscú, dispuestos al asalto de la capital en la que llamaron Operación Tifón, cuando una fuerte tormenta, junto con la llegada de las primeras nevadas, dejaron las carreteras impracticables. Los soviéticos aprovecharon aquella circunstancia para reforzarse con efectivos procedentes de Siberia, y con un numero significativo de tanques y aviones al mando del general Gueorgui Zhúkov.

     

    A pesar de la llegada del frío, los alemanes no variaron su actuación y siguieron con sus tácticas habituales, pero los soviéticos les hicieron retroceder cuando estaban tan solo a ocho kilómetros de la capital. Las bajas temperaturas terminaron por dar al traste con la estrategia alemana en una de las campañas militares más sangrientas de la Segunda Guerra Mundial.


         

    Las nieves frenaron el avance alemán hacía Moscú.

    Foto: CC

    PEARL HARBOR Y LA ENTRADA DE ESTADOS UNIDOS EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

    Mientras la Alemania nazi seguía con su imparable conquista de Europa, Estados Unidos era oficialmente neutral ante los conflictos que mantenían los japoneses en su expansión por China y ante la actitud de la Alemania de Hitler en Europa. Sin embargo, en 1940, Estados Unidos empezó a considerar amenazadora para sus intereses la expansión de Japón, y el Gobierno estadounidense decidió proporcionar ayuda a los chinos y sancionar a los japoneses. Así, tras la firma del pacto Antikominternen noviembre de 1941 entre la Alemania nazi, Italia y Japón, Estados Unidos congeló los activos japoneses y prohibió todas sus exportaciones al país del Sol naciente.

    En 1940, Estados Unidos empezó a considerar amenazadora para sus intereses la expansión de Japón.


    El USS Arizona se hunde tras el ataque japonés a Pearl Harbor.

    Foto: PD

     

    De este modo, a medida que Japón continuaba con su guerra con China, el conflicto con Estados Unidos se hizo inevitable. Ante el peligro que esto representaba, el alto mando japonés evaluó sus opciones, pero no tuvo más remedio que reconocer la superioridad de la Armada estadounidense, que les superaba en número, por lo que Japón carecía de los recursos necesarios para hacer frente al coloso americano. Fue entonces cuando Japón pensó que tenía un as en la manga: podía atacar a Estados Unidos utilizando el factor sorpresa. Así, el almirante Yamamoto convenció al alto mando japonés de que en lugar de declarar la guerra a Estados Unidos lo mejor sería causarles el mayor daño posible atacando a su flota fondeada en el Pacífico.


    El día escogido por los japoneses para realizar uno de los ataques más famosos de la Segunda Guerra Mundial, y que al final resultaría definitivo para el desarrollo de la contienda, fue el domingo 7 de diciembre de 1941. Poco antes del amanecer, la Armada Imperial Japonesa atacaba por sorpresa la base militar de Pearl Harbor, en Hawái, donde la Armada de Estados Unidos tenía el cuartel general de la flota del Pacífico. Para llevar a cabo el ataque, 353 aeronaves, entre cazas de combate, bombarderos y torpederos, atacaron sin una previa declaración de guerra con la única misión de borrar de la región a la flota estadounidense.

    Poco antes del amanecer, la Armada Imperial Japonesa atacaba por sorpresa la base militar de Pearl Harbor, en Hawái.

    En pocos minutos, gran parte de la flota norteamericana había sido gravemente dañada o completamente destruida. El ataque japonés se produjo en dos oleadas, en la primera los bombardeos destruyeron a los acorazados Oklahoma y Arizona, y dañaron seriamente al resto de naves. El segundo objetivo de los japoneses era destruir los aeródromos más cercanos. Pero aunque el ataque pilló por sorpresa a los estadounidenses estos consiguieron defenderse con sus cañones antiaéreos, e incluso lograron que algunos aviones despegaran y finalmente consiguieran derribar 29 aeronaves japonesas. 

    Sin embargo, el ataque no fue tan efectivo como el ejército nipón hubiera deseado y la suerte quiso que el grueso de la flota naval estadounidense no se encontrara fondeada en el puerto en aquellos momentos. Aunque no fue este el único error cometido por los japoneses, que dejaron intactos varios enclaves estratégicos de la base de Pearl Harbor, como la central eléctrica, el astillero, los depósitos de combustible y torpedos, los muelles de submarinos, y los edificios del cuartel general y la sección de inteligencia estadounidense.

    Los japoneses dejaron intactos varios enclaves estratégicos de la base naval de Pearl Harbor.


    El bombardeo de Pearl Harbor supuso la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

    Foto: CC

     

    Aunque el ataque fue un duro golpe para Estados Unidos, al día siguiente los norteamericanos declararon la guerra a Japón con lo que la gran potencia entró de lleno en el conflicto. Tres días después, el 11 de diciembre de 1941, la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, las otras dos potencias del Eje, respondían a Estados Unidos con su propia declaración de guerra. Sin pretenderlo, el Ejército Imperial Japonés había despertado al gigante dormido. De hecho, el bombardeo de Pearl Harbor enfureció a la opinión pública estadounidense y aquel acto acabaría resultando decisivo en el desenlace de la mayor guerra de la historia de la humanidad.

    LA DECISIVA BATALLA DE STALINGRADO

    Primavera de 1942. La Segunda Guerra Mundial continuaba en el frente oriental, pero la escasez de recursos, el agotamiento de ambos bandos y un invierno especialmente duro, al que seguiría el deshielo y el fenómeno conocido por los rusos como raspútitsa (un fenómeno estacional que convierte la tierra firme en un auténtico barrizal) hicieron que la guerra se ralentizarse. No obstante, en el año 1942 Hitler se planteó dar el golpe de gracia la Unión Soviética antes de que Estados Unidos pudiera movilizar todos sus recursos económicos y militares para la guerra. Así pues, el 28 de junio Hitler puso en marcha la llamada Operación Azul, cuyo objetivo era apoderarse de los pozos petrolíferos del Cáucaso, ya que la escasez de petróleo podía detener la maquinaria bélica alemana. Pero en su camino se encontraba Stalingrado. Hitler pensó que una vez conquistada esta ciudad se podría cortar el suministro de recursos al Ejército Rojo.

    El 28 de junio Hitler puso en marcha la llamada Operación Azul, cuyo objetivo era apoderarse de las riquezas mineras y petrolíferas de Ucrania y el Caúcaso.


    Bombardeo aéreo de la Luftwaffe alemana sobre Stalingrado en septiembre de 1942.

    Foto: CC / German Federal Archives

     

    La Operación Azul (Fall Blau en alemán), la ofensiva estratégica de verano de 1942, se desarrollaba en dos direcciones: hacia el sur, donde estaban los campos petrolíferos; y hacia el este, en dirección a Stalingrado, siguiendo el río Don, para proteger el avance hacia el sur.


    Así pues, el control de Stalingrado se había convertido en un punto clave de la ofensiva nazi en el frente oriental, y el 23 de agosto de 1942 empezaron los combates para hacerse con una ciudad que poseía una potente industria militar y era un importante nudo de comunicaciones ferroviarias. Un mes antes, Stalin había dado la orden de iniciar los preparativos para hacer frente a un más que posible ataque alemán no dejando salir a los civiles. Preocupado por que los alemanes pudieran partir al país en dos, el 28 de julio Stalin emitió la famosa orden 227, más tarde conocida como la orden "¡Ni un paso atrás!", por la que cualquier militar o civil que se rindiera sería fusilado al instante por traición.

    El 23 de agosto de 1942 empezaron los combates para hacerse con una ciudad que poseía una potente industria militar y era un importante nudo de comunicaciones.

    En este contexto, las tropas del fürher llegaron a una ciudad defendida contra viento y marea por los generales Emerenko y Chuikov. Así, los alemanes no podían saber que ambos militares les tenían reservada una sorpresa en forma de violenta lucha callejera en el escenario de una ciudad completamente en ruinas y contra un enemigo que conocía perfectamente cada rincón. Además, a pesar de las muchas bajas que había sufrido el Ejército Rojo, cada noche llegaban refuerzos nuevos a orillas del Volga. Sin embargo, y aunque el ejército alemán sufría el mismo número de bajas, parecía que lograba hacer retroceder al ejército soviético, lo que provocó el anunció de la conquista de Stalingrado el 8 de noviembre por parte de Hitler.

    Los alemanes no podían saber que los soviéticos les tenían reservada en Stalingrado una sorpresa en forma de violenta lucha callejera.


    Soldados de la Wehrmacht tirando de un coche embarrado por la terrible Raspútitsa en el mes de noviembre de 1941.

    Foto: CC / German Federal Archives

     

    Pero aquella alegría se revelaría prematura. Lo que Hitler no sabía es que Stalin había dado orden de iniciar la Operación Urano, justo en mitad de la batalla de Stalingrado y cuyo objetivo era embolsar al Sexto ejército alemán, el Tercer y el Cuarto ejército rumano y partes del Cuarto ejército Panzer. Aquellos movimientos estratégicos de los soviéticos, unidos al error de cálculo de Hermann Göring, que aseguró que la Luftwaffe podría dar soporte aéreo a las tropas, aisló al Sexto Ejército alemán. Con la orden de Hitler de mantener sus posiciones, los alemanes vieron cómo el ejército rojo los iba cercando poco a poco. Así, finalmente, sin otra opción que la rendición, el 2 de febrero de 1943, el Mariscal Paulus desobedeció las ordenes directas de Adolf Hitler y se rindió.

    Stalingrado fue el primer gran triunfo soviético pero no fue una batalla decisiva.

    Tras perder la batalla de Stalingrado hay quien piensa que el frente oriental empezó a desequilibrarse en favor de los soviéticos, sin embargo no fue exactamente así. Stalingrado fue el primer gran triunfo soviético pero no fue una batalla decisiva. Sí que lo fue, sin embargo, la batalla de Kursk en julio de 1943, la mayor batalla de tanques de la historia, que marcó un punto de inflexión en la guerra en el Este. Hasta entonces, los alemanes había logrado mal que bien estabilizar el frente.

     

    DÍA D: EL DESEMBARCO DE NORMANDÍA

    Durante la Conferencia de Teherán, celebrada en la capital iraní a finales de 1943, a la que acudieron Stalin, Churchill y Roosevelt, los soviéticos ya habían solicitado que se abriera un nuevo frente occidental que aliviara la presión que estaban sufriendo sus tropas en el sector oriental. Finalmente los Aliados decidieron organizar la invasión de Europa a través de las playas de Normandía, la llamada Operación Overlord, cuyo inicio estaba previsto el 6 de junio de 1944 y su nombre en clave sería Día D. Aquel desembarco fue uno de los acontecimientos militares más importantes de la Segunda Guerra Mundial, que marcaría un antes y un después en el desarrollo de la contienda. La Operación Overlord empezó con una gigantesca maniobra militar terrestre, aérea y naval (Operación Neptuno), que dejó miles de muertos en tan solo unos pocos metros de playa entre las defensas alemanas conocidas como Muralla Atlántica y las aguas del canal de la Mancha. El desembarco de todos aquellos soldados estadounidenses, británicos y canadienses, muchos de los cuales dejaron su vida en la arena, permitió a los Aliados abrir un segundo frente en Europa que, sumado al avance soviético en el Este, contribuiría a cambiar que cambiaría definitivamente el rumbo de la guerra.

    La Operación Overlord empezó con una gigantesca maniobra militar terrestre, aérea y naval (Operación Neptuno), que dejó miles de muertos.


    Soldados estadounidenses a bordo de una lancha de desembarco mientras se aproximan a la playa Omaha, en Normandía.

    Foto: PD

     

    Pero planificar la Operación Overlord fue una tarea sumamente compleja. Todo debía estar perfectamente planificado y tenía que ser llevada a cabo meticulosamente, como si de una operación quirúrgica se tratara, con el objetivo de conquistar Normandía para posteriormente avanzar hacia el centro de Europa. Adolf Hitler sabía que algo se estaba tramando, pero estaba convencido de que la invasión aliada tendría lugar a través de Calais y no en Normandía. Así, el despliegue del ejército aliado durante la Operación Overlord se efectuó durante las primeras horas del 6 de junio sobre una línea de 80 kilómetros de playa de este a oeste abarcando las siguientes cinco playas: Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword. En un mensaje transmitido a las tropas antes de partir, el general Eisenhower les dijo: "¡La marea ha cambiado! Los hombres libres del mundo marchan juntos hacia la victoria.... No aceptaremos nada menos que la victoria total".


    La noche previa a los desembarcos anfibios, alrededor de 23.000 paracaidistas aliados se lanzaron detrás de las líneas de defensa alemanas, en paracaídas y planeadores, con la misión de evitar que los alemanes pudiesen contraatacar durante la mañana del desembarco. La misión de este grupo de paracaidistas era conseguir accesos seguros a las playas, destruir puentes y establecer cabeceras de playa (líneas defensivas para dar tiempo a la llegada refuerzos que permitieran avanzar a las tropas) a la espera de que el grueso de los efectivos desembarcara.

    Alrededor de 23.000 paracaidistas aliados se lanzaron detrás de las líneas de defensa alemanas, en paracaídas y planeadores.


    En las fauces de la Muerte, fotografía de Robert F. Sargent que muestra a las tropas estadounidenses desembarcando en la playa Omaha el 6 de junio de 1944.

    Foto: CC / Robert F. Sargent

     

    Para llevar a cabo una operación de aquella envergadura, las cadenas de fabricación aumentaron la producción de armamento, y durante la primera mitad de 1944, alrededor de 9 millones de toneladas de suministros y equipos cruzaron el Atlántico desde Estados Unidos hasta Gran Bretaña. Por otra parte, se sumó al contingente una importante dotación de soldados canadienses que se había estado entrenando en Gran Bretaña desde diciembre de 1939, y más de 1,4 millones de soldados estadounidenses llegaron a Europa entre los años 1943 y 1944 para tomar parte en los desembarcos.


    De este modo, el Día D se convirtió en la mayor operación naval, aérea y terrestre coordinada de la historia, ya que el desembarco en las playas de Normandia requirió de una cooperación total entre las fuerzas armadas que participaron en el operativo. En 1944, más de 2 millones de soldados de más de 12 países se encontraban en Gran Bretaña a la espera de recibir la orden de invasión. El día del desembarco, las fuerzas aliadas que participaron fueron fundamentalmente tropas estadounidenses, británicas y canadienses con el apoyo naval, aéreo y terrestre de tropas australianas, belgas, checas, holandesas, francesas, griegas, neozelandesas, noruegas y polacas.


    A menudo, el Día D, debido a su espectacularidad, ha eclipsado la importancia que tuvo en general la campaña de Normandía. Durante los tres meses posteriores al desembarco, los Aliados lanzaron una serie de ofensivas que les permitieron avanzar hacia las fronteras de Alemania. Aunque no todas las operaciones tuvieron éxito. Las tropas aliadas tuvieron que enfrentarse con una dura resistencia por parte de los alemanes y también con el bocage, una peculiaridad del paisaje de Normandía que se caracteriza por la presencia de senderos hundidos bordeados por setos altos y gruesos, algo que los alemanes utilizaron para hacerse fuertes. Pero a pesar de todas las dificultades, aquel sangriento 6 de junio y todos los días que le siguieron acabarían en una victoria decisiva para los Aliados que contribuiría a la liberación de una gran parte de Europa noroccidental.

    Las tropas aliadas tuvieron que enfrentarse con una dura resistencia por parte de los alemanes y también con el bocage.


    Desembarco de suministros en la playa Omaha en junio de 1944 durante el Día D.

    Foto: PD

     

    Tras el Día D, las campañas en Italia llevadas a cabo por los Aliados alejaron a las tropas alemanas de los frentes occidental y oriental, al mismo tiempo que la Operación Bagration, una dura ofensiva emprendida por los soviéticos en el centro de Europa, logró mantener inmovilizadas a las fuerzas alemanas en el este. Finalmente, diez semanas después del Día D, los Aliados lanzaron una segunda invasión en la costa sur de Francia para avanzar hacia el corazón de Alemania. Con un frente tan dividido, las fuerzas de Adolf Hitler no podían hacer nada más que resistir en una guerra en la que la suma de graves errores de cálculo y el desgaste les acabaría por pasar una terrible factura.

     

    LA CAÍDA DE BERLÍN Y EL FINAL DEL NAZISMO

    Primavera de 1945. La situación de Alemania en este momento de la Segunda Guerra Mundial era un auténtico infierno. Invadido por las fuerzas de la Unión Soviética desde el este y por los Aliados por el oeste, el Tercer Reich no podía contar prácticamente para nada con la ayuda que le pudieran ofrecer sus aliadas Italia y Hungría, que ya habían sido ocupadas, ni por Japón, acorralado por los estadounidenses en el Pacífico. Este sería uno de los últimos y más sangrientos capítulos de la Segunda Guerra Mundial, el que a la postre conduciría al final del dictador nazi Adolf Hitler.

    El Tercer Reich no podía contar prácticamente para nada con la ayuda que le pudieran ofrecer sus aliadas Italia y Hungría, ni por Japón.


    Soldados soviéticos izan una bandera desde el balcón del famoso Hotel Adlon en Berlín.

    Foto: Cordon Press

     

    Aunque el alto mando militar nazi había asegurado que Berlín sería la tumba del Ejército Rojo, aquella predicción nunca se iba a cumplir. En esos días, Hitler se encontraba oculto en su búnker y había perdido por completo la noción de la realidad. El Tercer Reich que debía de durar mil años carecía de los medios necesarios para defenderse y se desmoronaba a ojos vistas. Para todos aquellos que habían estado en el frente (y que ahora se hallaban heridos o mutilados), las detonaciones que se escuchaban en la periferia de Berlín aquel 19 de abril de 1945 sonaban de manera muy distinta. Aquel sonido lo producían los obuses de la artillería soviética; no se parecía en nada al ruido de las bombas de la aviación aliada al que estaban acostumbrados. Eso solo podía significar una cosa: Berlín ya estaba al alcance de los cañones soviéticos y el fin se acercaba. En efecto, no iban desencaminados.


    A pesar de la superioridad del ejército atacante, las órdenes de Hitler eran claras: había que resistir hasta el final. El führer, refugiado en su búnker junto con otros jerarcas nazis, como Martin Borman, Albert Speer o Joseph Goebbels, no quería ni oír hablar de rendición. Al final, presa de los nervios, Hitler estaba dispuesto a sacrificar inútilmente a toda la población de Berlín: rendirse y mostrar la bandera blanca era castigado con la muerte, y quien desertaba o se escondía para evitar el combate era colgado sin contemplaciones. Hubo un momento en que los rusos ofrecieron una breve pausa en su avance, pero los alemanes no podían aprovechar aquella circunstancia para preparar la defensa de la ciudad. Berlín tan solo contaba con algunas unidades antiaéreas de las SS y la milicia popular (volkssturm), y a pesar de ello se decidió no emprender ninguna obra de fortificación.

    Hubo un momento en que los rusos ofrecieron una breve pausa en su avance, pero los alemanes no podían aprovechar aquella circunstancia para preparar la defensa de Berlín.

    Hitler se mostraba intratable, sumido constantemente en largas e infructuosas divagaciones. Pero su poder aún seguía intacto, hasta el punto de que promulgó la llamada Orden Nerón, por la que se establecía una política de tierra quemada frente el enemigo. En esencia se trataba de destruir cualquier infraestructura (de transporte, industrial, de comunicaciones, ...) que pudiera favorecer al enemigo, lo que suponía en la práctica la destrucción de Alemania. La orden no llegó a aplicarse.

     

    El führer alternaba estados de euforia con estallidos de ira incontrolada contra todo y contra todos, en especial contra todos sus generales, a los que tachaba de ineficaces y de traidores. Abrumado por la situación, culpó a sus generales de no haber tomado las decisiones correctas en lo que respectaba a la defensa de Berlín, por lo que otorgó un permiso por mala salud al general Guderian, lo reemplazó como Jefe del Estado Mayor y nombró en su lugar al general Hans Krebs.


    El 20 de abril de 1945, justo el día en el que Hitler cumplía 56 años, aviones B-17 estadounidense y Lancaster británicos bombardearon el centro urbano de Berlín arrasando numerosos edificios, forzando la evacuación de 2.000 berlineses y dejando la ciudad sin electricidad. Dos días después, el 22 de abril, durante una reunión en el búnker de Hitler alguien alabó la excelente labor del 12º Ejército comandado por el general Walther Wenck que luchaba contra los norteamericanos en Magdeburgo. Al oír la noticia, los temblores que aquejaban al führer parecieron desaparecer y en uno de sus habituales cambios de humor pareció haber encontrado por fin la solución: el general Wenck daría media vuelta y salvaría Berlín. Evidentemente, Wenck no pudo conseguir aquel objetivo imposible: Berlín estaba cercada y agonizaba.

    Hitler pensó que el general Wenck daría media vuelta y salvaría Berlín. Evidentemente, Wenck no pudo conseguir aquel objetivo imposible.

    Finalmente, el general Helmuth Weidling intentó establecer una defensa operativa de la ciudad, pero solo podía contar con el apoyo de algunas tropas en descomposición. Junto a miembros del volkssturm, las Hitlerjugend y la policía, estos hombres construyeron barricadas con tranvías y llenaron los muros que aún quedaban en pie de pintadas con eslóganes que animaban a la resistencia y a la victoria final. Pero todo resultó en vano.

     

    Los proyectiles soviéticos empezaban a caer sobre el mismo centro de Berlín. A pesar de ello, la capital resistió con la determinación del que sabe que no tiene otra opción. Inútilmente. Uno a uno, los barrios de Berlín fueron ocupados por los soviéticos, mientras la población civil se refugiaba en los túneles del metro invadidos por el humo.

    La capital alemana resistió el ataque soviético con la determinación del que sabe que no tiene otra opción, aunque todo fue en vano.

    La tarde del 30 de abril de 1945, un disparo de revólver procedente del dormitorio del führer rompió el impenetrable silencio del búnker. Tras haber ingerido una cápsula de cianuro, Hitler se acababa de pegar un tiro. Junto a él, Eva Braun, con quien se había casado el día anterior, yacía sin vida en el sofá. Los oficiales trasladaron ambos cuerpos hasta el jardín de la Cancillería, una operación complicada debido a los continuos bombardeos soviéticos. Tras arrojar los cadáveres a una fosa previamente excavada les prendieron fuego, y acto seguido, mientras los restos del dictador nazi se consumían entre las llamas, en el exterior, Goebbels, Bormann, Burgdorf y Krebs realizaron el último saludo nacionalsocialista en su honor. De esta manera, Adolf Hitler, el fundador del Tercer Reich, desaparecía para siempre.


    El 2 de mayo, Berlin estaba a punto de caer, y muchos seguidores del régimen, entre los que se contaban numerosos miembros de las SS, prefirieron suicidarse antes que caer en manos de los soviéticos. El 7 de mayo de 1945, Alemania se rendía incondicionalmente ante los Aliados occidentales en Reims y el 9 de mayo hacía lo propio ante los soviéticos en Berlín. En la capital, el caos en la capital era total, ya que tras la victoria vino el pillaje. Los soldados rusos, procedentes en su mayor parte de las estepas y de las montañas del Cáucaso, nunca habían visto una ciudad como aquella y no conocían nada parecido al lujo berlinés. Robaron todo lo que pudieron, y tras el saqueo empezaron las violaciones masivas (un tema del que se habló poco durante la Guerra Fría). Aunque los medios rusos calificaron estos hechos como "inventos" de Occidente, muchas de las pruebas proceden del diario de un joven teniente judío originario de la región central de Ucrania llamado Vladimir Gelfand.


    La Puerta de Brandeburgo, en Berlín, arrasada por las bombas.

    Foto: CC / German Federal Archives

     

    En realidad, todavía hoy se desconoce el número exacto de mujeres que fueron violadas tras la caída de Berlín. Algunos historiadores hablan incluso de unas cien mil. En cualquier caso, muchas de ellas, jóvenes y adultas, pero también niñas y ancianas, se suicidaron o murieron a causa de la brutalidad del trato recibido. Las madres ocultaban a sus hijas para protegerlas, y los hombres que intentaban evitarlo lo pagaban con sus vidas, así como las mujeres que se resistían.


    LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL CONTINÚA EN JAPÓN

    Mientras en Europa, con la caída y muerte de Adolf Hitler y el régimen nazi, empezaba a vislumbrarse un final a la Segunda Guerra Mundial, en el Pacífico Estados Unidos había liberado prácticamente todas las islas que se encontraban en poder de los japoneses y los norteamericanos estaban decididos a desembarcar en Japón. Así, tras las sonadas derrotas en Midway (junio de 1942) y Guadalcanal (noviembre de 1942), la flota nipona fue destruida en la batalla del golfo de Leyte (octubre de 1944), por lo que Japón ya no era rival en el mar y su rendición se preveía inminente. Con todo, Japón estaba dispuesto a negociar la paz con Estados Unidos mediante la cesión de territorios, pero sin que ello supusiera alterar el carácter divino del emperador, pero el objetivo final de los estadounidenses no era ese, sino lograr la rendición incondicional y total del Ejército Imperial japonés.

    Estados Unidos había liberado prácticamente todas las islas que se encontraban en poder de los japoneses y los norteamericanos estaban decididos a desembarcar en Japón.


    El USS Yorktown es alcanzado por torpedos japoneses en Midway.

    Foto: PD

       

    De hecho, la guerra del Pacífico fue larga y cruenta. Uno de sus enfrentamientos más simbólicos fue el que tuvo lugar en Iwo Jima, y no solo por la fotografía de los soldados norteamericanos alzando la bandera de su país, tomada por el fotógrafo Joe Rosental y que fue difundida como un icono de la propaganda de los Aliados, sino también por su ferocidad y violencia. Esta campaña, que tuvo lugar entre febrero y marzo de 1945, no tuvo parangón hasta la fecha, pues los soldados japoneses, agazapados entre los volcanes y las galerías subterráneas, masacraron a miles de soldados norteamericanos que desembarcaron en las playas de arena negra durante su avance por las escarpadas montañas. Por ese motivo la campaña recibiría el macabro nombre de la "picadora de carne".


    Otra fecha clave del conflicto que mantuvieron Estados Unidos y Japón sería el 9 de marzo de 1945 en las islas Marianas. Se trataba de la puesta en marcha de la Operación Meetenghouse, una misión que tenía como objetivo borrar Tokio de la faz del a Tierra en menos de veinticuatro horas. La primera oleada del ataque norteamericano la formaron 54 aviones y la segunda, 271 bombarderos más. La operación estaba diseñada para que empezara a las doce de la noche del 9 al 10 de marzo, ya que, según el alto mando estadounidense, sorprender dormidos y desprevenidos a los habitantes de la ciudad era la manera más fácil y segura de causar un gran número de víctimas.

    La Operación Meetenghouse era una misión que tenía como objetivo borrar Tokio de la faz del a Tierra en menos de veinticuatro horas.


    La operación Meetenghouse arrasó Tokio y provocó miles de muertos entre sus habitantes.

    Foto: PD

     

    Durante la mortífera descarga sobre la capital nipona, los aviones lanzaron bombas de racimo que los estadounidenses rebautizaron como "tarjetas de visita de Tokio". Una vez tocaban tierra, estos artefactos derramaban su contenido letal de fósforo blanco y napalm, un pegajoso gel de gasolina que los laboratorios de la Universidad de Harvard habían desarrollado. La atmósfera en Tokio llegó a alcanzar los 980 grados, haciendo hervir el agua de ríos y canales y fundiendo los cristales de las ventanas. El fuego consumió con rapidez muchas casas que estaban construidas con madera y papel, pensadas tan solo para resistir a los terremotos. Unos 260.000 hogares fueron arrasados hasta los cimientos y al menos 105.400 personas murieron en una ciudad de tres millones de habitantes. Se fundieron, literalmente. En total quedó arrasada una cuarta parte de la ciudad. Curtis LeMay, el general norteamericano que organizó la operación, se jactó del éxito obtenido con estas palabras: "Los hemos tostado y horneado hasta la muerte".

     

    Antes de morir, en 2009, Robert S. McNamara, responsable intelectual de la Operación Meetenghouse y que era secretario de Defensa en el momento de los bombardeos, pidió disculpas por el ataque, aunque, sin dejar de justificarlo declaró: "Para hacer el bien, a veces tienes que hacer el mal". Por su parte, el general Curtis LeMay, comandante del Comando de Bombarderos XXI y responsable material de los ataques, consideraba que lo inmoral no era haber matado a unas 100.000 personas en una sola noche lanzando bombas incendiarias, sino que lo realmente imprudente hubiera sido no hacerlo y perder a miles de soldados norteamericanos en la batalla: "Creo que si hubiéramos perdido yo sería tratado como un criminal de guerra", declaró.

      

    Mientras tenía lugar el bombardeo de Tokio, en el Pacífico los Aliados seguían con su imparable avance hasta llegar a la isla de Okinawa, la mayor de las islas Ryukyu (al sur de las cuatro grandes islas de Japón). Los japoneses ya no podían ofrecer resistencia y decidieron lanzar un desesperado ataque suicida contra la flota norteamericana, la llamada Operación Ten-Gō. El acorazado japonés Yamato, el más grande del mundo durante la Segunda Guerra Mundial, zarpó junto con otras nueve naves de guerra desde Japón para realizar un ataque suicida contra las Fuerzas Aliadas que estaban luchando en Okinawa. Pero las fuerzas japonesas fueron interceptadas y destruidas casi por completo por la supremacía aérea estadounidense. De hecho, el Yamato y otros cinco barcos japoneses fueron hundidos. Aquella acción en la etapa culminante de la guerra confirmó la decisión de las autoridades japonesas de llevar al extremo los ataques kamikazes para intentar detener el imparable avance aliado hacia el archipiélago japonés. Finalmente Okinawa cayó en manos estadounidenses y fue declarada zona segura el 21 de junio de 1945.


    LAS BOMBAS NUCLEARES DE HIROSHIMA Y NAGASAKI

    El ataque por sorpresa a Pearl Harbor fue suficiente para que, tan solo un día después, el 8 de diciembre de 1941, Estados Unidos, hasta el momento nominalmente neutral, tomara partido de forma activa y definitiva en el terrible conflicto que asolaba al mundo declarando la guerra a Japón. Durante los siguientes cuatro años, los estadounidenses libraron una dura lucha contra los japoneses, tanto en territorio chino como en aguas del Pacífico, donde la conquista de cada una de las islas se convirtió en una guerra a pequeña escala.

    El 8 de diciembre de 1941, Estados Unidos, hasta el momento nominalmente neutral, tomara partido de forma activa en la guerra.


    Detonaciones de las bombas lanzadas sobre Hiroshima (izquierda) y Nagasaki (derecha).

    Foto: PD

     

    Si bien es cierto que el enfrentamiento entre ambos países fue bastante equilibrado, la caída de la Alemania nazi pondría las cosas mucho más difíciles al ejército japonés. Sin embargo, lo que acabaría por decantar la balanza en favor de los Aliados sería el desarrollo y fabricación de una terrorífica arma secreta, un proyecto que los estadounidenses bautizarían con el nombre en clave de Proyecto Manhattan. Aquella arma definitiva fue desarrollada por Estados Unidos con la ayuda del Reino Unido y de Canadá. El proyecto, que agrupó a una gran cantidad de eminentes científicos como Robert Oppenheimer, Niels Böhr o Enrico Fermi, tenía como objetivo desarrollar la primera bomba atómica antes que pudieran hacerlo los nazis.


    La investigación culminó con Trinity, nombre que se daría al primer ensayo atómico realizado en el desierto de Alamogordo, en Nuevo México, el 16 de julio de 1945. Finalmente, la bomba no sería usada contra los alemanes, sin embargo, aquella iba a ser el arma definitiva que utilizarían los estadounidenses para acabar de una vez con la guerra.

     

    La madrugada del 6 de agosto de 1945, entre las 1:12 y 1:15 horas, el bombardero B-29 Enola Gay, al mando del coronel Paul Tibbets, despegaba del aeródromo de Tinian, en las islas Marianas, rumbo a Hiroshima. A bordo iba un artefacto nuclear cargado de Uranio-235 bautizado como Little Boy, que en pocas horas debía hacer blanco en el centro de aquella poblada ciudad japonesa. A las 7:09 horas de la mañana, las alarmas antiaéreas de Hiroshima alertaron a la ciudadanía cuando el Straight Flush, un B-29 al mando del comandante Claude Eatherley, efectuó un vuelo de reconocimiento sobre la ciudad. Sorprendentemente no fue interceptado ni por las baterías antiaéreas ni por los cazas japoneses, por lo que pudo avisar al Enola Gay de que todo estaba despejado.


    Replica de la bomba nuclear Little Boy lanzada sobre Hiroshima.

    Foto: PD

     

    Aquel lunes 6 de agosto de 1945, en Hiroshima amaneció como cualquier otro día hasta las 8:11 horas de la mañana, cuando sus habitantes vieron aparecer por el horizonte tres bombarderos norteamericanos B-29, entre los que se encontraba el Enola Gay con su mortífera carga. Minutos después se abrieron las compuertas de carga del bombardero mientras los otros dos aparatos dejaban caer unos calibradores de onda expansiva en paracaídas (con la misión de comprobar posteriormente el efecto del arma). Little Boy empezó a descender en caída libre sobre Hiroshima. Era el principio del fin para todos quienes allí vivían.

    A las 8:11 de la mañana, los habitantes de Hiroshima vieron aparecer por el horizonte tres bombarderos norteamericanos B-29, entre ellos el Enola Gay con su mortífera carga.

    El coronel Paul Tibbets posando junto al Enola Gay.

    Foto: Cordon Press

    Tres días después, el jueves 9 de agosto de 1945,el B-29 Bockscar pilotado por el mayor Charles Sweeney fue el encargado de transportar una segunda bomba nuclear llamada Fat Man con la intención de lanzarla sobre la ciudad de Kokura. En realidad, Nagasaki era un objetivo secundario y solo estaba previsto dejar caer la mortal carga en la ciudad en el caso de que el primer objetivo no pudiera cumplirse. El plan para la misión fue prácticamente idéntico al de Hiroshima.

     

    Cuando el avión llegó a Kokura, la ciudad estaba cubierta por las nubes, y después de sobrevolarla tres veces con el combustible bajo mínimos, el piloto decidió poner rumbo a Nagasaki. El indicador de combustible señalaba que el bombardero no tendría suficiente carburante como para llegar hasta Iwo Jima y se vería obligado a desviarse hacia Okinawa. Sweeney decidió entonces que si Nagasaki presentaba las mismas condiciones meteorológicas que Kokura regresarían con la bomba a Okinawa e intentarían lanzarla al mar.

    Sweeney decidió que si Nagasaki presentaba las mismas condiciones meteorológicas que Kokura regresarían con la bomba a Okinawa e intentarían lanzarla al mar.

    Pero en el último instante se abrió una brecha entre las nubes que también cubrían el cielo de Nagasaki, lo que permitió al avión estadounidense establecer contacto visual con el objetivo, por lo que al final pudieron soltar la bomba a las 11:01 de la mañana. Cuarenta y tres segundos después, Fat Man explotó a 469 metros de altura sobre la ciudad y a casi 3 kilómetros de distancia del objetivo original. La detonación fue de 22 kilotones y generó una temperatura estimada de 3.900 grados y vientos de 1.005 kilómetros por hora.

    La detonación de la bomba que cayó sobre Nagasaki fue de 22 kilotones y generó una temperatura estimada de 3.900 grados y vientos de 1.005 kilómetros por hora.


    Portada del 15 de agosto de 1945 del Jacksonville Daily Journal informando de la rendición de Japón.

    Foto: Cordon Press

     

    La tragedia humana que se abatió sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki se saldó con la vida de unas 140.000 víctimas en Hiroshima y unas 70.000 en Nagasaki, lo que incluye las víctimas directas del bombardeo y las que fallecieron a consecuencia de la radiación hasta finales de 1945. La noticia de la destrucción total de Nagasaki por una segunda bomba atómica fue un durísimo varapalo para el Imperio Japonés, que ese mismo día, 9 de agosto de 1945, sufría la inesperada agresión de la Unión Soviética en Manchuria. Aquello acabaría por precipitar los acontecimientos y el emperador Hiro-Hito anunció la rendición incondicional de Japón ante los Aliados el 15 de agosto de 1945.

     

    La capitulación se hizo efectiva el 2 de septiembre con la firma de la paz a bordo del acorazado USS Missouri en la bahía de Tokyo. La Segunda Guerra Mundial había terminado.

     

    RENDICIÓN Y FINAL DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

    No cabe duda de que la Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más destructivo y sangriento de la historia de la humanidad. Millones de personas perdieron la vida, sobre todo en Europa y Asia, en el oscuro período que abarcó los años 1939 a 1945. Todo ese baño de sangre tuvo su culminación con la caída de las bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, un acontecimiento que obligó al emperador Hiro-Hito a anunciar la capitulación de Japón y a firmar la paz de manera definitiva con los Aliados.

    La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más destructivo y sangriento de la historia de la humanidad.


    El ministro de exteriores japonés Mamoru Shigemitsu firma el Acta de Rendición de Japón a bordo del USS Missouri.

    Foto: PD

     

    El año 1945 supondría un punto de inflexión. Ese año había tenido lugar la caída de la Alemania nazi tras el suicidio de Adolf Hitler, la destrucción del corazón del Tercer Reich y la firma del Armisticio de Reims el 8 de mayo de 1945. Aquel también fue el año de la muerte del dictador fascista Benito Mussolini y la disolución de la Italia fascista (República de Saló). Junto a la Alemania nazi y a la Italia fascista cayeron otras otros regímenes afines como los de Hungría, Eslovaquia y Croacia, a pesar de que esta última resistiría hasta mediados de junio, cuando fue absorbida por Yugoslavia.

    Portada de The Montreal Daily Star anunciando la rendición alemana.

    Foto: PD

     

    La Segunda Guerra Mundial también fue el escenario de tremendas atrocidades. Durante el conflicto se produjeron ataques indiscriminados sobre la población civil y la persecución sistemática de diversos grupos por motivos políticos, de raza o religión. Con el final del conflicto salieron a la luz los horrores perpetrados por la Alemania nazi en los campos de concentración y de exterminio construidos a lo largo y ancho de toda la Europa conquistada y la llamada "solución final de la cuestión judía", que desembocaría en el Holocausto. Estremece escuchar nombres como Auschwitz, Belzec, Bergen Belsen, Buchenwald, Dachau, y así una larga lista de campos del horror que obligaron a los Aliados a poner en marcha toda una maquinaria judicial para procesar a los autores y a los cómplices del régimen nazi, acusados de delitos contra la paz, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. La ciudad escogida para celebrar estos juicios fue Núremberg, la emblemática ciudad en la que el partido nacionalsocialista (NSDAP) había celebrado en el pasado sus multitudinarios congresos.


    Conocidos como los Juicios de Núremberg, estos históricos procesos, sentaron las bases para el desarrollo de una justicia internacional y la creación de una nueva legislación que fuera más allá de la justicia propia de cada país. Las sesiones de estos juicios, en los que fueron encausados desde varios de los jerarcas nazis, como Göering, Hess o Ribbentrop, hasta simples funcionarios del régimen, duraron poco menos de un año (que tuvieron lugar desde el 20 de noviembre de 1945 al 1 de octubre de 1946) y se impusieron una duras condenas en las que se incluía la pena de muerte para doce de los acusados.

    Los Juicios de Núremberg tuvieron lugar en esta ciudad alemana desde el 20 de noviembre de 1945 al 1 de octubre de 1946.

    Pero Núremberg no fue el único tribunal que se formó para juzgar los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. También se estableció un tribunal para juzgar los crímenes perpetrados por los japoneses, el conocido como Tribunal Militar Internacional para Extremo Oriente (1946-1948), en el que se llevaron a cabo los Juicios o Procesos de Tokio. Sin embargo, allí no se aplicó el mismo rasero que en Núremberg. Un ejemplo de ello fue que el emperador Hiro-Hito no fue juzgado, sino que, por el contrario, se mantuvo en el cargo, y muchas de las penas que se dictaron terminaron siendo reducidas e incluso conmutadas. La situación política estaba cambiando. Japón ya no era el enemigo a batir, sino que iba a convertirse en un aliado imprescindible para hacer frente a la amenaza creciente del comunismo.

    © Historia National Geographic

       

      

      

     

     

     

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    Der Zweite Weltkrieg in voller Länge: Die Geschichte eines Konflikts, der die Welt veränderte

      Der Zweite Weltkrieg war der größte und zerstörerischste militärische Konflikt der Menschheitsgeschichte. Er dauerte vom 1. September 1939 bis zum 2. September 1945 und umfasste nahezu alle Kontinente, wobei Europa, Asien und der Pazifikraum im Zentrum der Kämpfe standen. Mehr als 60 Staaten waren beteiligt, etwa 100 Millionen Menschen standen unter Waffen, und schätzungsweise 70 bis 80 Millionen Menschen verloren ihr Leben – davon ein Großteil Zivilisten.
     

    Die Welt veränderte sich grundlegend infolge des Zweiten Weltkriegs – eines komplexen globalen Konflikts, der den Lauf der Geschichte maßgeblich prägte. Dieser Überblick beleuchtet den Verlauf des Krieges, zentrale Schlachten, die beteiligten Mächte sowie historische Persönlichkeiten, die wegweisende Entscheidungen trafen. Auch die Rolle Spaniens, der Einsatz der Atombomben auf Hiroshima und Nagasaki und weitere Schlüsselmomente werden dargestellt. Entdecken Sie die Details jenes entscheidenden Krieges, der das 20. Jahrhundert formte.

    Das ikonische Foto von Joe Rosental zeigt US-Soldaten bei der Besteigung des Gipfels von Iwo Jima.

    Foto: PD
       
     
    J. M. Sadurní

    Beitragende

    Aktualisiert am 08. November 2022 -
    17:08 - Gelesen: 55 min
     


        * Die Ursprünge des Zweiten Weltkriegs
        * Die Zwischenkriegszeit
        * Hitlers Aufstieg zur Macht
        * Der Einmarsch in Polen, der Beginn des Zweiten Weltkriegs
        * Der "Scheingefecht" und die Flucht von Dunkerke
        * Eintritt Großbritanniens in den Zweiten Weltkrieg
        * England tritt in den Zweiten Weltkrieg ein
        * Überfall der Nazis auf die Sowjetunion, Operation Barbarossa 
        * Pearl Harbor und der Eintritt der Vereinigten Staaten in den Zweiten Weltkrieg
        * Die Entscheidungsschlacht von Stalingrad
        * D-Day: Die Landung in der Normandie
        * Der Fall von Berlin und das Ende des Nationalsozialismus
        * Der Zweite Weltkrieg geht in Japan weiter
        * Die Atombombenabwürfe auf Hiroshima und Nagasaki
        * Die Kapitulation und das Ende des Zweiten Weltkriegs


    DER URSPRUNG DES ZWEITEN WELTKRIEGS
    Der Zweite Weltkrieg war zweifellos der verheerendste bewaffnete Konflikt in der Geschichte der Menschheit. Der Verlust an Menschenleben war enorm: Schätzungen zufolge kamen in den sechs Jahren der weltweiten Kampfhandlungen, die sich von Europa über Asien bis nach Afrika und Ozeanien erstreckten, zwischen 55 und 60 Millionen Menschen ums Leben.

    Um die Ursprünge dieses Krieges zu verstehen, muss man jedoch bis zum Ende des Ersten Weltkriegs zurückgehen – jenes Konflikts, der auch als „Großer Krieg“ bekannt ist und mit der Unterzeichnung des Versailler Vertrags am 28. Juni 1919 einen formalen Abschluss fand (obwohl bereits am 11. November 1918 ein Waffenstillstand geschlossen worden war, um die Kampfhandlungen auf dem Schlachtfeld zu beenden).

    Dieser Vertrag war zumindest in Teilen ein Ausgangspunkt für die Entwicklungen der folgenden Jahre, die letztlich zur Machtübernahme Adolf Hitlers führten und in einen neuen globalen Krieg mündeten – einen Krieg, der in beispielloser Weise auch durch Gräueltaten wie den Holocaust gekennzeichnet war.

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    SABER MÁS

    Die Unterzeichnung des Vertrages war für die deutsche Delegation ein schwerer Schlag. Die Vertreter des besiegten Landes – ebenso wie die Presse und große Teile der Bevölkerung – empfanden den Vertrag eher als Zumutung denn als Verhandlung. Besonders empörte die rechtsgerichtete deutsche Öffentlichkeit die Annahme von Artikel 231, den sie als inakzeptabel und demütigend betrachtete. Dieser Artikel bildete die Einleitung zu Teil VIII des Vertrages über Entschädigungen und wurde auf Vorschlag der amerikanischen Verhandlungsführer in den Vertrag aufgenommen.

    Diese waren sich darüber im Klaren, dass Deutschland nicht in der Lage sein würde, Reparationen in einer Höhe zu zahlen, die sämtliche Kriegskosten deckten – wie es insbesondere Frankreich und Großbritannien forderten. Artikel 231 anerkannte daher die moralische Verantwortung Deutschlands für den Ausbruch des Krieges sowie seine rechtliche Haftung für die verursachten Schäden. Artikel 232 wiederum implizierte die finanzielle Überforderung Deutschlands und die Begrenzung seiner tatsächlichen Zahlungsverpflichtungen.

    Dennoch wurde insbesondere Artikel 231 von der deutschen Rechten zum zentralen Angriffspunkt gegen den Vertrag stilisiert und zum Kern einer politischen Kampagne gemacht.

    Führende Offiziere der Reichswehr und konservative Teile der deutschen Gesellschaft zögerten, die von den Siegermächten diktierten Bedingungen zu akzeptieren – obwohl ihnen bewusst war, dass die Ablehnung zur Wiederaufnahme der Kampfhandlungen und letztlich zu einer Invasion des deutschen Territoriums geführt hätte – eine noch tiefere nationale Demütigung.

    Letztlich musste Deutschland all seine Kolonien aufgeben und sich bereit erklären, eroberte Gebiete an Staaten wie Frankreich, Dänemark und Polen abzutreten.


    Die "Großen Vier" auf der Pariser Friedenskonferenz vom 27. Mai 1919. Von links nach rechts David Lloyd George, Vittorio Orlando, Georges Clemenceau und Woodrow Wilson.

    Foto: PD

     

    DIE ZWISCHENKRIEGSZEIT
    Doch dies waren nicht die einzigen Bedingungen, denen sich Deutschland nach der Unterzeichnung des Versailler Vertrags unterwerfen musste. Darüber hinaus enthielt der Vertrag eine Reihe militärischer Klauseln, die eine drastische Reduzierung der deutschen Streitkräfte zur Folge hatten. Die Wehrpflicht wurde abgeschafft, ebenso wie die Luftwaffe, die schwere Artillerie und die U-Boot-Flotte.

    Zusätzlich wurden dem unterlegenen Deutschland verschiedene wirtschaftliche Auflagen auferlegt. Zwar legte der Vertrag zunächst keinen konkreten Reparationenbetrag fest – dieser wurde erst 1921 durch eine internationale Kommission bestimmt –, doch war eine erste Zahlung in Höhe von 20 Milliarden Goldmark vorgesehen. Diese Summe beinhaltete auch die Kosten für die von den Alliierten an das hungernde Deutschland gelieferten Nahrungsmittel sowie die Aufwendungen für die Besetzung des Rheinlandes, die sich auf etwa 8 Milliarden beliefen. Ein erheblicher Teil dieser Zahlungen erfolgte in bar.

    Die deutschen Dampfer und Fischerboote, die in den folgenden zwei Jahren als Teil der Wiedergutmachung abgeliefert wurden, beliefen sich auf insgesamt mehr als 2,6 Millionen Tonnen – zum Vergleich: Die britischen Verluste an Tonnage im Ersten Weltkrieg lagen bei über 8 Millionen Tonnen.

    Der Versailler Vertrag enthielt eine Reihe von Militärklauseln, die eine drastische Reduzierung der deutschen Armee vorschrieben.

    Die von der Reparationenkommission festgelegte Gesamtsumme belief sich schließlich auf 132 Milliarden Goldmark (etwa 33 Milliarden US-Dollar). Das Zahlungssystem gliederte sich in sogenannte A- und B-Anleihen im Umfang von insgesamt ca. 50 Milliarden sowie C-Anleihen in Höhe von 82 Milliarden, deren Rückzahlung über einen Zeitraum von 36 Jahren vorgesehen war. Den Mitgliedern der Kommission war jedoch bewusst, dass diese Summe de facto nicht beglichen werden konnte – was sich in der Praxis auch bestätigte.

    Bezogen auf die ursprünglich vorgesehenen 50 Milliarden wurde auf der Konferenz von Lausanne 1932 offiziell erklärt, dass Deutschland keine weiteren Zahlungen mehr leisten würde. Zu diesem Zeitpunkt beliefen sich die tatsächlich geleisteten Zahlungen auf rund 20 bis 21 Milliarden Goldmark – weniger als Frankreich nach dem Deutsch-Französischen Krieg von 1870/71 zu zahlen hatte. Insgesamt belasteten die Reparationen die deutsche Wirtschaft in den 13 Jahren der Weimarer Republik durchschnittlich mit 2,72 % des Bruttoinlandsprodukts.

    In Wirklichkeit bremsten die Reparationszahlungen den wirtschaftlichen Aufschwung nicht, und auch die Hyperinflation war nicht auf sie zurückzuführen. Vielmehr resultierte sie aus der Tatsache, dass Deutschland sowohl den Krieg und dessen unmittelbare Folgen als auch den passiven Widerstand gegen die französische und belgische Besetzung des Ruhrgebiets (1923–1925) über die exzessive Ausgabe von Papiergeld – anstelle von Steuererhöhungen – finanziert hatte.

    Die eigentliche Ursache für den Aufstieg des Nationalsozialismus (wie auch des Kommunismus) lag in den Folgen der Weltwirtschaftskrise von 1929, die eine Phase relativer politischer, wirtschaftlicher und sozialer Stabilität abrupt beendete.


    Der Lebensraum wurde zu einem ideologischen Prinzip des Nationalsozialismus, das seine territoriale Ausdehnung nach Mittel- und Osteuropa rechtfertigte.

    Foto: Cordon Press

     

    Die innenpolitische Radikalisierung in der Weimarer Republik
    Inmitten dieser äußerst schwierigen Lage begannen Militärkreise und die konservative Rechte in Deutschland, die Bevölkerung mit einer klaren Botschaft zu mobilisieren: „Die Demokraten haben uns in Versailles verraten.“ Ihr zentrales Ziel bestand darin, eine von der Arbeiterbewegung geforderte revolutionäre Umwälzung zu verhindern. Dabei scheuten sie nicht davor zurück zu behaupten, die dem deutschen Volk auferlegten Bedingungen seien weit härter gewesen als jene, die in der europäischen Geschichte traditionell Verlierern eines Krieges auferlegt worden seien – Bedingungen, die in der Regel als maßvoller und respektvoller galten.

    In diesem ideologischen Klima entstand eine geopolitisch und rassisch aufgeladene Deutung der Weltordnung, in der die Notwendigkeit zur territorialen Expansion als existenzielle Frage für das deutsche Volk dargestellt wurde. Der Begriff „Lebensraum“, geprägt vom deutschen Geografen Friedrich Ratzel, war stark vom Biologismus und Naturalismus des 19. Jahrhunderts beeinflusst. In dieser Denkweise galten Osteuropa und die slawischen Gebiete als der dem deutschen Volk zustehende Raum, dessen Entwicklung durch die territorialen Bestimmungen des Versailler Vertrags künstlich und ungerecht begrenzt worden sei.


    Hitlers Aufstieg zur Macht

    Ende der 1920er Jahre erlebten viele mitteleuropäische Länder eine Phase massiver politischer Instabilität, die in erster Linie durch eine tiefgreifende wirtschaftliche Krise verursacht wurde – in Deutschland hatte diese besonders verheerende Auswirkungen. Die daraus resultierende soziale Unsicherheit bildete einen nährhaften Boden für extremistische, revanchistische politische Bewegungen, die in der Bevölkerung zunehmend Unterstützung fanden.

    Unter diesen Gruppierungen stach besonders die Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei (NSDAP) unter der Führung Adolf Hitlers hervor. Sie gewann schrittweise an Einfluss, indem sie versprach, den Versailler Vertrag rückgängig zu machen und Deutschland wieder zu seiner vermeintlichen alten Stärke zurückzuführen.

    Die Ereignisse überschlugen sich: Am 30. Januar 1933 wurde Hitler von Reichspräsident Paul von Hindenburg zum Reichskanzler ernannt. Nur wenige Wochen später, am 27. Februar, kam es zum berüchtigten Reichstagsbrand. Bereits am folgenden Tag unterzeichnete Hindenburg die „Verordnung des Reichspräsidenten zum Schutz von Volk und Staat“, mit der die Grundrechte der Weimarer Verfassung „bis auf Weiteres“ außer Kraft gesetzt wurden.

    Presse-, Rede-, Versammlungs- und Vereinigungsfreiheit wurden massiv eingeschränkt, das Fernmeldegeheimnis aufgehoben. Diese Notverordnung markierte den Anfang vom Ende der Demokratie in Deutschland und schuf den rechtlichen Rahmen für die Errichtung der nationalsozialistischen Diktatur.


    Kundgebung der NSDAP nach dem Wahlsieg 1933.

    Foto: CC

     

    Nach seiner Machtübernahme verstieß Hitler offen gegen den Versailler Vertrag und ordnete umgehend die Wiederaufrüstung Deutschlands an. Zwischen 1934 und 1938 stiegen die Rüstungsausgaben auf insgesamt 18 Milliarden Reichsmark. Nachdem er sich die Unterstützung der militärischen Führung gesichert hatte, begann Hitler mit seiner expansiven Außenpolitik. Im März 1938 erfolgte der sogenannte Anschluss Österreichs, der durch eine nachträgliche Volksabstimmung formal legitimiert wurde.

    Doch Hitlers Streben nach „Lebensraum“ war damit nicht beendet. Als nächstes richtete er seinen Blick auf das Sudetenland – ein von rund drei Millionen Deutschen bewohntes Grenzgebiet der Tschechoslowakei. Frankreich und das Vereinigte Königreich stimmten im Rahmen des Münchner Abkommens vom September 1938 einer Abtretung des Gebietes zu, in der Hoffnung, Hitler dadurch zu beschwichtigen. Diese Politik der Beschwichtigung erwies sich jedoch als Illusion. Statt sich mit dem Sudetenland zufriedenzugeben, befahl Hitler im März 1939 den Einmarsch in die „Rest-Tschechei“.

    Nach der Besetzung dieser Region stellte Hitler auch Anspruch auf den sogenannten Danziger Korridor – ein nach dem Versailler Vertrag geschaffenes Territorium entlang der Weichselmündung, das Polen den Zugang zur Ostsee ermöglichte. Polen war ein nach dem Ersten Weltkrieg wiederhergestellter Staat, dessen Existenz maßgeblich von Frankreich und Großbritannien unterstützt worden war. Ziel war die Errichtung eines „Cordon sanitaire“ aus mitteleuropäischen Staaten, der die Ausbreitung des revolutionären Russland nach Westen eindämmen sollte.

    Nachdem die polnische Regierung sich weigerte, ihre territoriale Souveränität preiszugeben, und nachdem Deutschland und die Sowjetunion am 23. August 1939 einen Nichtangriffspakt geschlossen hatten, überschritt die deutsche Wehrmacht am 1. September 1939 die polnische Grenze.

    DER EINMARSCH IN POLEN, AUSBRUCH DES ZWEITEN WELTKRIEGS

    „Heute Nacht haben polnische reguläre Soldaten zum ersten Mal auf unser Gebiet geschossen.“ Mit dieser Lüge versuchte Adolf Hitler, den deutschen Angriff auf Polen als Verteidigungsmaßnahme darzustellen. In Wahrheit war der Überfall auf Polen längst geplant: Am 31. August 1939 wurde im Rahmen der sogenannten Operation Himmler ein gezielter Täuschungsakt inszeniert.

    Dabei drang ein Kommando aus SS-Angehörigen, getarnt als polnische Saboteure, in den Radiosender Gleiwitz in Oberschlesien ein. Die Angreifer gaben Schüsse ab, überwältigten die drei anwesenden Mitarbeiter und einen Polizeibeamten, und ließen einen Dolmetscher über das Mikrofon auf Polnisch antideutsche und nationalistische Parolen rufen: „Achtung! Das ist Gleiwitz. Der Bahnhof ist in polnischer Hand.“ Mit dieser inszenierten Aktion sollte ein polnischer Angriff auf deutsches Territorium vorgetäuscht und so ein Vorwand für die Invasion geschaffen werden.

    Der Plan für den Überfall auf Polen wurde am 31. August 1939 im Rahmen der Operation Himmler vorgestellt.


    Deutsche Truppen entfernen am 1. September 1939 den Grenzzaun zwischen Polen und Deutschland.

    Foto: Cordon Press

         

    Um die Inszenierung noch glaubwürdiger erscheinen zu lassen, brachten die Angreifer einen polnischen Nationalisten namens Franz Honiok mit, den die SS am Vortag verhaftet hatte. Honiok war ein 43-jähriger Bauer, der zuvor an ähnlichen Aufständen teilgenommen hatte. Unter Drogeneinfluss wurde er zum Sender geschleppt und dort unmittelbar am Eingang erschossen – an einem Ort, wo seine Leiche gut sichtbar war. Um jegliche Zweifel auszuschließen, kleideten die Täter Honiok in eine gestohlene Uniform der polnischen Armee. Nach nur 15 Minuten im Gebäude verließ das SS-Kommando den Tatort, ohne zu bemerken, dass aufgrund eines technischen Defekts nur ein Teil der inszenierten Radiodurchsage gesendet worden war. Zwar enthielt die übertragene Passage keine explizite Ankündigung eines polnischen Angriffs auf Deutschland, doch sie genügte Hitler als propagandistischer Vorwand, um den gewünschten casus belli zu rechtfertigen. Vor dem Rückzug deponierte das Kommando Honioks Leiche im Sendesaal und fotografierte sie. Diese Bilder wurden später zur Stützung der offiziellen Version in der Presse veröffentlicht.

    Der Überfall auf Polen, mit dem der Zweite Weltkrieg beginnen sollte, war bereits Tage zuvor von Adolf Hitler angekündigt worden.

    Trotz der inszenierten Provokation war die Entscheidung zum Krieg längst gefallen. Wie der Historiker Richard Lukas in seinem Werk Out of the Inferno: Poles Remember the Holocaust beschreibt, hatte Hitler in seiner Obersalzberg-Rede vom 22. August 1939 seinen Befehlshabern explizit die Anweisung erteilt, „alle Männer, Frauen und Kinder polnischer Abstammung oder Sprache ohne Gnade und Mitleid“ zu töten. Am Morgen des 1. September 1939 überschritten deutsche Truppen, unter dem Vorwand der Ereignisse vom Vortag, die Grenze zu Polen. Die polnische Armee war zahlenmäßig überlegen und verfügte über rund 30 reguläre Divisionen und zehn Reservedivisionen, hatte jedoch auf Drängen Frankreichs und Großbritanniens keine Generalmobilmachung durchgeführt, um Hitler keinen Vorwand zum Angriff zu liefern. Diese strategische Zurückhaltung schwächte die Verteidigung zusätzlich. Der polnische Widerstand brach schließlich völlig zusammen, als am 17. September auch die Sowjetunion von Osten her in Polen einmarschierte. Das Land wurde zwischen Deutschland und der UdSSR aufgeteilt.

    Hitler hatte den Krieg gegen Polen lange vorbereitet, doch er hatte nicht damit gerechnet, dass Großbritannien und Frankreich bereits wenige Tage später dem polnischen Staat zur Seite stehen und Deutschland den Krieg erklären würden. Der Zweite Weltkrieg hatte begonnen.

    BLITZKRIEG – HITLERS ERFOLGREICHE STRATEGIE

    In der ersten Phase des Zweiten Weltkriegs auf dem europäischen Kontinent versuchte Deutschland, einen langen und verlustreichen Stellungskrieg wie im Ersten Weltkrieg zu vermeiden. Ziel war es, die Gegner in einer Reihe kurzer, entschlossener Feldzüge zu besiegen. Diese Strategie, bekannt als Blitzkrieg, ermöglichte es der Wehrmacht, in kurzer Zeit weite Teile Europas zu überrennen und über mehrere Jahre hinweg militärische Erfolge zu verzeichnen.

    Der Begriff Blitzkrieg – wörtlich „Blitz-Krieg“ – bezeichnet eine militärische Taktik, die auf Tempo, Überraschung und mechanisierte Stoßkräfte setzt. Die Strategie sah eine konzentrierte Offensive vor, getragen von Panzerverbänden, taktischer Luftunterstützung und motorisierter Infanterie. Charakteristisch für den Blitzkrieg war seine Schnelligkeit: Nach einem einleitenden Luftangriff griffen Panzerverbände rasch und weitgehend unabhängig vor, durchbrachen die gegnerischen Linien und brachten die Verteidigung ins Wanken.

    Wie Martin H. Folly in seinem Atlas des Zweiten Weltkriegs festhält, war die polnische Armee zwar keine schwache Streitmacht, aber auf die moderne, hochmobile Kriegsführung der Deutschen nicht vorbereitet. Die Speerspitze bildete die Panzerdivision – eine Formation aus gepanzerten Fahrzeugen, begleitet von motorisierter Infanterie und unterstützt durch die Luftwaffe, insbesondere durch die gefürchteten Sturzkampfbomber vom Typ Stuka. Obwohl Deutschland überwiegend über leichte Panzer verfügte und die Armee nicht vollständig für einen Großkrieg ausgerüstet war, lag der Schlüssel zum Erfolg des Blitzkriegs in der Geschwindigkeit des Angriffs. Diese verhinderte, dass der Gegner seine Kräfte sammeln oder Schwächen der deutschen Einheiten ausnutzen konnte.

    Der gezielte Einsatz von Luftangriffen gegen zivile Ziele diente zusätzlich der psychologischen Kriegsführung: Die entstehenden Flüchtlingsströme sollten Straßen blockieren, die Mobilmachung der Verteidigung behindern und die Moral der Zivilbevölkerung untergraben – ein zentrales Element der Blitzkriegstrategie.

    Zwar verfügten die Polen über eine numerisch starke Armee, doch ihre strategische Doktrin galt als veraltet. Ihre Truppen waren entlang der Grenzen konzentriert, was sie besonders anfällig für die mobile Kriegsführung machte. Zudem lagen die wichtigsten Industriezentren des Landes – etwa in Schlesien – direkt an der Grenze, was sie zu einem bevorzugten Ziel für die erste Angriffswelle machte.

    Dank der als Blitzkrieg bekannten Taktik überrannte die deutsche Armee in kürzester Zeit weite Teile Europas.



    Die Stuka war ein äußerst wichtiger Bestandteil des Blitzkriegs.

    Foto: Cordon Press

     

    Deutschland setzte die Blitzkriegstrategie nicht nur beim Überfall auf Polen am 1. September 1939 ein, sondern auch an weiteren Fronten: in Dänemark (April 1940), Norwegen (April 1940), Belgien (Mai 1940), den Niederlanden (Mai 1940), Luxemburg (Mai 1940), Frankreich (Mai 1940), Jugoslawien (April 1941) und Griechenland (April 1941). Die deutsche Luftüberlegenheit war derart erdrückend, dass es den Verteidigern unmöglich war, ihre Nachschubwege aufrechtzuerhalten, Truppen neu zu organisieren oder Verstärkungen zu entsenden, um die durch deutsche Panzerverbände geschlagenen Breschen in der Verteidigung zu schließen.

    Trotz der offensichtlichen Wirksamkeit dieser Taktik gelang es Deutschland jedoch nicht, alle Gegner durch den Blitzkrieg in die Knie zu zwingen. Großbritannien etwa widerstand erfolgreich, nicht zuletzt dank der uneinnehmbaren Lage der britischen Inseln und der Schlagkraft der Royal Navy. Auch in der Sowjetunion stieß der Blitzkrieg letztlich an seine Grenzen – obwohl die Wehrmacht 1941 bis an die Tore Moskaus vorstoßen konnte.

    DER "SCHEINKRIEG" UND DIE FLUCHT AUS DUNKERQUE

    Auf den Überfall auf Polen im September 1939 folgten acht Monate relativer militärischer Untätigkeit, die in Frankreich und Großbritannien als drôle de guerre, im Deutschen als „Sitzkrieg“ oder „Scheinkrieg“ bezeichnet wurden. Diese Phase endete im April 1940 mit dem deutschen Angriff auf Dänemark und Norwegen. Was die Alliierten nicht wussten: Hitler nutzte diese scheinbare Ruhe zur Vorbereitung eines Großangriffs im Westen – sein Ziel war es, einen ersten entscheidenden Schlag gegen Frankreich zu führen und Paris einzunehmen.

    Ermutigt durch den raschen Sieg über Polen, beabsichtigte Hitler, auch im Westen auf die Blitzkriegstaktik zu setzen. Dabei stellte sich Frankreich als deutlich stärkerer Gegner dar – sowohl in Bezug auf militärische Kapazitäten als auch angesichts der historisch als uneinnehmbar geltenden Maginot-Linie. Dennoch war Hitlers Plan, die französische Verteidigung zu umgehen, durch Belgien und die Ardennen vorzustoßen und schließlich in triumphaler Weise in Paris einzumarschieren.

    Was die Alliierten nicht wussten, war, dass Hitler nach Westen vorstoßen wollte, um den ersten großen Schlag des Krieges zu führen.

     Britische Soldaten schießen während der Evakuierung von Dünkirchen auf deutsche Flugzeuge. 

    Foto: PD

    Die Deutschen griffen Belgien in dem Glauben an, dass die Alliierten daraufhin ihre Verteidigungskräfte dorthin verlagern würden, um eine erwartete Invasion abzuwehren. In Wirklichkeit jedoch erfolgte der Hauptangriff auf Frankreich durch die bewaldeten Ardennen – ein Gebiet zwischen Belgien und dem nördlichen Ende der Maginot-Linie, das von den Franzosen als unpassierbar eingeschätzt wurde. Dieser Vorstoß überraschte die französischen Streitkräfte völlig. Die deutschen Truppen stießen rasch bis zum Ärmelkanal vor und drängten französische, britische und belgische Einheiten gegen das Meer.

    Obwohl Hitler ursprünglich mit einer Million Verlusten auf deutscher Seite gerechnet hatte, beliefen sich die Opferzahlen während des Vormarsches der Wehrmacht bis zu ihrem symbolträchtigen Einzug auf den Champs-Élysées in Paris auf etwa 27.000 Gefallene.

    Doch der eigentliche Triumph der deutschen Armee vollzog sich an einem Ort, dessen strategische Bedeutung zunächst unterschätzt wurde: an den Stränden von Dünkirchen im Norden Frankreichs. Dort wurden mehr als 338.000 alliierte Soldaten eingekesselt und sahen in dem gallischen Hafen ihre letzte Möglichkeit zur Flucht. General Lord Gort, Oberbefehlshaber der British Expeditionary Force (BEF), war verantwortlich für die Durchführung der Operation Dynamo – die Evakuierung der alliierten Truppen aus dem französischen Küstengebiet. Diese Rettungsaktion fand zwischen dem 26. Mai und dem 4. Juni 1940 statt.

    An den Stränden von Dünkirchen in Nordfrankreich gerieten mehr als 338.000 alliierte Soldaten in die Enge.


    Massen von britischen Soldaten an den Stränden von Dünkirchen

    Foto: PD

    In Wirklichkeit wäre die Operation nicht erfolgreich verlaufen, wenn Hitler am 24. Mai nicht den Befehl erteilt hätte, seine Panzerdivisionen zum Stillstand zu bringen. Der Grund für diese Entscheidung lag in der Absicht, die Panzerkräfte für mögliche Kämpfe gegen sich neu formierende französische Einheiten im Süden bereitzuhalten. Hinzu kam die Überzeugung Hermann Görings, des Oberbefehlshabers der deutschen Luftwaffe, er könne jeden Evakuierungsversuch der Briten aus der Luft vereiteln.

    Dieser überraschende Stopp ermöglichte es den eingekesselten alliierten Truppen, einen Verteidigungsperimeter zu errichten, der dem deutschen Angriff wirksam standhalten konnte. Weder der deutsche Artilleriebeschuss noch die Luftangriffe der deutschen Bomber konnten die Evakuierung stoppen. Letztere litten unter unzureichender Unterstützung durch eigene Jagdflugzeuge, die von entfernten Stützpunkten in Deutschland starteten. Im Gegensatz dazu verfügten die britischen Spitfires über nahegelegene Basen im Süden Englands, etwa in der Grafschaft Kent.

    Zudem herrschte in diesen Tagen ungewöhnlich ruhige See, was den Verlauf der Evakuierung erheblich erleichterte.

    Die Rückzugsoperation wäre nicht erfolgreich gewesen, wenn Hitler den Vormarsch seiner Truppen nicht gestoppt hätte, was unter Historikern bis heute umstritten ist.

    Britische Soldaten warten auf die Landung in Dover.

    Foto: PD

       

    Die meisten alliierten Soldaten konnten mit Schiffen der Royal Navy evakuiert werden, darunter dem Leichten Kreuzer HMS Calcutta und mehr als 30 eingesetzten Zerstörern. Doch da die Marine allein nicht in der Lage war, die enorme Zahl an Männern zu transportieren, kamen zahlreiche zivile Schiffe zu Hilfe. Diese spontanen Rettungseinsätze, durchgeführt von Fischkuttern, Handelsschiffen, Fährbooten und privaten Yachten, wurden zu einem Symbol nationaler Solidarität.

    Am 4. Juni wandte sich der britische Premierminister Winston Churchill mit einer eindringlichen Botschaft an die Nation. In einer seiner berühmtesten Reden erklärte er, dass Kriege nicht durch Evakuierungen gewonnen werden. Gleichzeitig beschwor er den unbeugsamen Willen der britischen Bevölkerung mit historischen Sätzen wie: „Wir werden bis zum Ende kämpfen“ und „Wir werden niemals kapitulieren.“ Der Erfolg der Evakuierung von Dünkirchen gab Großbritannien neue moralische Stärke, ermöglichte das Fortsetzen des Kampfes und sicherte dem Land vor allem die Sympathie und Aufmerksamkeit der amerikanischen Öffentlichkeit und Presse.

    EINTRITT ENGLANDS IN DEN ZWEITEN WELTKRIEG

    Im Sommer 1940 befand sich Nazi-Deutschland in beispiellosem Tempo im Besitz weiter Teile Europas: Polen, Norwegen, Dänemark, die Niederlande, Belgien, Luxemburg und Frankreich waren unter deutscher Kontrolle. Dabei profitierte das Deutsche Reich maßgeblich von der Unterstützung durch das faschistische Italien unter Benito Mussolini, das sich mitsamt seinen Kolonien im Mittelmeerraum und in Afrika den Achsenmächten angeschlossen hatte.

    Nach der schweren Niederlage an den Stränden von Dünkirchen und dem Scheitern geheimer Friedensverhandlungen zwischen britischen und deutschen Diplomaten in der Schweiz, sah sich Großbritannien einer neuen Bedrohung gegenüber: der Operation „Seelöwe“. Ziel dieses deutschen Angriffsplans war die militärische Invasion der britischen Inseln, wofür zunächst die Luftherrschaft über den Ärmelkanal und Südengland erlangt werden sollte.

    Im Zentrum dieser Strategie stand der massive Einsatz der deutschen Luftwaffe unter dem Kommando von Luftmarschall Hermann Göring. Durch die Vernichtung der britischen Royal Air Force (RAF) wollte das NS-Regime die Vorbedingungen für eine amphibische Invasion schaffen.

    Nach der schweren Niederlage an den Stränden von Dünkirchen stand den Briten eine neue Offensive bevor.


    Ein deutscher Heinkel He 111-Bomber fliegt am 7. September 1940 über die Surrey Commercial Docks im Süden Londons.

    Foto: PD

     

    Am 30. Juni vertraten Major Alfred Jodl und Generalfeldmarschall Wilhelm Keitel mit ungebrochenem Optimismus die Auffassung, dass der Sieg über Großbritannien nur noch eine Frage der Zeit sei – auch wenn nicht alle diese Einschätzung teilten. Kritische Stimmen wie die von Erich Raeder, dem Oberbefehlshaber der deutschen Kriegsmarine bis 1943, warnten vor der Realisierbarkeit einer groß angelegten Invasion, da es an geeigneten Schiffen für ein Unternehmen dieses Umfangs mangelte.

    Zugunsten der deutschen Luftwaffe waren jedoch drei Flottenverbände in strategisch wichtigen Regionen stationiert: in Frankreich, Norwegen und den Niederlanden. Die Luftflotte 5 hatte ihr Hauptquartier in Oslo, die Luftflotte 3 in Paris und die Luftflotte 2 in Brüssel. Insgesamt standen der Wehrmacht rund 3.600 Flugzeuge zur Verfügung, während die britische Royal Air Force lediglich über etwa 870 einsatzfähige Maschinen verfügte.

    Das entscheidende Hindernis für den Erfolg der Operation stellte jedoch die britische Nutzung des Radars dar sowie die technischen Grenzen der deutschen Jagdflugzeuge, die in der Luft weniger wendig waren als die britischen Spitfire und Hurricane. Im Juli 1940 begannen Angriffe der Messerschmitt Bf 109 auf britische Küstenschutzstellungen und Konvois im Ärmelkanal. Trotz dieser Bombardierungen wurde die britische Rüstungsproduktion aus Furcht vor einer vollständigen Zerschlagung nicht unterbrochen.

    Die Mehrheit der Historiker ist sich einig, dass der britische Premierminister Winston Churchill eine entscheidende Rolle dabei spielte, die Angst in der britischen Bevölkerung in Hoffnung zu verwandeln. Seine unermüdlichen Anstrengungen in dieser Hinsicht fanden auch im Parlament Anerkennung: In Westminster wurde er parteiübergreifend von Labour und Konservativen gleichermaßen gefeiert.

    Durch seine enge Verbindung zu US-Präsident Franklin D. Roosevelt sowie seine Wachsamkeit gegenüber der strategischen Lage im Atlantik legte Churchill zudem die Grundlage für die spätere amerikanische Unterstützung. Man könnte sagen, dass sein persönliches Charisma zu einem Gegenmittel gegen den Defätismus wurde, der in der britischen Gesellschaft zunehmend spürbar war.

    Churchill bewies zudem taktisches Geschick, als er im August 1940 durch den Bau falscher Hangars versuchte, die deutschen Luftangriffe von den eigentlichen Flugplätzen abzulenken und deren Zerstörung zu verhindern. Am 20. August würdigte er schließlich den Einsatz der britischen Piloten mit einem seiner berühmtesten Sätze: „Niemals haben so viele so wenigen so viel zu verdanken.“

    Historiker sind sich einig, dass das damalige Handeln des britischen Premierministers Winston Churchill von der Vorsehung bestimmt war.


    Bild einer der Straßen von London nach einem Bombenanschlag.

    Foto: PD

     

    Einige Historiker vertreten die Auffassung, dass Generalfeldmarschall Wilhelm Keitel in seiner strategischen Einschätzung naiv war, als er versuchte, Großbritannien mit Polen zu vergleichen. Die Wende zeichnete sich am 25. August ab, als die britische Royal Air Force als Reaktion auf die deutschen Bombenangriffe auf das Londoner East End den Berliner Flughafen Tempelhof sowie das Siemens-Werk bombardierte. Der angerichtete Schaden war zwar gering, reichte jedoch aus, um Adolf Hitler in Rage zu versetzen und einen grundlegenden Kurswechsel in der bisherigen Strategie herbeizuführen.

    Am 17. September wurde die geplante Invasion Großbritanniens, die unter dem Codenamen Unternehmen Seelöwe geführt wurde, offiziell verschoben. Stattdessen erteilte Hitler den Befehl zum Beginn des sogenannten Blitz – einer Serie wahlloser und anhaltender Luftangriffe der deutschen Luftwaffe auf zivile und industrielle Ziele in Großbritannien.

    Diese Bombardements, die von September bis November 1940 andauerten, richteten sich vor allem gegen London, aber auch gegen andere bedeutende Industriestädte wie Coventry. Ziel war es, durch massive Zerstörung die Moral der Bevölkerung zu brechen und den Widerstandswillen Großbritanniens zu schwächen.

    Die RAF rächte sich für die deutschen Bombenangriffe auf das Londoner East End, indem sie den Berliner Flughafen Tempelhof und das Siemens-Werk bombardierte.


    Die Stadt Coventry nach einem der verheerenden deutschen Bombenangriffe.

    Foto: PD

     

    Es waren harte Zeiten für die britische Bevölkerung, und die Filmindustrie hat jene Monate im Nachhinein mythologisiert – Bilder von Londonern, die sich vor Luftangriffen in den U-Bahn-Stationen der Hauptstadt in Sicherheit bringen, haben sich tief ins kollektive Gedächtnis eingebrannt. Winston Churchill beobachtete hilflos die Zerstörung Londons, konnte sich jedoch zumindest darauf verlassen, dass das britische Radarsystem – ein entscheidender Faktor in der Verteidigung – nicht durch deutsche Angriffe beschädigt worden war.

    Mitte September, als die deutsche Führung einen entscheidenden Schlag vorbereitete und eine Invasion britischen Bodens in Betracht zog, bombardierte die britische Royal Navy, unterstützt von der RAF, gezielt die bedeutendsten Invasionshäfen auf dem europäischen Festland, darunter Calais, Cherbourg und Boulogne. Die tatsächlichen Verluste auf beiden Seiten wurden vermutlich aus propagandistischen Gründen übertrieben dargestellt. Letztlich endete die Schlacht um England ohne klaren Sieger, was in Anbetracht der militärischen Überlegenheit der deutschen Luftwaffe als strategischer Erfolg Großbritanniens gewertet werden kann.

    Am 17. September 1940 gab Adolf Hitler die Operation Seelöwe endgültig auf und wandte sich einem neuen strategischen Ziel zu: dem Angriff auf die Sowjetunion.

    Es sei an dieser Stelle betont, dass die Operation Seelöwe, der sogenannte Eagle Day und der Blitz integrale Bestandteile der Luftschlacht um Großbritannien waren.

    DIE NAZIS ÜBERFALLEN DIE SOWJETUNION – OPERATION BARBAROSSA

    An Weihnachten 1940 gelangte Adolf Hitler zu der Überzeugung, dass ein demonstrativer Machtschlag notwendig sei, um die von Winston Churchill ausgehende Bedrohung der deutschen Interessen nachhaltig zu beseitigen. Aus diesem Entschluss heraus entstand die Richtlinie Nr. 21, die später unter dem Namen Operation Barbarossa bekannt wurde – benannt nach dem römisch-deutschen Kaiser Friedrich I. Barbarossa.

    Ziel dieser militärischen Großoffensive war der Überfall auf die Sowjetunion, die Zerschlagung des Kommunismus und die Auflösung des sowjetischen Staates. Im Zentrum der Ideologie stand der Plan, den sogenannten Lebensraum im Osten zu erobern. Dies sollte durch die Vertreibung der slawischen Bevölkerung, die militärische Besetzung des sowjetischen Territoriums bis zum Ural und die Ansiedlung deutscher Kolonisten erreicht werden. Die einheimische Bevölkerung sollte in ein System der Leibeigenschaft überführt werden und dem deutschen Siedlungsapparat dienen.

    Gleichzeitig sahen die Pläne vor, angrenzende Gebiete wie die Ukraine oder die baltischen Staaten formell in die Unabhängigkeit zu entlassen, jedoch unter faktischer Vormundschaft des Deutschen Reiches.

    Der Nazi-Diktator Adolf Hitler konzipierte die Richtlinie 21, die später als Operation Barbarossa bekannt wurde.


    Zunächst war der deutsche Vormarsch unaufhaltsam und ungebremst.

    Foto: CC

     

    In der Entstehungsgeschichte der Operation Barbarossa offenbart sich auch die tief verwurzelte Verachtung Adolf Hitlers gegenüber den slawischen Völkern, die in der nationalsozialistischen Ideologie als „Untermenschen“ galten. Sowohl Hitler als auch Stalin wussten trotz des am 23. August 1939 unterzeichneten deutsch-sowjetischen Nichtangriffspakts, dass dieser „Frieden“ nur von begrenzter Dauer sein konnte und eine militärische Konfrontation unausweichlich war.

    Mit dem Beginn der Operation Barbarossa eröffnete Nazi-Deutschland eine zweite Front und führte den Krieg in eine Dimension der Gewalt und Barbarei, die bis dahin beispiellos war. Rückblickend betrachtet markierte diese Invasion nicht nur den Beginn des militärischen Niedergangs des Dritten Reiches, sondern auch den Auftakt zur systematischen Verfolgung und Ermordung der jüdischen Bevölkerung Europas – dem Holocaust.

    Bis zu diesem Zeitpunkt war der Krieg für das NS-Regime erfolgreich verlaufen. Nach dem raschen Sieg über Frankreich war Hitler überzeugt, auch das europäische Russland binnen drei bis vier Monaten unterwerfen zu können. Um Moskau zu erreichen, entwickelte er eine dreigeteilte Angriffsstrategie: Im Norden sollte die Heeresgruppe Nord entlang der Ostseeküste durch Litauen marschieren und Leningrad (heute Sankt Petersburg) einnehmen. Die Heeresgruppe Mitte sollte über Minsk – die heutige Hauptstadt von Belarus – nach Moskau vorrücken. Parallel dazu sollte im Süden die Heeresgruppe Süd die fruchtbaren Gebiete der Ukraine erobern, in die Industriezentren an Don und Donez vorstoßen und anschließend die Ölfelder des Kaukasus besetzen.

    Rückblickend sind Militärexperten der Meinung, dass die Aufteilung der Offensive auf drei Fronten ein entscheidender strategischer Fehler war.

    Sobald die südlichen Gebiete gesichert worden wären, war vorgesehen, mit derselben Armee den wichtigen Marinestützpunkt auf der Krim sowie die Ölfelder im Kaukasus einzunehmen. Aus heutiger Sicht vertreten viele Historiker und Militäranalysten jedoch die Auffassung, dass sich die Hauptanstrengung auf das Ziel Moskau hätte konzentrieren müssen – als zentrales Kommunikations- und Industriezentrum der Sowjetunion. Die Einnahme Moskaus hätte die UdSSR vermutlich in zwei Teile gespalten und den deutschen Truppen eine effektivere Kontrolle über das gesamte sowjetische Gebiet ermöglicht.

    Das deutsche Oberkommando, mit Hitler an der Spitze, verfolgt die Operationen.

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    Ein weiteres Zeichen für die Selbstsicherheit, mit der das nationalsozialistische Deutschland in den Feldzug gegen die Sowjetunion zog, ist die Tatsache, dass nur etwa ein Fünftel der deutschen Truppen über ausreichende Winterbekleidung verfügte, um den extremen Temperaturen des russischen Winters standzuhalten. Hitler war überzeugt, dass das Deutsche Reich im Dezember bereits über eine neue Ostgrenze verfügen würde, die entlang der Wolga verlaufen sollte. Was jedoch weder er noch sein Generalstab vorausgesehen hatten, war, dass Moskau nicht vor Einbruch des Winters eingenommen werden konnte.

    Die Frühjahrsregenfälle hatten zahlreiche Flüsse über die Ufer treten lassen und das Gelände in einen Morast verwandelt, wodurch die Invasion auf die Sommermonate verschoben werden musste. Letztlich standen fast vier Millionen Soldaten der Achsenmächte rund drei Millionen sowjetischen Soldaten gegenüber, wobei die Deutschen mit 3.400 Panzern gegen eine überlegene Zahl von etwa 11.000 sowjetischen Panzern antraten.

    Doch warum setzten die Deutschen vergleichsweise wenige Panzer ein? Experten führen dies auf akuten Treibstoffmangel zurück, da die alliierten Seeblockaden die Versorgung stark einschränkten. Dieser Mangel zwang die Wehrmacht sogar dazu, Zugtiere für den Transport von Nachschub und Ausrüstung einzusetzen.

    Die Offensive auf sowjetisches Territorium begann am 22. Juni 1941 mit massiven Artillerieschlägen und Luftangriffen auf sowjetische Stellungen. Primäres Ziel der deutschen Luftwaffe waren die Flugplätze, da deren Ausschaltung die Lufthoheit über dem Frontgebiet sichern sollte. Bereits vier Tage später eroberte die Armee von General Hoth Minsk, wo 324.000 sowjetische Soldaten sowie 2.500 Panzer gefangen genommen wurden. Auch an den nördlichen und südlichen Frontabschnitten erzielte die Wehrmacht erhebliche Geländegewinne. Die Truppen unter General Hoth rückten durchschnittlich 32 Kilometer pro Tag vor und erreichten am 18. Juli die Stadt Smolensk, nur noch 369 Kilometer von Moskau entfernt.

    Das Hauptziel der deutschen Luftwaffe waren die Flugplätze, die ihren Luftraum in den ersten Monaten der Invasion sichern konnten.

    Trotz dieser Erfolge entschied Adolf Hitler gegen den Rat seiner Generäle, der Eroberung der Ukraine und Leningrads Vorrang zu geben. Am 19. Juli erließ er die Direktive 33, in der er anordnete, dass gepanzerte Einheiten von der Zentralfront abgezogen werden sollten, um die anderen Fronten zu verstärken. General Hoth wurde beauftragt, Kurs auf Leningrad zu nehmen und die Stadt einzukreisen. General Guderian sollte in Richtung Kiew und die ukrainischen Kohlereviere vorrücken und anschließend die Halbinsel Krim besetzen.

    Diese strategische Neuausrichtung verschaffte der sowjetischen Seite wertvolle Zeit, um sich neu zu organisieren und Verteidigungslinien zu stabilisieren, was die Offensive der Wehrmacht letztlich zum Scheitern verurteilte. In den rückwärtigen Gebieten gingen die Repressionen durch die deutsche SS mit großer Härte gegen die Zivilbevölkerung vor. Gleichzeitig behinderten Partisanengruppen, organisiert durch den sowjetischen Geheimdienst NKWD, den deutschen Nachschubverkehr durch gezielte Angriffe und Sabotageakte, was die Kontrolle über das besetzte Gebiet zusätzlich erschwerte.

    Tatsächlich verloren die Deutschen durch die Umsetzung der Direktive 33 über zwei Monate, die für das Gelingen der Operation Barbarossa von entscheidender Bedeutung gewesen wären. Darüber hinaus wirkten auch die klimatischen Bedingungen gegen sie. Am 15. Oktober 1941 stand die deutsche Armee nur noch 105 Kilometer vor Moskau. Der Angriff auf die sowjetische Hauptstadt, der unter dem Codenamen Operation Taifun lief, begann, doch ein schwerer Herbststurm und der einsetzende Schneefall machten die Straßen nahezu unpassierbar.

    Die Sowjets nutzten die Gelegenheit, um ihre Verteidigung zu verstärken. Aus Sibirien verlegte Einheiten wurden unter dem Kommando von General Georgi Schukow nach Westen verlegt. Diese Truppen waren an extreme Kälte gewöhnt und verfügten über moderne Panzer und Flugzeuge.

    Trotz der harschen Witterungsbedingungen hielt die Wehrmacht an ihrer gewohnten Angriffstaktik fest. Doch die sowjetische Gegenoffensive zwang die deutschen Truppen zum Rückzug – zu einem Zeitpunkt, als sie nur noch acht Kilometer von Moskau entfernt waren. Die extreme Kälte, die fehlende Winterausrüstung und der überdehnte Nachschub führten schließlich zum Scheitern eines der blutigsten Feldzüge des Zweiten Weltkriegs.


         

    Der Schnee verlangsamte den deutschen Vormarsch auf Moskau.

    Foto: CC

    PEARL HARBOUR UND DER EINTRITT DER VEREINIGTEN STAATEN IN DEN ZWEITEN WELTKRIEG

    Während Nazideutschland seinen scheinbar unaufhaltsamen Eroberungsfeldzug durch Europa fortsetzte, verhielten sich die Vereinigten Staaten gegenüber den parallel verlaufenden Konflikten – der japanischen Expansion in Ostasien und Hitlers Krieg in Europa – zunächst offiziell neutral. Diese Neutralität war jedoch zunehmend von Spannungen geprägt. Bereits im Jahr 1940 begannen die USA, die aggressive Ausweitung der japanischen Einflusssphäre, insbesondere in China und Südostasien, als Bedrohung ihrer strategischen und wirtschaftlichen Interessen im Pazifikraum zu werten.

    Die amerikanische Regierung entschloss sich daher, indirekt zugunsten Chinas einzugreifen und wirtschaftlichen Druck auf Japan auszuüben. In der Folge wurden verschiedene Maßnahmen gegen das Kaiserreich Japan ergriffen. Nach der Unterzeichnung des Antikominternpakts zwischen Nazideutschland, Italien und Japan im November 1941 reagierten die Vereinigten Staaten mit der vollständigen Einfrierung japanischer Vermögenswerte auf US-amerikanischen Konten. Zusätzlich verhängten sie ein umfassendes Exportverbot für strategisch wichtige Rohstoffe, darunter vor allem Öl, Stahl und Schrottmetall – Ressourcen, auf die Japan dringend angewiesen war, um seinen Krieg in Asien fortzuführen.

    1940 begannen die Vereinigten Staaten, die Expansion Japans als Bedrohung für ihre Interessen zu betrachten.


    Die USS Arizona sinkt nach dem japanischen Angriff auf Pearl Harbor.

    Foto: PD

     

    Da Japan seinen Krieg gegen China unbeirrt fortsetzte, galt ein militärischer Zusammenstoß mit den Vereinigten Staaten zunehmend als unvermeidlich. Das japanische Oberkommando analysierte angesichts dieser Gefahr mögliche Handlungsoptionen, musste jedoch einräumen, dass es der amerikanischen Marine in technischer wie materieller Hinsicht unterlegen war. Daraus ergab sich die Einsicht, dass Japan nicht über die Mittel verfügte, einem umfassenden Krieg mit den Vereinigten Staaten langfristig standzuhalten.

    In dieser Lage setzte das japanische Militär auf einen Überraschungsangriff, der dem Gegner möglichst großen Schaden zufügen sollte. Admiral Isoroku Yamamoto konnte die Führung der kaiserlichen Marine davon überzeugen, dass es effektiver sei, die Vereinigten Staaten ohne formelle Kriegserklärung anzugreifen und die US-Pazifikflotte mit einem gezielten Schlag entscheidend zu schwächen.

    Der für den Angriff gewählte Tag – Sonntag, der 7. Dezember 1941 – sollte in die Geschichte eingehen. Kurz vor Sonnenaufgang griffen japanische Flugzeuge in einer koordinierten Offensive den US-Marinestützpunkt Pearl Harbor auf der hawaiianischen Insel Oʻahu an. In Pearl Harbor befand sich das Hauptquartier der US-amerikanischen Pazifikflotte. Die Angreifer setzten insgesamt 353 Flugzeuge ein – darunter Jagdbomber, Bomber und Torpedoflugzeuge –, um die US-Flotte aus dem pazifischen Raum zu vertreiben.

    Kurz vor Sonnenaufgang griff die kaiserliche japanische Marine überraschend den Militärstützpunkt Pearl Harbor auf Hawaii an.

    Der Angriff erfolgte in zwei Wellen. In der ersten Phase wurden unter anderem die Schlachtschiffe USS Oklahoma und USS Arizona zerstört, weitere Schiffe erlitten schwere Schäden. Ziel der zweiten Angriffswelle waren insbesondere die Flugplätze in unmittelbarer Umgebung, um einen möglichen Gegenangriff zu unterbinden. Obwohl die US-Streitkräfte überrascht wurden, gelang es ihnen, mit Flugabwehrkanonen zu reagieren und einige Flugzeuge in die Luft zu bringen. Dabei konnten sie 29 japanische Maschinen abschießen.

    Trotz dieser Erfolge blieb der Angriff in seiner Wirkung begrenzt. Ein entscheidender Faktor war der Umstand, dass ein Großteil der amerikanischen Flotte zum Zeitpunkt des Angriffs nicht in Pearl Harbor vor Anker lag, sondern sich auf See befand. Darüber hinaus unterließen es die Angreifer, mehrere strategisch wichtige Ziele zu zerstören – darunter das Kraftwerk, die Werftanlagen, die Treibstofflager, die Torpedodepots, die U-Boot-Docks sowie die Gebäude des Hauptquartiers und des militärischen Geheimdienstes der Vereinigten Staaten.

    Die Japaner ließen mehrere strategische Enklaven des Marinestützpunkts Pearl Harbor unversehrt.


    Die Bombardierung von Pearl Harbor bedeutete den Eintritt Amerikas in den Zweiten Weltkrieg.

    Foto: CC

       

    Obwohl der Angriff auf Pearl Harbor für die Vereinigten Staaten einen schweren militärischen Rückschlag bedeutete, reagierten sie umgehend. Bereits am folgenden Tag, dem 8. Dezember 1941, erklärten die Vereinigten Staaten Japan den Krieg und traten damit offiziell in den Zweiten Weltkrieg ein. Drei Tage später, am 11. Dezember 1941, folgten Nazideutschland und das faschistische Italien unter Benito Mussolini mit eigenen Kriegserklärungen an die Vereinigten Staaten. Damit war der globale Charakter des Konflikts vollends besiegelt.

    Die kaiserlich-japanische Armee hatte, ohne es zu beabsichtigen, den „schlafenden Riesen“ geweckt. Die Bombardierung von Pearl Harbor löste in der amerikanischen Bevölkerung eine Welle der Empörung und nationalen Einigkeit aus. Dieser Angriff sollte sich letztlich als ein entscheidender Wendepunkt im Verlauf des größten militärischen Konflikts der Menschheitsgeschichte erweisen.

    DIE ENTSCHEIDUNGSSCHLACHT VON STALINGRAD

    Im Frühjahr 1942 tobte der Zweite Weltkrieg weiterhin erbittert an der Ostfront. Doch Rohstoffmangel, die Erschöpfung beider Armeen und ein außergewöhnlich harter Winter, gefolgt vom einsetzenden Tauwetter, führten zu einem erheblichen Rückgang der militärischen Beweglichkeit. In Russland ist dieses jahreszeitlich bedingte Phänomen als rasputitsa bekannt – eine Phase, in der unbefestigte Wege in unpassierbare Schlammfelder verwandelt werden.

    Trotz dieser widrigen Umstände war Adolf Hitler im Jahr 1942 entschlossen, der Sowjetunion den entscheidenden Schlag zu versetzen, bevor die Vereinigten Staaten ihre wirtschaftliche und militärische Überlegenheit vollständig entfalten konnten. Zu diesem Zweck begann am 28. Juni 1942 die sogenannte Operation Blau – eine Großoffensive mit dem strategischen Ziel, die reichen Ölquellen des Kaukasus unter deutsche Kontrolle zu bringen. Denn der drohende Mangel an Treibstoff stellte eine ernste Gefahr für die Aufrechterhaltung der deutschen Kriegsmaschinerie dar.

    Am 28. Juni startete Hitler die so genannte Operation Blau, deren Ziel es war, die Bodenschätze und Ölvorkommen in der Ukraine und im Kaukasus zu erobern.

    Ein zentrales Hindernis auf dem Weg zu diesen Ressourcen stellte die Stadt Stalingrad dar – ein bedeutender industrieller Knotenpunkt an der Wolga. Hitler war überzeugt, dass die Eroberung dieser Stadt die Nachschublinien der Roten Armee empfindlich stören und die sowjetischen Verteidigungsfähigkeiten entscheidend schwächen würde.


    Luftangriff der deutschen Luftwaffe auf Stalingrad im September 1942.

    Foto: CC / German Federal Archives

     

    Hier ist die vollständig überarbeitete Version deines Textes – ohne horizontale Linien, ohne Kürzungen, mit Erhalt aller Inhalte und Struktur, im akademisch präzisen, grammatikalisch und stilistisch überarbeiteten Stil:

    Die Operation Blau, die strategische Sommeroffensive des Jahres 1942, wurde in zwei Hauptrichtungen geführt: einerseits nach Süden mit dem Ziel, die Ölfelder des Kaukasus zu erobern, andererseits nach Osten in Richtung Stalingrad entlang des Flusses Don, um den südlichen Vormarsch flankierend abzusichern.

    Die Kontrolle über Stalingrad entwickelte sich dabei zu einem Schlüsselziel der nationalsozialistischen Offensive an der Ostfront. Am 23. August 1942 begannen die Kämpfe um diese Stadt, die nicht nur über eine bedeutende Rüstungsindustrie verfügte, sondern auch ein zentraler Eisenbahnknotenpunkt war. Bereits Wochen zuvor hatte Josef Stalin eine Reihe von Maßnahmen zur Verteidigung der Stadt eingeleitet. In weiser Voraussicht, dass ein Angriff wahrscheinlich war, wies er an, die Bevölkerung in der Stadt zu belassen, um die Verteidigungsbereitschaft zu stärken und Panik zu vermeiden.

    Am 28. Juli erließ Stalin den berüchtigten Befehl Nr. 227, der unter dem Motto „Keinen Schritt zurück!“ in die sowjetische Geschichte einging. Dieser Befehl untersagte jeden Rückzug ohne ausdrücklichen Befehl und stellte Desertion unter strengste Strafe.

    Am 23. August 1942 begannen die Kämpfe um die Stadt, die über eine starke Rüstungsindustrie verfügte und ein wichtiger Verkehrsknotenpunkt war.

    In diesem Kontext trafen die vorrückenden deutschen Truppen unter General Friedrich Paulus auf eine Verteidigung, die von den sowjetischen Generälen Andrei Jerjomenko und Wassili Tschuikow mit äußerster Entschlossenheit organisiert wurde. Die Wehrmacht konnte nicht ahnen, dass sie sich in einen zermürbenden Häuser- und Straßenkampf verstricken würde – in einer fast vollständig zerstörten Stadt, in der die sowjetischen Truppen jede Straße, jeden Keller und jede Fabrikhalle kannten und zu verteidigen wussten.

    Trotz der hohen Verluste, die die Rote Armee bereits erlitten hatte, gelang es ihr, durch nächtliche Verstärkungen über die Wolga ihre Stellung zu halten. Gleichzeitig erlitt auch die deutsche Armee enorme Verluste. Dennoch gelang es den Angreifern zunächst, die sowjetischen Truppen zurückzudrängen, was Hitler dazu veranlasste, am 8. November 1942 öffentlich die Eroberung von Stalingrad zu verkünden – ein Triumph, der sich bald als verfrüht erweisen sollte.

    Die Deutschen konnten nicht wissen, dass die Sowjets in Stalingrad eine Überraschung in Form von heftigen Straßenkämpfen für sie bereithielten.


    Wehrmachtssoldaten, die einen schlammigen Wagen durch das schreckliche Rasputitsa im November 1941 ziehen.

    Foto: CC / German Federal Archives

     

    Doch diese Freude sollte sich als voreilig erweisen. Was Hitler nicht wusste, war, dass Stalin mitten in der Schlacht um Stalingrad die Operation Uranus befohlen hatte – eine groß angelegte Gegenoffensive, die darauf abzielte, die deutsche 6. Armee, die rumänische 3. und 4. Armee sowie Teile der 4. Panzerarmee einzukesseln. Diese strategisch geschickt geplanten Bewegungen der Roten Armee trafen auf eine deutsche Führung, die die Gefahren unterschätzte. Besonders verhängnisvoll war die Fehleinschätzung Hermann Görings, wonach die Luftwaffe in der Lage sei, die eingeschlossenen Truppen ausreichend aus der Luft zu versorgen.

    Auf Hitlers ausdrücklichen Befehl hin, ihre Positionen unter allen Umständen zu halten, mussten die eingeschlossenen Truppen zusehen, wie die sowjetischen Einheiten den Ring um Stalingrad immer enger zogen. Als schließlich keine Aussicht auf Entsatz oder Versorgung mehr bestand, entschloss sich Generalfeldmarschall Friedrich Paulus – entgegen dem ausdrücklichen Willen Hitlers – zur Kapitulation. Am 2. Februar 1943 ergab sich die Resteinheit der 6. Armee, was als einer der symbolträchtigsten Wendepunkte des Krieges in die Geschichte einging.

    Stalingrad war der erste große sowjetische Triumph, aber es war keine Entscheidungsschlacht.

    Auch wenn Stalingrad als ein Meilenstein auf dem Weg zur Wende im Krieg angesehen wird, so war es doch noch nicht der entscheidende Schlag. Der Eindruck, dass sich die Ostfront seitdem grundsätzlich zu Gunsten der Sowjetunion gewendet habe, greift zu kurz. Vielmehr war es die Schlacht von Kursk im Juli 1943 – die größte Panzerschlacht der Geschichte –, die endgültig das Kräfteverhältnis verschob. Bis dahin war es der Wehrmacht zwar gelungen, Teile der Front zu stabilisieren, doch fehlte es an strategischer Initiative und operativem Erfolg.

    TAG D: DIE LANDUNG IN DER NORMANDIE

    Auf der Konferenz von Teheran, die Ende 1943 in der iranischen Hauptstadt stattfand und an der Stalin, Churchill und Roosevelt teilnahmen, forderte die Sowjetunion die rasche Eröffnung einer zweiten Front im Westen, um den Druck auf die eigenen Truppen im Osten zu mindern. Diese Forderung wurde von den westlichen Alliierten aufgegriffen, und man einigte sich auf eine großangelegte Invasion über die Küstenregion der Normandie in Nordfrankreich.

    Diese Operation Overlord, wie sie offiziell hieß, begann am 6. Juni 1944 – dem sogenannten D-Day. Sie zählt zu den bedeutendsten militärischen Unternehmungen des Zweiten Weltkriegs und markierte den Beginn der Rückeroberung Westeuropas. Eingeleitet wurde die Invasion durch eine gewaltige kombinierte Militäraktion zu Lande, zur See und in der Luft – die sogenannte Operation Neptun.

    Die Operation Overlord begann mit einem massiven Land-, Luft- und Seemilitärmanöver (Operation Neptun), das Tausende von Toten forderte.

    Tausende alliierte Soldaten – vor allem amerikanische, britische und kanadische Truppen – landeten unter schwerem Beschuss an mehreren Strandabschnitten, die unter dem Namen Utah, Omaha, Gold, Juno und Sword in die Geschichte eingingen. Trotz hoher Verluste gelang es den Alliierten, Brückenköpfe zu etablieren und die deutschen Verteidigungslinien des Atlantikwalls zu durchbrechen.

    Die erfolgreiche Landung ermöglichte es, eine zweite Front in Europa zu eröffnen, die gemeinsam mit dem sowjetischen Vormarsch von Osten her zur militärischen Wende beitrug und das Ende des Dritten Reiches beschleunigte.


    US-Soldaten an Bord eines Landungsbootes bei der Annäherung an Omaha Beach in der Normandie.

    Foto: PD

     

    Die Planung der Operation Overlord stellte eine der anspruchsvollsten militärischen Herausforderungen des gesamten Zweiten Weltkriegs dar. Jeder Aspekt musste minutiös vorbereitet und in höchster Präzision ausgeführt werden – vergleichbar mit einer chirurgischen Operation. Das übergeordnete Ziel war die Eroberung der Normandie als Ausgangspunkt für den Vormarsch in das Zentrum Europas.

    Adolf Hitler war sich bewusst, dass eine alliierte Invasion bevorstand. Doch aufgrund gezielter alliierter Täuschungsmanöver war er überzeugt, dass die Landung bei Calais stattfinden würde – der geografisch naheliegendsten Stelle für einen Angriff aus Großbritannien. Diese Fehleinschätzung führte dazu, dass bedeutende deutsche Truppenverbände nicht rechtzeitig an die tatsächlichen Landeabschnitte verlegt wurden.

    Der Aufmarsch der alliierten Streitkräfte im Rahmen der Operation Overlord begann in den frühen Morgenstunden des 6. Juni 1944 entlang eines etwa 80 Kilometer langen Küstenstreifens in der Normandie. Die Invasion erfolgte an fünf verschiedenen Strandabschnitten, die unter den Codenamen Utah, Omaha, Gold, Juno und Sword in die Geschichtsbücher eingingen.

    In einer motivierenden Botschaft an seine Soldaten sprach General Dwight D. Eisenhower unmittelbar vor dem Angriff die berühmten Worte:
    Das Blatt hat sich gewendet! Die freien Menschen der Welt marschieren gemeinsam zum Sieg. … Wir werden nichts Geringeres als den totalen Sieg akzeptieren.

    In der Nacht vor der amphibischen Landung warfen etwa 23.000 alliierte Fallschirmjäger hinter den deutschen Verteidigungslinien ab – mit Fallschirmen und Gleitflugzeugen. Ihr Ziel war es, strategisch wichtige Stellungen zu erobern und zu sichern, um einen möglichen Gegenangriff der Wehrmacht während der Hauptlandung am Morgen zu verhindern.

    Etwa 23.000 alliierte Fallschirmjäger warfen sich mit Fallschirmen und Gleitern hinter den deutschen Verteidigungslinien ab.

    Diese Einheiten hatten den Auftrag, Zugänge zu den Stränden zu sichern, Brücken und Infrastruktur zu zerstören sowie erste Brückenköpfe zu bilden. Diese befestigten Stellungen sollten es ermöglichen, Nachschub und Verstärkung zügig ins Landesinnere zu verlegen und den Vormarsch der alliierten Truppen abzusichern.


    In den Fängen des Todes, ein Foto von Robert F. Sargent, das die Landung der US-Truppen auf Omaha Beach am 6. Juni 1944 zeigt.

    Foto: CC / Robert F. Sargent

     

    Um eine derartig umfangreiche Operation durchführen zu können, wurde die Rüstungsproduktion in den Vereinigten Staaten massiv hochgefahren. Im ersten Halbjahr 1944 überquerten rund 9 Millionen Tonnen Nachschub und militärisches Material den Atlantik in Richtung Großbritannien. Ergänzt wurde dieser logistische Kraftakt durch zahlreiche kanadische Truppen, die seit Dezember 1939 in Großbritannien stationiert und dort ausgebildet worden waren, sowie durch mehr als 1,4 Millionen US-amerikanische Soldaten, die zwischen 1943 und 1944 nach Europa verlegt wurden, um an der Invasion teilzunehmen.

    Der D-Day entwickelte sich zur größten koordinierten Marine-, Luft- und Landoperation der Geschichte. Die Landung an den Stränden der Normandie erforderte ein Höchstmaß an Abstimmung zwischen allen beteiligten militärischen Teilstreitkräften. Im Jahr 1944 befanden sich über 2 Millionen alliierte Soldaten aus mehr als zwölf Nationen in Großbritannien und warteten auf den Befehl zum Angriff.

    Am Tag der Landung selbst kamen die meisten Soldaten aus den Vereinigten Staaten, Großbritannien und Kanada, unterstützt von Einheiten aus Australien, Belgien, Tschechoslowakei, den Niederlanden, Frankreich, Griechenland, Neuseeland, Norwegen und Polen, sowohl aus der Luft als auch am Boden.

    Der D-Day hat aufgrund seines spektakulären Charakters oft die umfassendere Bedeutung des Normandie-Feldzugs überstrahlt. Doch in den drei Monaten nach der erfolgreichen Landung starteten die Alliierten eine Reihe groß angelegter Offensiven, die es ihnen letztlich erlaubten, bis an die deutschen Grenzen vorzudringen.

    Die alliierten Truppen stießen auf den erbitterten Widerstand der Deutschen und der Bocage.

    Allerdings war der Vormarsch kein leichter. Die Truppen hatten nicht nur mit entschlossenem Widerstand der Wehrmacht zu kämpfen, sondern auch mit den besonderen geographischen Bedingungen der Region. Die sogenannte Bocage-Landschaft – ein Mosaik aus kleinen Feldern, die von hohen, dicht bewachsenen Hecken und engen Hohlwegen umgeben waren – bot der deutschen Verteidigung ideale Bedingungen für die Einrichtung gut getarnter Stellungen und Hinterhalte.

    Trotz dieser widrigen Umstände sollte der blutige 6. Juni 1944 sowie die folgenden Wochen in der Normandie mit einem entscheidenden Sieg der Alliierten enden. Dieser bildete die Grundlage für die schrittweise Befreiung Nordwesteuropas und leitete die letzte Phase des Zweiten Weltkriegs in Europa ein.


    Nachschublandung am Omaha Beach im Juni 1944 während des D-Day.

    Foto: PD

     

    Nach dem D-Day setzten die Alliierten ihre militärischen Operationen mit Nachdruck fort. Die Kampagnen in Italien zwangen die deutschen Truppen, sich sowohl im Westen als auch im Osten schrittweise zurückzuziehen. Gleichzeitig leitete die sowjetische Offensive „Operation Bagration“ im Sommer 1944 eine der vernichtendsten militärischen Schläge gegen die Wehrmacht ein. Diese gewaltige Offensive in Weißrussland und dem östlichen Polen schwächte die deutschen Kräfte entscheidend und verhinderte die Verlegung von Truppen an die Westfront.

    Etwa zehn Wochen nach der Landung in der Normandie eröffneten die Alliierten eine zweite Invasionsfront – diesmal an der südfranzösischen Mittelmeerküste im Rahmen der Operation Dragoon. Ziel war es, in das Herz Deutschlands vorzustoßen und die deutschen Streitkräfte durch eine doppelte Front in die Zange zu nehmen. Angesichts dieser strategischen Übermacht blieb den Truppen Adolf Hitlers kaum mehr als das Ausharren in einem Krieg, dessen Verlauf zunehmend von Fehleinschätzungen, Zermürbung und logistischer Überforderung geprägt war. Der Preis dafür war katastrophal hoch – für die deutsche Armee ebenso wie für die Zivilbevölkerung.

    DER FALL BERLINS UND DAS ENDE DES NAZISMUS

    Frühjahr 1945. Die Lage im Deutschen Reich war zu diesem Zeitpunkt verzweifelt. Die sowjetischen Truppen drangen von Osten her tief ins Landesinnere vor, während die westlichen Alliierten unter der Führung von General Eisenhower rasch durch das Rheinland marschierten. Das Dritte Reich war eingekesselt, und es war keine nennenswerte Hilfe mehr von den einstigen Verbündeten zu erwarten.

    Das Dritte Reich konnte praktisch nicht mit der Hilfe seiner Verbündeten Italien und Ungarn und auch nicht mit der Japans rechnen.

    Italien war seit dem Sturz Mussolinis und der Kapitulation 1943 teilweise von deutschen Truppen besetzt, aber in weiten Teilen bereits unter Kontrolle der Alliierten. Ungarn hatte seine Unabhängigkeit faktisch verloren und wurde militärisch vom sowjetischen Vormarsch überwältigt. Japan, das sich noch im Krieg mit den Vereinigten Staaten befand, war weit entfernt und auf dem Rückzug im Pazifikraum. Hitlers Bündnissystem war somit vollständig zusammengebrochen.

    Die letzten Monate des Krieges sollten zu den blutigsten und erbarmungslosesten zählen. Die Rote Armee näherte sich der deutschen Hauptstadt, und der Kampf um Berlin kündigte sich an – eine Schlacht, die das Ende des nationalsozialistischen Regimes besiegeln sollte.


    Sowjetische Soldaten hissen eine Fahne auf dem Balkon des berühmten Hotels Adlon in Berlin.

    Foto: Cordon Press

     

    Obwohl das militärische Oberkommando der Nazis zugesichert hatte, dass Berlin das Grab der Roten Armee sein würde, sollte sich diese Vorhersage nie erfüllen. Damals hatte sich Hitler in seinem Bunker verschanzt und jeglichen Sinn für die Realität verloren. Das Dritte Reich, das tausend Jahre Bestand haben sollte, war nicht in der Lage, sich zu verteidigen und zerfiel zusehends. Für all diejenigen, die an der Front gewesen waren (und nun verwundet oder verstümmelt waren), klangen die Detonationen, die am 19. April 1945 am Stadtrand von Berlin zu hören waren, ganz anders. Es war das Geräusch von sowjetischen Artilleriegranaten; es war nicht vergleichbar mit dem Geräusch der alliierten Flugzeugbomben, an das sie gewöhnt waren. Das konnte nur eines bedeuten: Berlin war nun in Reichweite der sowjetischen Geschütze, und das Ende war nahe. Sie hatten in der Tat nicht unrecht.

    Trotz der Überlegenheit der angreifenden Armee war der Befehl Hitlers klar: Widerstand bis zum Schluss. Der Führer, der sich mit anderen Naziführern wie Martin Bormann, Albert Speer und Joseph Goebbels in seinem Bunker verschanzt hatte, wollte von einer Kapitulation nichts wissen. Schließlich war Hitler bereit, die gesamte Bevölkerung Berlins zu opfern, ohne dass dies etwas gebracht hätte: Auf die Kapitulation und das Zeigen der weißen Fahne stand die Todesstrafe, und jeder, der desertierte oder sich versteckte, um dem Kampf zu entgehen, wurde kurzerhand gehängt. Es gab einen Moment, in dem die Russen eine kurze Pause in ihrem Vormarsch einlegten, aber die Deutschen konnten dies nicht nutzen, um die Verteidigung der Stadt vorzubereiten. Berlin verfügte nur über einige SS-Fliegerabwehreinheiten und den Volkssturm, und trotzdem wurde beschlossen, keine Festungsarbeiten vorzunehmen.

    Es gab einen Moment, in dem die Russen eine kurze Pause in ihrem Vormarsch einlegten, aber die Deutschen konnten dies nicht nutzen, um sich auf die Verteidigung von Berlin vorzubereiten.

    Hitler war widerspenstig, ständig in lange und fruchtlose Reden vertieft. Aber seine Macht war immer noch intakt, so dass er den sogenannten Nero-Befehl erließ, der eine Politik der verbrannten Erde gegenüber dem Feind vorsah. Im Wesentlichen ging es darum, jede Infrastruktur (Verkehr, Industrie, Kommunikation usw.) zu zerstören, die den Feind begünstigen könnte, was in der Praxis die Zerstörung Deutschlands bedeutete. Die Anordnung wurde nie umgesetzt.

    Der Führer wechselte zwischen Euphorie und unkontrollierten Wutausbrüchen gegen alles und jeden, insbesondere gegen alle seine Generäle, die er als unfähig und Verräter brandmarkte. Überwältigt von der Situation, warf er seinen Generälen vor, nicht die richtigen Entscheidungen für die Verteidigung Berlins getroffen zu haben. Er beurlaubte General Guderian wegen Krankheit, löste ihn als Generalstabschef ab und ernannte General Hans Krebs zu seinem Nachfolger.

    Am 20. April 1945, Hitlers 56. Geburtstag, bombardierten amerikanische B-17- und britische Lancaster-Flugzeuge das Berliner Stadtzentrum, zerstörten zahlreiche Gebäude, zwangen 2.000 Berliner zur Evakuierung und ließen die Stadt ohne Strom. Zwei Tage später, am 22. April, lobte jemand bei einer Besprechung in Hitlers Bunker die hervorragende Arbeit der 12. Armee unter dem Kommando von General Walther Wenck im Kampf gegen die Amerikaner in Magdeburg. Als er die Nachricht hörte, schien das Zittern des Führers zu verschwinden, und in einer seiner üblichen Stimmungsschwankungen schien er endlich die Lösung gefunden zu haben: General Wenck würde umkehren und Berlin retten. Natürlich konnte Wenck dieses unmögliche Ziel nicht erreichen: Berlin war eingekesselt und lag im Sterben.

    Hitler dachte, dass General Wenck umkehren und Berlin retten würde. Offensichtlich konnte Wenck dieses unmögliche Ziel nicht erreichen.

    Schließlich versuchte General Helmuth Weidling, eine operative Verteidigung der Stadt aufzubauen, konnte aber nur auf die Unterstützung einiger zerfallender Truppen zählen. Gemeinsam mit Mitgliedern des Volkssturms, der Hitlerjugend und der Polizei errichteten diese Männer Barrikaden mit Straßenbahnen und beschmierten die verbleibenden Wände mit Graffiti, die zum Widerstand und zum Endsieg aufriefen. Aber alles vergeblich.

    Sowjetische Granaten begannen auf das Zentrum von Berlin zu fallen. Dennoch leistete die Hauptstadt mit der Entschlossenheit derjenigen Widerstand, die wissen, dass sie keine andere Wahl haben. Vergeblich. Nach und nach wurden die Berliner Stadtteile von den Sowjets besetzt, während die Zivilbevölkerung in die rauchgeschwängerten Tunnel der U-Bahn flüchtete.

    Die deutsche Hauptstadt widersetzte sich dem sowjetischen Angriff mit der Entschlossenheit eines Menschen, der weiß, dass er keine andere Wahl hat, aber alles vergeblich.

    Am Abend des 30. April 1945 durchbrach ein Revolverschuss aus dem Schlafzimmer des Führers die undurchdringliche Stille des Bunkers. Hitler hatte sich gerade erschossen, nachdem er eine Zyankalikapsel geschluckt hatte. Neben ihm lag Eva Braun, die er am Vortag geheiratet hatte, leblos auf dem Sofa. Die Offiziere brachten beide Leichen in den Garten des Kanzleramtes, was durch den ständigen sowjetischen Beschuss erschwert wurde. Nachdem sie die Leichen in ein zuvor ausgehobenes Grab geworfen hatten, setzten sie sie in Brand. Während die sterblichen Überreste des Nazi-Diktators draußen in den Flammen verbrannten, vollzogen Goebbels, Bormann, Burgdorf und Krebs den letzten nationalsozialistischen Gruß zu seinen Ehren. Damit war Adolf Hitler, der Begründer des Dritten Reiches, für immer verschwunden.

    Am 2. Mai stand Berlin vor dem Fall, und viele Anhänger des Regimes, darunter auch viele SS-Angehörige, zogen es vor, Selbstmord zu begehen, anstatt in die Hände der Sowjets zu fallen. Am 7. Mai 1945 kapitulierte Deutschland in Reims bedingungslos vor den westlichen Alliierten und am 9. Mai in Berlin vor den Sowjets. In der Hauptstadt herrschte totales Chaos, denn auf den Sieg folgte die Plünderung. Die russischen Soldaten, die größtenteils aus der Steppe und dem Kaukasus stammten, hatten noch nie eine Stadt wie diese gesehen und kannten den Luxus von Berlin nicht. Sie stahlen alles, was sie kriegen konnten, und nach den Plünderungen begannen die Massenvergewaltigungen (ein Thema, über das während des Kalten Krieges wenig gesprochen wurde). Obwohl die russischen Medien diese Ereignisse als "Erfindungen" des Westens darstellten, stammt ein Großteil der Beweise aus dem Tagebuch eines jungen jüdischen Leutnants aus der Zentralukraine namens Vladimir Gelfand.


    Das Brandenburger Tor in Berlin, das von Bomben dem Erdboden gleichgemacht wurde.

    Foto: CC / German Federal Archives

     

    In Wirklichkeit ist die genaue Zahl der Frauen, die nach dem Fall Berlins vergewaltigt wurden, bis heute unbekannt. Einige Historiker gehen sogar von rund 100.000 Fällen aus. Auf jeden Fall begingen viele von ihnen – junge und alte Menschen, aber auch Kinder und ältere Frauen – Selbstmord oder starben an der Brutalität ihrer Behandlung. Mütter versteckten ihre Töchter, um sie zu schützen, und Männer, die dies zu verhindern versuchten, bezahlten mit ihrem Leben, ebenso wie Frauen, die sich widersetzten.

    DER ZWEITE WELTKRIEG GEHT IN JAPAN WEITER

    Während in Europa mit dem Sturz und Tod Adolf Hitlers und des Naziregimes ein Ende des Zweiten Weltkriegs in Sicht war, hatten die Vereinigten Staaten im Pazifik praktisch alle von Japan gehaltenen Inseln befreit, und die Amerikaner waren entschlossen, in Japan zu landen. Nach den durchschlagenden Niederlagen bei Midway (Juni 1942) und Guadalcanal (November 1942) wurde die japanische Flotte in der Schlacht im Golf von Leyte (Oktober 1944) vernichtend geschlagen, und Japan war auf See nicht mehr zu verteidigen und stand kurz vor der Kapitulation. Japan war jedoch bereit, mit den Vereinigten Staaten über einen Frieden zu verhandeln, der Gebietsabtretungen vorsah, ohne jedoch den göttlichen Charakter des Kaisers in Frage zu stellen.

    Die Vereinigten Staaten hatten praktisch alle von Japan gehaltenen Inseln befreit, und die Amerikaner waren entschlossen, in Japan zu landen.


    Die USS Yorktown wird bei Midway von japanischen Torpedos getroffen.

    Foto: PD

       

    Der Krieg im Pazifik war in der Tat lang und blutig. Eines der symbolträchtigsten Gefechte war das auf Iwo Jima, nicht nur wegen des Fotos der amerikanischen Soldaten beim Hissen der US-Flagge, das von dem Fotografen Joe Rosenthal aufgenommen wurde und zu einer Ikone der alliierten Propaganda wurde, sondern auch wegen seiner Grausamkeit und Härte. Dieser Feldzug, der zwischen Februar und März 1945 stattfand, war bis dahin beispiellos, denn die japanischen Soldaten, die sich zwischen den Vulkanen und in unterirdischen Stollen verschanzten, fügten den US-amerikanischen Truppen, die auf den schwarzen Sandstränden landeten und sich durch zerklüftetes Gelände kämpften, hohe Verluste zu. Aus diesem Grund erhielt die Schlacht den makabren Beinamen „Fleischwolf“.

    Ein weiteres Schlüsseldatum im amerikanisch-japanischen Konflikt war der 9. März 1945 auf den Marianeninseln. Es war der Beginn der Operation Meetinghouse, einer Mission, die Tokio in weniger als 24 Stunden dem Erdboden gleichmachen sollte. Die erste Welle des US-Angriffs bestand aus 54 Flugzeugen, gefolgt von einer zweiten Welle mit weiteren 271 Bombern. Die Operation sollte um Mitternacht vom 9. auf den 10. März beginnen, da das US-Oberkommando der Ansicht war, es sei am einfachsten und effektivsten, die schlafende und unvorbereitete Bevölkerung zu treffen, um eine möglichst hohe Zahl an Opfern zu verursachen.

    Die Operation Meetinghouse war eine Mission, die darauf abzielte, Tokio in weniger als vierundzwanzig Stunden vom Angesicht der Erde zu tilgen.


    Die Operation Meetenghouse verwüstete Tokio und kostete Tausende von Einwohnern Tokios das Leben.

    Foto: PD

     

    Während des tödlichen Sperrfeuers auf die japanische Hauptstadt warfen die Flugzeuge Streubomben ab, die von den Amerikanern als „Tokio-Visitenkarten“ bezeichnet wurden. Beim Aufschlag entluden sie ihre tödliche Fracht aus weißem Phosphor und Napalm, einem klebrigen Benzingel, das in den Labors der Harvard University entwickelt worden war. Die Temperaturen in Tokio erreichten 980 Grad Celsius, das Wasser in Flüssen und Kanälen begann zu kochen, und Fensterscheiben schmolzen. Das Feuer erfasste schnell zahlreiche Häuser, die aus Holz und Papier bestanden und ursprünglich nur auf Erdbebensicherheit ausgelegt waren. In der Drei-Millionen-Stadt wurden rund 260.000 Häuser zerstört, mindestens 105.400 Menschen kamen ums Leben – sie verbrannten oder schmolzen buchstäblich. Insgesamt wurde ein Viertel der Stadt ausgelöscht. General Curtis LeMay, der federführend für die Operation verantwortlich war, prahlte später mit den Worten: „Wir haben sie zu Tode geröstet und gebacken.“

    Vor seinem Tod im Jahr 2009 entschuldigte sich Robert S. McNamara, einer der Architekten der Operation Meetinghouse und späterer US-Verteidigungsminister, für den Angriff, rechtfertigte ihn jedoch mit den Worten: „Um Gutes zu tun, muss man manchmal auch Böses tun.“ General LeMay erklärte seinerseits, es sei nicht unmoralisch gewesen, in einer einzigen Nacht etwa 100.000 Menschen durch Brandbomben zu töten, wohl aber unklug, es nicht getan zu haben und stattdessen Tausende US-Soldaten zu opfern. „Ich denke, wenn wir verloren hätten, wäre ich als Kriegsverbrecher behandelt worden“, fügte er hinzu.

    Während Tokio bombardiert wurde, setzten die Alliierten im Pazifik ihren Vormarsch auf die Insel Okinawa fort, die größte der Ryūkyū-Inseln südlich der vier japanischen Hauptinseln. Die japanischen Streitkräfte waren nicht mehr in der Lage, wirksam Widerstand zu leisten, und entschieden sich zu einem verzweifelten Selbstmordangriff auf die US-Flotte – die sogenannte Operation Ten-Gō. Das Schlachtschiff Yamato, das größte der Welt zur Zeit des Zweiten Weltkriegs, stach gemeinsam mit neun weiteren Kriegsschiffen in See, um einen letzten Angriff auf die alliierten Kräfte bei Okinawa zu führen. Doch die amerikanische Luftüberlegenheit war überwältigend: Die Yamato und fünf weitere japanische Schiffe wurden versenkt. Diese Operation zeigte erneut, dass die japanischen Militärführer bereit waren, den Krieg mit Kamikaze-Taktiken fortzusetzen, um den Vormarsch der Alliierten auf die japanischen Hauptinseln zu verlangsamen. Am 21. Juni 1945 erklärten die USA Okinawa zur gesicherten Zone.

    DIE ATOMBOMBEN VON HIROSHIMA UND NAGASAKI

    Der Angriff auf Pearl Harbor genügte den Vereinigten Staaten, die bis dahin nominell neutral gewesen waren, um in den verheerenden globalen Konflikt einzutreten. Bereits am 8. Dezember 1941 erklärten sie Japan den Krieg. In den folgenden vier Jahren führten die USA einen erbitterten Feldzug gegen Japan – sowohl auf dem chinesischen Festland als auch im Pazifik, wo die Eroberung jeder Insel ein zermürbender Kleinkrieg war.

    Am 8. Dezember 1941 traten die Vereinigten Staaten, die bis dahin nominell neutral waren, aktiv in den Krieg ein.


    Detonationen der auf Hiroshima (links) und Nagasaki (rechts) abgeworfenen Atombomben.

    Foto: PD

       

    Während die beiden Länder militärisch weitgehend gleichauf lagen, sollte der Zusammenbruch des nationalsozialistischen Deutschlands die Lage für die japanische Armee erheblich verschärfen. Ausschlaggebend für den endgültigen Umschwung zugunsten der Alliierten war jedoch die Entwicklung einer neuen, furchterregenden Geheimwaffe – ein Projekt, das unter dem Codenamen „Manhattan-Projekt“ bekannt wurde. Es handelte sich um eine Initiative der Vereinigten Staaten, unterstützt durch das Vereinigte Königreich und Kanada, mit dem Ziel, die erste Atombombe noch vor dem nationalsozialistischen Deutschland zu entwickeln.

    An dem Projekt waren einige der bedeutendsten Wissenschaftler ihrer Zeit beteiligt, darunter Robert Oppenheimer, Niels Bohr und Enrico Fermi. Der erste erfolgreiche Testlauf der neuen Waffe erfolgte am 16. Juli 1945 unter dem Namen „Trinity“ in der Wüste von Alamogordo im US-Bundesstaat New Mexico. Die Bombe wurde letztlich nicht gegen Deutschland eingesetzt, sollte jedoch zu dem Mittel werden, mit dem die Vereinigten Staaten den Krieg in Asien endgültig beenden würden.

    In den frühen Morgenstunden des 6. August 1945, zwischen 1:12 Uhr und 1:15 Uhr, startete der amerikanische Bomber vom Typ B-29 „Enola Gay“ unter dem Kommando von Colonel Paul Tibbets vom Luftwaffenstützpunkt auf der Insel Tinian der Marianen mit Kurs auf Hiroshima. An Bord befand sich eine mit Uran-235 bestückte Atombombe mit dem Namen „Little Boy“, die wenige Stunden später das dicht besiedelte Zentrum der japanischen Stadt treffen sollte. Um 7:09 Uhr wurde die Bevölkerung durch einen Luftangriffsalarm gewarnt, ausgelöst durch das Aufklärungsflugzeug „Straight Flush“, eine weitere B-29 unter dem Kommando von Major Claude Eatherley, das einen Erkundungsflug über Hiroshima absolvierte. Überraschenderweise wurde das Flugzeug weder von der Flugabwehr noch von japanischen Jagdflugzeugen abgefangen, wodurch es der „Enola Gay“ grünes Licht für den Einsatz der Waffe geben konnte.


    Nachbildung der über Hiroshima abgeworfenen Atombombe Little Boy.

    Foto: PD

     

    An jenem Montag, dem 6. August 1945, dämmerte es in Hiroshima wie an jedem anderen Tag, bis die Einwohner um 8.11 Uhr drei amerikanische B-29-Bomber, darunter die Enola Gay mit ihrer tödlichen Ladung, am Horizont auftauchen sahen. Minuten später öffneten sich die Ladeluken des Bombers, während die beiden anderen Flugzeuge Fallschirmsprengköpfe abwarfen (um die Wirkung der Waffe später zu testen). Little Boy begann im freien Fall über Hiroshima zu schweben. Es war der Anfang vom Ende für alle, die dort lebten.

    Um 8.11 Uhr sahen die Einwohner von Hiroshima drei amerikanische B-29-Bomber am Horizont auftauchen, darunter die Enola Gay mit ihrer tödlichen Ladung.

    Oberst Paul Tibbets posiert mit der Enola Gay.

    Foto: Cordon Press
    Drei Tage später, am Donnerstag, dem 9. August 1945, erhielt die B-29 Bockscar unter dem Piloten Major Charles Sweeney den Auftrag, eine zweite Atombombe namens Fat Man zu transportieren und auf die Stadt Kokura abzuwerfen. In Wirklichkeit war Nagasaki ein sekundäres Ziel und es war nur geplant, die tödliche Nutzlast auf die Stadt abzuwerfen, falls das erste Ziel nicht erreicht werden konnte. Der Plan für den Einsatz war praktisch identisch mit dem für Hiroshima.

    Als das Flugzeug in Kokura ankam, war die Stadt in Wolken gehüllt, und nachdem er sie dreimal mit wenig Treibstoff überflogen hatte, beschloss der Pilot, einen Kurs auf Nagasaki zu setzen. Die Treibstoffanzeige zeigte an, dass der Bomber nicht genug Treibstoff haben würde, um Iwo Jima zu erreichen, und gezwungen sein würde, nach Okinawa auszuweichen. Sweeney entschied dann, dass sie, falls in Nagasaki die gleichen Wetterbedingungen wie in Kokura herrschten, mit der Bombe nach Okinawa zurückkehren und versuchen würden, sie ins Meer zu werfen.

    Sweeney beschloss, dass sie, falls in Nagasaki die gleichen Wetterbedingungen wie in Kokura herrschten, mit der Bombe nach Okinawa zurückkehren und versuchen würden, sie ins Meer zu werfen.

    Doch im letzten Moment öffnete sich eine Lücke zwischen den Wolken, die auch den Himmel über Nagasaki bedeckten, so dass die US-Flugzeuge Sichtkontakt mit dem Ziel herstellen und die Bombe schließlich um 11.01 Uhr abwerfen konnten. Dreiundvierzig Sekunden später explodierte Fat Man 469 Meter über der Stadt und fast 3 Kilometer vom ursprünglichen Ziel entfernt. Die Detonation hatte eine Sprengkraft von 22 Kilotonnen und erzeugte eine geschätzte Temperatur von 3.900 Grad und Windgeschwindigkeiten von 1.005 Kilometern pro Stunde.

    Die Detonation der Bombe, die auf Nagasaki fiel, hatte eine Sprengkraft von 22 Kilotonnen und erzeugte eine geschätzte Temperatur von 3.900 Grad und Windgeschwindigkeiten von 1.005 Kilometern pro Stunde.


    Titelseite des Jacksonville Daily Journal vom 15. August 1945 mit der Meldung über die Kapitulation Japans.

    Foto: Cordon Press

     

    Die menschliche Tragödie, die die Städte Hiroshima und Nagasaki heimsuchte, forderte in Hiroshima etwa 140.000 und in Nagasaki etwa 70.000 Opfer, darunter die direkten Opfer der Bombardierung und diejenigen, die bis Ende 1945 an den Folgen der Strahlung starben. Die Nachricht von der totalen Zerstörung Nagasakis durch eine zweite Atombombe war ein schwerer Schlag für das japanische Kaiserreich, das am selben Tag, dem 9. August 1945, den unerwarteten Angriff der Sowjetunion in der Mandschurei erlebte. Dies sollte die Ereignisse beschleunigen und Kaiser Hiro-Hito verkündete am 15. August 1945 die bedingungslose Kapitulation Japans vor den Alliierten.

    Die Kapitulation wurde am 2. September mit der Unterzeichnung des Friedensvertrags an Bord des Schlachtschiffs USS Missouri in der Bucht von Tokio wirksam. Der Zweite Weltkrieg war vorbei.
       

    DIE KAPITULATION UND DAS ENDE DES ZWEITEN WELTKRIEGS

    Es besteht kein Zweifel, dass der Zweite Weltkrieg der zerstörerischste und blutigste Konflikt in der Geschichte der Menschheit war. In der dunklen Zeit von 1939 bis 1945 verloren Millionen von Menschen ihr Leben, vor allem in Europa und Asien. Das Blutbad gipfelte im Abwurf der Atombomben auf die japanischen Städte Hiroshima und Nagasaki, ein Ereignis, das Kaiser Hiro-Hito dazu zwang, die Kapitulation Japans zu verkünden und einen endgültigen Frieden mit den Alliierten zu schließen.

    Der Zweite Weltkrieg war der zerstörerischste und blutigste Konflikt in der Geschichte der Menschheit.


    Der japanische Außenminister Mamoru Shigemitsu unterzeichnet die Kapitulationsurkunde Japans an Bord der USS Missouri.

    Foto: PD

     

    Das Jahr 1945 sollte ein Wendepunkt werden. In diesem Jahr kam es zum Zusammenbruch des nationalsozialistischen Deutschlands nach dem Selbstmord Adolf Hitlers, der Zerstörung des Kerns des Dritten Reichs und der Unterzeichnung des Waffenstillstands von Reims am 8. Mai 1945. Dies war auch das Jahr, in dem der faschistische Diktator Benito Mussolini starb und das faschistische Italien (Republik von Salò) aufgelöst wurde. Neben Nazi-Deutschland und dem faschistischen Italien stürzten auch andere gleichgesinnte Regime wie Ungarn, die Slowakei und Kroatien, wobei letzteres bis Mitte Juni durchhielt, bevor es in Jugoslawien aufging.

    Titelseite des Montreal Daily Star mit der Ankündigung der deutschen Kapitulation.

    Foto: PD

     

    Auch der Zweite Weltkrieg war Schauplatz ungeheurer Gräueltaten. Während des Konflikts kam es zu wahllosen Angriffen auf die Zivilbevölkerung und zur systematischen Verfolgung verschiedener Gruppen aus politischen, rassischen oder religiösen Gründen. Das Ende des Konflikts brachte die Schrecken ans Licht, die Nazi-Deutschland in den Konzentrations- und Vernichtungslagern, die im gesamten eroberten Europa errichtet wurden, und die so genannte "Endlösung der Judenfrage", die zum Holocaust führen sollte, verübte. Es ist schockierend, Namen wie Auschwitz, Belzec, Bergen Belsen, Buchenwald, Dachau und eine lange Liste von Horrorlagern zu hören, die die Alliierten zwangen, eine ganze Justizmaschinerie in Gang zu setzen, um die Täter und Komplizen des Naziregimes, die wegen Verbrechen gegen den Frieden, Kriegsverbrechen und Verbrechen gegen die Menschlichkeit angeklagt waren, zu verfolgen. Die Stadt, die für diese Prozesse ausgewählt wurde, war Nürnberg, die symbolträchtige Stadt, in der die Nationalsozialistische Partei (NSDAP) in der Vergangenheit ihre großen Kongresse abgehalten hatte.

    Diese historischen Prozesse, die als Nürnberger Prozesse bekannt sind, legten den Grundstein für die Entwicklung der internationalen Justiz und die Schaffung neuer Gesetze, die über das Justizsystem der einzelnen Länder hinausgingen. Die Sitzungen dieser Prozesse, in denen eine Reihe von NS-Führern wie Göring, Hess und Ribbentrop sowie einfache Beamte des Regimes angeklagt waren, dauerten knapp ein Jahr (vom 20. November 1945 bis zum 1. Oktober 1946), und es wurden harte Urteile verhängt, darunter die Todesstrafe für zwölf Angeklagte.

    Die Nürnberger Prozesse fanden vom 20. November 1945 bis zum 1. Oktober 1946 in Nürnberg statt.

    Nürnberg war jedoch nicht das einzige Tribunal, das zur Verfolgung von Verbrechen während des Zweiten Weltkriegs eingerichtet wurde. Für die von den Japanern begangenen Verbrechen wurde außerdem ein Tribunal eingerichtet, das Internationale Militärtribunal für den Fernen Osten (1946-1948), wo die Tokioter Prozesse stattfanden. Allerdings wurden dort nicht die gleichen Maßstäbe angelegt wie in Nürnberg. Ein Beispiel dafür war, dass Kaiser Hiro-Hito nicht vor Gericht gestellt wurde, sondern im Gegenteil im Amt blieb, und viele der verhängten Strafen wurden gemildert oder sogar umgewandelt. Die politische Situation änderte sich. Japan war nicht mehr der Feind, den es zu bekämpfen galt, sondern sollte zu einem unverzichtbaren Verbündeten im Kampf gegen die wachsende Bedrohung durch den Kommunismus werden.


                                                                                             






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  •     Jüdisches Berlin  "Das Unvergessliche ist geschehen" / "Личные воспоминания"
  •     Süddeutsche Zeitung  "So dachten die Sieger"
  •     Financial Times Deutschland  "Aufzeichnungen aus den Kellerlöchern"
  •     Badisches Tagblatt  "Ehrliches Interesse oder narzisstische Selbstschau?"
  •     Freie Presse  "Ein Rotarmist in Berlin"
  •     Nordkurier/Usedom Kurier  "Aufzeichnungen eines Rotarmisten ungefiltert"
  •     Nordkurier  "Tagebuch, Briefe und Erinnerungen"
  •     Ostthüringer Zeitung  "An den Rand geschrieben"
  •     Potsdamer Neueste Nachrichten  "Hier gibt es Mädchen"
  •     NDR Info. Forum Zeitgeschichte "Features und Hintergründe"
  •     Deutschlandradio Kultur. Politische Literatur. "Lasse mir eine Dauerwelle machen"
  •     Konkret "Watching the krauts. Emigranten und internationale Beobachter schildern ihre Eindrücke aus Nachkriegsdeutschland"
  •     Cicero "Voodoo Child. Die verhexten Kinder"
  •     Dagens Nyheter  "Det oaendliga kriget"
  •     Utopie-kreativ  "Des jungen Leutnants Deutschland - Tagebuch"
  •     Neues Deutschland  "Berlin, Stunde Null"
  •     Webwecker-bielefeld  "Aufzeichnungen eines Rotarmisten"
  •     Südkurier  "Späte Entschädigung"
  •     Online Rezension  "Das kriegsende aus der Sicht eines Soldaten der Roten Armee"
  •     Saarbrücker Zeitung  "Erstmals: Das Tagebuch eines Rotarmisten"
  •     Neue Osnabrücker Zeitung  "Weder Brutalbesatzer noch ein Held"
  •     Thüringische Landeszeitung  "Vom Alltag im Land der Besiegten"
  •     Das Argument  "Wladimir Gelfand: Deutschland-Tagebuch 1945-1946. Aufzeichnungen eines Rotarmisten"
  •     Deutschland Archiv: Zeitschrift für das vereinigte Deutschland "Betrachtungen eines Aussenseiters"
  •     Neue Gesellschaft/Frankfurter Hefte  "Von Siegern und Besiegten"
  •     Deutsch-Russisches Museum Berlin-Karlshorst "Deutschland-Tagebuch 1945-1946. Aufzeichnungen eines Rotarmisten"
  •     Online Rezensionen. Die Literaturdatenbank
  •     Literaturkritik  "Ein siegreicher Rotarmist"
  •     RBB Kulturradio  "Ein Rotarmist in Berlin"
  •     їнська правда  "Нульовий варiант" для ветеранiв вiйни / Комсомольская правда "Нулевой вариант" для ветеранов войны"
  •     Dagens Nyheter. "Sovjetsoldatens dagbok. Hoppfull läsning trots krigets grymheter"
  •     Ersatz  "Tysk dagbok 1945-46 av Vladimir Gelfand"
  •     Borås Tidning  "Vittnesmåil från krigets inferno"
  •     Sundsvall (ST)  "Solkig skildring av sovjetisk soldat frеn det besegrade Berlin"
  •     Helsingborgs Dagblad  "Krigsdagbok av privat natur"
  •     2006 Bradfor  "Conference on Contemporary German Literature"
  •     Spring-2005/2006/2016 Foreign Rights, German Diary 1945-1946
  •     Flamman / Ryska Posten "Dagbok kastar tvivel över våldtäktsmyten"
  •     INTERPRES "DAGBOG REJSER TVIVL OM DEN TYSK-REVANCHISTISKE “VOLDTÆGTSMYTE”
  •     Expressen  "Kamratliga kramar"
  •     Expressen Kultur  "Under våldets täckmantel"
  •     Lo Tidningen  "Krigets vardag i röda armén"
  •     Tuffnet Radio  "Är krigets våldtäkter en myt?"
  •     Norrköpings Tidningar  "En blick från andra sidan"
  •     Expressen Kultur  "Den enda vägens historia"
  •     Expressen Kultur  "Det totalitära arvet"
  •     Allehanda  "Rysk soldatdagbok om den grymma slutstriden"
  •     Ryska Posten  "Till försvar för fakta och anständighet"
  •     Hugin & Munin  "En rödarmist i Tyskland"
  •     Theater "Das deutsch-russische Soldatenwörtebuch" / Театр  "Русско-немецкий солдатский разговорник"
  •     SWR2 Radio "Journal am Mittag"
  •     Berliner Zeitung  "Dem Krieg den Krieg erklären"
  •     Die Tageszeitung  "Mach's noch einmal, Iwan!"
  •     The book of Paul Steege: "Black Market, Cold War: Everyday Life in Berlin, 1946-1949"
  •     Телеканал РТР "Культура"  "Русско-немецкий солдатский разговорник"
  •     Аргументы и факты  "Есть ли правда у войны?"
  •     RT "Russian-German soldier's phrase-book on stage in Moscow"
  •     Утро.ru  "Контурная карта великой войны"
  •     Коммерсантъ "Языковой окоп"
  •     Телеканал РТР "Культура":  "Широкий формат с Ириной Лесовой"
  •     Museum Berlin-Karlshorst  "Das Haus in Karlshorst. Geschichte am Ort der Kapitulation"
  •     Das Buch von Roland Thimme: "Rote Fahnen über Potsdam 1933 - 1989: Lebenswege und Tagebücher"
  •     Das Buch von Bernd Vogenbeck, Juliane Tomann, Magda Abraham-Diefenbach: "Terra Transoderana: Zwischen Neumark und Ziemia Lubuska"
  •     Das Buch von Sven Reichardt & Malte Zierenberg: "Damals nach dem Krieg Eine Geschichte Deutschlands - 1945 bis 1949"
  •     Lothar Gall & Barbara Blessing: "Historische Zeitschrift Register zu Band 276 (2003) bis 285 (2007)"
  •     Wyborcza.pl "Kłopotliwy pomnik w mieście z trudną historią"
  •     Kollektives Gedächtnis "Erinnerungen an meine Cousine Dora aus Königsberg"
  •     Das Buch von Ingeborg Jacobs: "Freiwild: Das Schicksal deutscher Frauen 1945"
  •     Wyborcza.pl "Strącona gwiazda wdzięczności"
  •     Закон i Бiзнес "Двічі по двісті - суд честі"
  •     Радио Свобода "Красная армия. Встреча с Европой"
  •     DEP "Stupri sovietici in Germania (1944-45)"
  •     Дніпропетровський національний історичний музей ім. Яворницького "Музей і відвідувач: методичні розробки, сценарії, концепції. Листи з 43-го"
  •     Explorations in Russian and Eurasian History "The Intelligentsia Meets the Enemy: Educated Soviet Officers in Defeated Germany, 1945"
  •     DAMALS "Deutschland-Tagebuch 1945-1946. Gedankenwelt des Siegers"
  •     Das Buch von Pauline de Bok: "Blankow oder Das Verlangen nach Heimat"
  •     Das Buch von Ingo von Münch: "Frau, komm!": die Massenvergewaltigungen deutscher Frauen und Mädchen 1944/45"
  •     Das Buch von Roland Thimme: "Schwarzmondnacht: Authentische Tagebücher berichten (1933-1953). Nazidiktatur - Sowjetische Besatzerwillkür"
  •     История государства "Миф о миллионах изнасилованных немок"
  •     Das Buch Alexander Häusser, Gordian Maugg: "Hungerwinter: Deutschlands humanitäre Katastrophe 1946/47"
  •     Heinz Schilling: "Jahresberichte für deutsche Geschichte: Neue Folge. 60. Jahrgang 2008"
  •     Jan M. Piskorski "WYGNAŃCY: Migracje przymusowe i uchodźcy w dwudziestowiecznej Europie"
  •     Wayne State "The Cultural Memory Of German Victimhood In Post-1990 Popular German Literature And Television"
  •     Deutschlandradio "Heimat ist dort, wo kein Hass ist"
  •     Journal of Cold War Studies "Wladimir Gelfand, Deutschland-Tagebuch 1945–1946: Aufzeichnungen eines Rotarmisten"
  •     ЛЕХАИМ "Евреи на войне. Солдатские дневники"
  •     Частный Корреспондент "Победа благодаря и вопреки"
  •     Перспективы "Сексуальное насилие в годы Второй мировой войны: память, дискурс, орудие политики"
  •     Радиостанция Эхо Москвы & RTVi "Не так" с Олегом Будницким: Великая Отечественная - солдатские дневники"
  •     Books Llc "Person im Zweiten Weltkrieg /Sowjetunion/ Georgi Konstantinowitsch Schukow, Wladimir Gelfand, Pawel Alexejewitsch Rotmistrow"
  •     Das Buch von Jan Musekamp: "Zwischen Stettin und Szczecin - Metamorphosen einer Stadt von 1945 bis 2005"
  •     Encyclopedia of safety "Ladies liberated Europe in the eyes of Russian soldiers and officers (1944-1945 gg.)"
  •     Азовские греки "Павел Тасиц"
  •     Newsland "СМЯТЕНИЕ ГРОЗНОЙ ОСЕНИ 1941 ГОДА"
  •     Wallstein "Demokratie im Schatten der Gewalt: Geschichten des Privaten im deutschen Nachkrieg"
  •     Вестник РГГУ "Болезненная тема второй мировой войны: сексуальное насилие по обе стороны фронта"
  •     Das Buch von Jürgen W. Schmidt: "Als die Heimat zur Fremde wurde"
  •     ЛЕХАИМ "Евреи на войне: от советского к еврейскому?"
  •     Gedenkstätte/ Museum Seelower Höhen "Die Schlacht"
  •     The book of Frederick Taylor "Exorcising Hitler: The Occupation and Denazification of Germany"
  •     Огонёк "10 дневников одной войны"
  •     The book of Michael Jones "Total War: From Stalingrad to Berlin"
  •     Das Buch von Frederick Taylor "Zwischen Krieg und Frieden: Die Besetzung und Entnazifizierung Deutschlands 1944-1946"
  •     WordPress.com "Wie sind wir Westler alt und überklug - und sind jetzt doch Schmutz unter ihren Stiefeln"
  •     Олег Будницкий: "Архив еврейской истории" Том 6. "Дневники"
  •     Åke Sandin "Är krigets våldtäkter en myt?"
  •     Michael Jones: "El trasfondo humano de la guerra: con el ejército soviético de Stalingrado a Berlín"
  •     Das Buch von Jörg Baberowski: "Verbrannte Erde: Stalins Herrschaft der Gewalt"
  •     Zeitschrift fur Geschichtswissenschaft "Gewalt im Militar. Die Rote Armee im Zweiten Weltkrieg"
  •     Ersatz-[E-bok] "Tysk dagbok 1945-46"
  •     The book of Michael David-Fox, Peter Holquist, Alexander M. Martin: "Fascination and Enmity: Russia and Germany as Entangled Histories, 1914-1945"
  •     Елена Сенявская "Женщины освобождённой Европы глазами советских солдат и офицеров (1944-1945 гг.)"
  •     The book of Raphaelle Branche, Fabrice Virgili: "Rape in Wartime (Genders and Sexualities in History)"
  •     (סקירה   צבאית נשים של אירופה המשוחררת דרך עיניהם של חיילים וקצינים סובייטים (1944-1945
  •     БезФорматаРу "Хоть бы скорей газетку прочесть"
  •     ВЕСТНИК "Проблемы реадаптации студентов-фронтовиков к учебному процессу после Великой Отечественной войны"
  •     Zeitschrift für Geschichtswissenschaft 60 (2012), 12
  •     Все лечится "10 миллионов изнасилованных немок"
  •     Симха "Еврейский Марк Твен. Так называли Шолома Рабиновича, известного как Шолом-Алейхем"
  •     Nicolas Bernard "La Guerre germano-soviétique: 1941-1945" (Histoires d'aujourd'hui) E-Book
  •     Annales: Nathalie Moine "La perte, le don, le butin. Civilisation stalinienne, aide étrangère et biens trophées dans l’Union soviétique des années 1940"
  •     Das Buch von Beata Halicka "Polens Wilder Westen. Erzwungene Migration und die kulturelle Aneignung des Oderraums 1945 - 1948"
  •     Das Buch von Jan M. Piskorski "Die Verjagten: Flucht und Vertreibung im Europa des 20. Jahrhundert"
  •     "آسو  "دشمن هرگز در نمی‌زن
  •     Уроки истории. ХХ век. Гефтер. "Антисемитизм в СССР во время Второй мировой войны в контексте холокоста"
  •     Ella Janatovsky "The Crystallization of National Identity in Times of War: The Experience of a Soviet Jewish Soldier"
  •     Word War II Multimedia Database "Borgward Panzerjager At The Reichstag"
  •     Militaergeschichtliche Zeitschrift "Buchbesprechungen"
  •     Всеукраинский еженедельник Украина-Центр "Рукописи не горят"
  •     Bücher / CD-s / E-Book von Niclas Sennerteg "Nionde arméns undergång: Kampen om Berlin 1945"
  •     Das Buch von Michaela Kipp: "Großreinemachen im Osten: Feindbilder in deutschen Feldpostbriefen im Zweiten Weltkrieg"
  •     Петербургская газета "Женщины на службе в Третьем Рейхе"
  •     Володимир Поліщук "Зроблено в Єлисаветграді"
  •     Deutsch-Russisches Museum Berlin-Karlshorst. Katalog zur Dauerausstellung / Каталог постоянной экспозиции
  •     Clarissa Schnabel "The life and times of Marta Dietschy-Hillers"
  •     Alliance for Human Research Protection "Breaking the Silence about sexual violence against women during the Holocaust"
  •     Еврейский музей и центр толерантности. Группа по работе с архивными документами"
  •     Эхо Москвы "ЦЕНА ПОБЕДЫ: Военный дневник лейтенанта Владимира Гельфанда"
  •     Bok / eBok: Anders Bergman & Emelie Perland "365 dagar: Utdrag ur kända och okända dagböcker"
  •     РИА Новости "Освободители Германии"
  •     Das Buch von Miriam Gebhardt "Als die Soldaten kamen: Die Vergewaltigung deutscher Frauen am Ende des Zweiten Weltkriegs"
  •     Petra Tabarelli "Vladimir Gelfand"
  •     Das Buch von Martin Stein "Die sowjetische Kriegspropaganda 1941 - 1945 in Ego-Dokumenten"
  •     Książka Beata Halicka "Polski Dziki Zachód. Przymusowe migracje i kulturowe oswajanie Nadodrza 1945-1948"
  •     The German Quarterly "Philomela’s Legacy: Rape, the Second World War, and the Ethics of Reading"
  •     MAZ LOKAL "Archäologische Spuren der Roten Armee in Brandenburg"
  •     Tenona "Как фашисты издевались над детьми в концлагере Саласпилс. Чудовищные исторические факты о концлагерях"
  •     Deutsches Historisches Museum "1945 – Niederlage. Befreiung. Neuanfang. Zwölf Länder Europas nach dem Zweiten Weltkrieg"
  •     День за днем "Дневник лейтенанта Гельфанда"
  •     BBC News "The rape of Berlin" / BBC Mundo / BBC O`zbek  / BBC Brasil / BBC فارْسِى "تجاوز در برلین"
  •     Echo24.cz "Z deníku rudoarmějce: Probodneme je skrz genitálie"
  •     The Telegraph "The truth behind The Rape of Berlin"
  •     BBC World Service "The Rape of Berlin"
  •     ParlamentniListy.cz "Mrzačení, znásilňování, to všechno jsme dělali. Český server připomíná drsné paměti sovětského vojáka"
  •     WordPress.com "Termina a Batalha de Berlim"
  •     Dnevnik.hr "Podignula je suknju i kazala mi: 'Spavaj sa mnom. Čini što želiš! Ali samo ti"                  
  •     ilPOST "Gli stupri in Germania, 70 anni fa"
  •     上 海东方报业有限公司 70年前苏军强奸了十万柏林妇女?很多人仍在寻找真相
  •     연 합뉴스 "BBC: 러시아군, 2차대전때 독일에서 대규모 강간"
  •     세계 일보 "러시아군, 2차대전때 독일에서 대규모 강간"
  •     Telegraf "SPOMENIK RUSKOM SILOVATELJU: Nemci bi da preimenuju istorijsko zdanje u Berlinu?"
  •     Múlt-kor "A berlini asszonyok küzdelme a szovjet erőszaktevők ellen"
  •     Noticiasbit.com "El drama oculto de las violaciones masivas durante la caída de Berlín"
  •     Museumsportal Berlin "Landsberger Allee 563, 21. April 1945"
  •     Caldeirão Político "70 anos após fim da guerra, estupro coletivo de alemãs ainda é episódio pouco conhecido"
  •     Nuestras Charlas Nocturnas "70 aniversario del fin de la II Guerra Mundial: del horror nazi al terror rojo en Alemania"
  •     W Radio "El drama oculto de las violaciones masivas durante la caída de Berlín"
  •     La Tercera "BBC: El drama oculto de las violaciones masivas durante la caída de Berlín"
  •     Noticias de Paraguay "El drama de las alemanas violadas por tropas soviéticas hacia el final de la Segunda Guerra Mundial"
  •     Cnn Hit New "The drama hidden mass rape during the fall of Berlin"
  •     Dân Luận "Trần Lê - Hồng quân, nỗi kinh hoàng của phụ nữ Berlin 1945"
  •     Český rozhlas "Temná stránka sovětského vítězství: znásilňování Němek"
  •     Historia "Cerita Kelam Perempuan Jerman Setelah Nazi Kalah Perang"
  •     G'Le Monde "Nỗi kinh hoàng của phụ nữ Berlin năm 1945 mang tên Hồng Quân"
  •     BBC News 코리아 "베를린에서 벌어진 대규모 강간"
  •     Эхо Москвы "Дилетанты. Красная армия в Европе"
  •     Der Freitag "Eine Schnappschussidee"
  •     باز آفريني واقعيت ها  "تجاوز در برلین"
  •     Quadriculado "O Fim da Guerra e o início do Pesadelo. Duas narrativas sobre o inferno"
  •     Majano Gossip "PER NON DIMENTICARE... LE PORCHERIE COMUNISTE!!!"
  •     非 中国日报网 "柏林的强奸"
  •     Constantin Film "Anonyma - Eine Frau in Berlin. Materialien zum Film"
  •     Русская Германия "Я прижал бедную маму к своему сердцу и долго утешал"
  •     De Gruyter Oldenbourg "Erinnerung an Diktatur und Krieg. Brennpunkte des kulturellen Gedächtnisses zwischen Russland und Deutschland seit 1945"
  •     Memuarist.com "Гельфанд Владимир Натанович"
  •     Πανεπιστημίου Ιωαννίνων "Οι νόμοι του Πλάτωνα για την υβριστική κακολογία και την κατάχρηση του δημοσίου"
  •     Das Buch von Nicholas Stargardt "Der deutsche Krieg: 1939 - 1945"Николас Старгардт "Мобилизованная нация. Германия 1939–1945"
  •     FAKEOFF "Оглянуться в прошлое"
  •     The book of Nicholas Stargardt "The German War: A Nation Under Arms, 1939–45"
  •     The book of Nicholas Stargardt "The German War: A Nation Under Arms, 1939–45"
  •     Das Buch "Владимир Гельфанд. Дневник 1941 - 1946"
  •     BBC Русская служба "Изнасилование Берлина: неизвестная история войны" / BBC Україна "Зґвалтування Берліна: невідома історія війни"
  •     Virtual Azərbaycan "Berlinin zorlanması"
  •     Гефтер. "Олег Будницкий: «Дневник, приятель дорогой!» Военный дневник Владимира Гельфанда"
  •     Гефтер "Владимир Гельфанд. Дневник 1942 года"
  •     BBC Tiếng Việt "Lính Liên Xô 'hãm hiếp phụ nữ Đức'"
  •     Nicolas Bernard "La Guerre germano-soviétique, 1941-1943" Tome 1
  •     Nicolas Bernard "La Guerre germano-soviétique, 1943-1945" Tome 2
  •     Эхо Москвы "ЦЕНА ПОБЕДЫ: Дневники лейтенанта Гельфанда"
  •     Renato Furtado "Soviéticos estupraram 2 milhões de mulheres alemãs, durante a Guerra Mundial"
  •     Вера Дубина "«Обыкновенная история» Второй мировой войны: дискурсы сексуального насилия над женщинами оккупированных территорий"
  •     Еврейский музей и центр толерантности "Презентация книги Владимира Гельфанда «Дневник 1941-1946»"
  •     Еврейский музей и центр толерантности "Евреи в Великой Отечественной войне"
  •     Сидякин & Би-Би-Си. Драма в трех действиях. "Атака"
  •     Сидякин & Би-Би-Си. Драма в трех действиях. "Бой"
  •     Сидякин & Би-Би-Си. Драма в трех действиях. "Победа"
  •     Сидякин & Би-Би-Си. Драма в трех действиях. Эпилог
  •     Труд "Покорность и отвага: кто кого?"
  •     Издательский Дом «Новый Взгляд» "Выставка подвига"
  •     Katalog NT "Выставка "Евреи в Великой Отечественной войне " - собрание уникальных документов"
  •     Вести "Выставка "Евреи в Великой Отечественной войне" - собрание уникальных документов"
  •     Радио Свобода "Бесценный графоман"
  •     Вечерняя Москва "Еще раз о войне"
  •     РИА Новости "Выставка про евреев во время ВОВ открывается в Еврейском музее"
  •     Телеканал «Культура» Выставка "Евреи в Великой Отечественной войне" проходит в Москве
  •     Россия HD "Вести в 20.00"
  •     GORSKIE "В Москве открылась выставка "Евреи в Великой Отечественной войне"
  •     Aгентство еврейских новостей "Евреи – герои войны"
  •     STMEGI TV "Открытие выставки "Евреи в Великой Отечественной войне"
  •     Национальный исследовательский университет Высшая школа экономики "Открытие выставки "Евреи в Великой Отечественной войне"
  •     Независимая газета "Война Абрама"
  •     Revista de Historia "El lado oscuro de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial"
  •     עיתון סינאתלה  גביש הסמל ולדימיר גלפנד מספר על חיי היומיום במלחמה , על אורח חיים בחזית ובעורף
  •     Лехаим "Война Абрама"
  •     Elhallgatva "A front emlékezete. A Vörös Hadsereg kötelékében tömegesen és fiatalkorúakon elkövetett nemi erőszak kérdése a Dél-Vértesben"
  •     Libertad USA "El drama de las alemanas: violadas por tropas soviéticas en 1945 y violadas por inmigrantes musulmanes en 2016"
  •     НГ Ex Libris "Пять книг недели"
  •     Брестский Курьер "Фамильное древо Бреста. На перекрестках тех дорог"
  •     Полит.Ру "ProScience: Олег Будницкий о народной истории войны"
  •     Олена Проскура "Запiзнiла сповiдь"
  •     Полит.Ру "ProScience: Возможна ли научная история Великой Отечественной войны?"
  •     Das Buch "Владимир Гельфанд. Дневник 1941 - 1946"
  •     Ahlul Bait Nabi Saw "Kisah Kelam Perempuan Jerman Setelah Nazi Kalah Perang"
  •     北 京北晚新视觉传媒有限公司 "70年前苏军强奸了十万柏林妇女?"
  •     Преподавание истории в школе "«О том, что происходило…» Дневник Владимира Гельфанда"
  •     Вестник НГПУ "О «НЕУБЕДИТЕЛЬНЕЙШЕЙ» ИЗ ПОМЕТ: (Высокая лексика в толковых словарях русского языка XX-XXI вв.)"
  •     Fotografias da História "Memórias esquecidas: o estupro coletivo das mulheres alemãs"
  •     Archäologisches Landesmuseum Brandenburg "Zwischen Krieg und Frieden" / "Между войной и миром"
  •     Российская газета "Там, где кончается война"
  •     Народный Корреспондент "Женщины освобождённой Европы глазами советских солдат: правда про "2 миллиона изнасилованых немок"
  •     Fiona "Военные изнасилования — преступления против жизни и личности"
  •     军 情观察室 "苏军攻克柏林后暴行妇女遭殃,战争中的强奸现象为什么频发?"
  •     Независимая газета "Дневник минометчика"
  •     Независимая газета "ИСПОДЛОБЬЯ: Кризис концепции"
  •     East European Jewish Affairs "Jewish response to the non-Jewish question: “Where were the Jews during the fighting?” 1941–5"
  •     Niels Bo Poulsen "Skæbnekamp: Den tysk-sovjetiske krig 1941-1945"
  •     Olhar Atual "A Esquerda a história e o estupro"
  •     The book of Stefan-Ludwig Hoffmann, Sandrine Kott, Peter Romijn, Olivier Wieviorka "Seeking Peace in the Wake of War: Europe, 1943-1947"
  •     Walter de Gruyter "Germans into Allies: Writing a Diary in 1945"
  •     Blog in Berlin "22. Juni – da war doch was?"
  •     Steemit "Berlin Rape: The Hidden History of War"
  •     Estudo Prático "Crimes de estupro na Segunda Guerra Mundial e dentro do exército americano"
  •     Громадське радіо "Насильство над жінками під час бойових дій — табу для України"
  •     InfoRadio RBB "Geschichte in den Wäldern Brandenburgs"
  •     "شگفتی های تاریخ است "پشت پرده تجاوز به زنان برلینی در پایان جنگ جهانی دوم
  •     Hans-Jürgen Beier gewidmet "Lehren – Sammeln – Publizieren"
  •     The book of Miriam Gebhardt "Crimes Unspoken: The Rape of German Women at the End of the Second World War"
  •     Русский вестник "Искажение истории: «Изнасилованная Германия»"
  •     凯 迪 "推荐《柏林女人》与《五月四日》影片"
  •     Vix "Estupro de guerra: o que acontece com mulheres em zonas de conflito, como Aleppo?"
  •     Universidad del Bío-Bío "CRÍMENES DE GUERRA RUSOS EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1940-1945)"
  •     "المنصة  "العنف ضد المرأة.. المسكوت عنه في الحرب العالمية الثانية
  •     Книга. Олег Шеин "От Астраханского кремля до Рейхсканцелярии. Боевой путь 248-й стрелковой дивизии"
  •     Sodaz Ot "Освободительная миссия Красной Армии и кривое зеркало вражеской пропаганды"
  •     Sodaz Ot "Советский воин — освободитель Европы: психология и поведение на завершающем этапе войны"
  •     企 业头条 "柏林战役后的女人"
  •     Sántha István "A front emlékezete"
  •     腾 讯公司& nbsp; "二战时期欧洲, 战胜国对战败国的十万妇女是怎么处理的!"
  •     El Nuevo Accion "QUE LE PREGUNTEN A LAS ALEMANAS VIOLADAS POR RUSOS, NORTEAMERICANOS, INGLESES Y FRANCESES"
  •     Periodismo Libre "QUE LE PREGUNTEN A LAS ALEMANAS VIOLADAS POR RUSOS, NORTEAMERICANOS, INGLESES Y FRANCESES"
  •     DE Y.OBIDIN "Какими видели европейских женщин советские солдаты и офицеры (1944-1945 годы)?"
  •     Magyar Tudományos Akadémia "Váltóállítás: Diktatúrák a vidéki Magyarországon 1945-ben"
  •     歷 史錄 "近1萬女性被強姦致死,女孩撩開裙子說:不下20個男人戳我這兒"
  •     Cyberpedia "Проблема возмездия и «границы ненависти» у советского солдата-освободителя"
  •     NewConcepts Society "Можно ли ставить знак равенства между зверствами гитлеровцев и зверствами советских солдат?"
  •     搜 狐 "二战时期欧洲,战胜国对战败国的妇女是怎么处理的"
  •     Ranker "14 Shocking Atrocities Committed By 20th Century Communist Dictatorships"
  •     Эхо Москвы "Дилетанты. Начало войны. Личные источники"
  •     Журнал "Огонёк" "Эго прошедшей войны"
  •     이 창남 외 공저 "폭력과 소통 :트랜스내셔널한 정의를 위하여"
  •     Уроки истории. XX век "Книжный дайджест «Уроков истории»: советский антисемитизм"
  •     Свободная Пресса "Кто кого насиловал в Германии"
  •     EPrints "Взаємовідносини червоноармійців з цивільним населенням під час перебування радянських військ на території Польщі (кінець 1944 - початок 1945 рр.)"
  •     Pikabu "Обратная сторона медали"
  •     Озёрск.Ru "Война и немцы"
  •     Імекс-ЛТД "Історичний календар Кіровоградщини на 2018 рік. Люди. Події. Факти"
  •     יד ושם - רשות הזיכרון לשואה ולגבורה "Vladimir Gelfand"
  •     Atchuup! "Soviet soldiers openly sexually harass German woman in Leipzig after WWII victory, 1945"
  •     Книга Мириам Гебхардт "Когда пришли солдаты. Изнасилование немецких женщин в конце Второй мировой войны"
  •     Coffe Time "Женщины освобождённой"
  •     Дилетант "Цена победы. Военный дневник лейтенанта Владимира Гельфанда"
  •     Feldgrau.Info - Bоенная история "Подборка"
  •     Вечерний Брест "В поисках утраченного времени. Солдат Победы Аркадий Бляхер. Часть 9. Нелюбовь"
  •     Геннадий Красухин "Круглый год с литературой. Квартал четвёртый"
  •     Аргументы недели "Всю правду знает только народ. Почему фронтовые дневники совсем не похожи на кино о войне"
  •     Fanfics.me "Вспомним подвиги ветеранов!"
  •     VietInfo "Hồng quân, Nỗi kinh hoàng của phụ nữ Berlin năm 1945"
  •     Книга: Виталий Дымарский, Владимир Рыжков "Лица войны"
  •     Dozor "Про День Перемоги в Кіровограді, фейкових ветеранів і "липове" примирення"
  •     East European Jewish Affairs "Review of Dnevnik 1941-1946, by Vladimir Gel’fand"
  •     The book of Harriet Murav, Gennady Estraikh "Soviet Jews in World War II: Fighting, Witnessing, Remembering"
  •     TARINGA! "Las violaciones masivas durante la caída de Berlín"
  •     ВолиньPost "Еротика та війна: спогади про Любомль 1944 року"
  •     Anews "Молодые воспринимают войну в конфетном обличии"
  •     RTVi "«Война эта будет дикая». Что писали 22 июня 1941 года в дневниках"
  •     Tribun Manado "Nasib Kelam Perempuan Jerman Usai Nazi Kalah, Gadis Muda, Wanita Tua dan Hamil Diperkosa Bergantian"
  •     The book of Elisabeth Krimmer "German Women's Life Writing and the Holocaust: Complicity and Gender in the Second World War"
  •     ViewsBros  "WARTIME VIOLENCE AGAINST WOMEN"
  •     Xosé Manuel Núñez Seixas "El frente del Este : historia y memoria de la guerra germano-soviética, 1941-1945"
  •     اخبار المقطم و الخليفه " إغتصاب برلين الكبير"
  •     Русская семерка "В чьем плену хуже всего содержались женщины-военные на Второй мировой"
  •     Mail Online "Mass grave containing 1,800 German soldiers who perished at the Battle of Stalingrad is uncovered in Russia - 75 years after WWII's largest confrontation claimed 2 mln lives"
  •     PT. Kompas Cyber Media "Kuburan Massal 1.800 Tentara Jerman Ditemukan di Kota Volgograd"
  •     Công ty Cổ phần Quảng cáo Trực tuyến 24H "Nga: Sửa ống nước, phát hiện 1.800 hài cốt của trận đánh đẫm máu nhất lịch sử"
  •     LGMI News "Pasang Pipa Air, Tukang Temukan Kuburan Masal 1.837 Tentara Jerman"
  •     Quora "¿Cuál es un hecho sobre la Segunda Guerra Mundial que la mayoría de las personas no saben y probablemente no quieren saber?"
  •     "مجله مهاجرت  "آنچه روس‌ها در برلین انجام دادند!
  •     Музейний простiр  "Музей на Дніпрі отримав новорічні подарунки під ялинку"
  •     Bella Gelfand. Wie in Berlin Frau eines Rotarmisten Wladimir Gelfand getötet wurde  .. ..
  •     The book of Paul Roland "Life After the Third Reich: The Struggle to Rise from the Nazi Ruins"
  •     O Sentinela "Dois Milhões de Alemãs: O Maior Estupro em Massa da História foi um Crime Aliado-Soviético
  •     Stratejik Güvenlik "SAVAŞ DOSYASI : TARİHTEN BİR KARE – 2. DÜNYA SAVAŞI BİTİMİNDE ALMANYA’DA KADINLARA TOPLU TECAVÜZLER"
  •     Агентство новостей «Хакасия-Информ» "Кто остановит шоу Коновалова?"
  •     Isralike.org "Цена победы. Военный дневник лейтенанта Владимира Гельфанда"
  •     Robert Dale “For what and for whom were we fighting?”: Red Army Soldiers, Combat Motivation and Survival Strategies on the Eastern Front in the Second World War
  •     "طرفداری "پایان رویای نازیسم / سقوط امپراطوری آدولف هیتلر
  •     Das Buch von Kerstin Bischl "Frontbeziehungen: Geschlechterverhältnisse und Gewaltdynamiken in der Roten Armee 1941-1945"
  •     Русская семерка "Красноармейцы или солдаты союзников: кто вызывал у немок больший страх"
  •     Kibalchish "Фрагменты дневников поэта-фронтовика В. Н. Гельфанда"
  •     History Magazine "Sõjapäevik leitnant Vladimir Gelfand"
  •     Magazine online "Vojnový denník poručíka Vladimíra Gelfanda"
  •     theБабель "Український лейтенант Володимир Гельфанд пройшов Другу світову війну від Сталінграда до Берліна"
  •     Znaj.UA "Жорстокі знущання та масові вбивства: злочини Другої світової показали в моторошних кадрах"
  •     Gazeta.ua "Масові вбивства і зґвалтування: жорстокі злочини Другої світової війни у фотографіях"
  •     PikTag "Знали вы о том, что советские солдаты ИЗНАСИЛОВАЛИ бессчетное число женщин по пути к Берлину?"
  •     Kerstin Bischl  "Sammelrezension: Alltagserfahrungen von Rotarmisten und ihr Verhältnis zum Staat"
  •     Конт "Несколько слов о фронтовом дневнике"
  •     Sherstinka "Német megszállók és nők. Trófeák Németországból - mi volt és hogyan"
  •     Олег Сдвижков "Красная Армия в Европе. По страницам дневника Захара Аграненко"
  •     X-True.Info "«Русские варвары» и «цивилизованные англосаксы»: кто был более гуманным с немками в 1945 году"
  •     Veröffentlichungen zur brandenburgischen Landesarchäologie "Zwischen Krieg und und Frieden: Waldlager der Roten Armee 1945"
  •     Sherstinka "Szovjet lányok megerőszakolása a németek által a megszállás alatt. Német fogságba esett nők"
  •     Dünya Haqqinda "Berlin zorlanmasi: İkinci Dünya Müharibəsi"
  •     Dioxland "NEMŠKIM VOJAKOM JE BILO ŽAL RUSKIH ŽENSK. VSE KNJIGE SO O: "VOJAŠKIH SPOMINIH NEMŠKEGA..."
  •     Actionvideo "Gewalt gegen deutsche Frauen durch Soldaten der Roten Armee. Entsetzliche Folter und Hinrichtungen durch japanische Faschisten während des Zweiten Weltkriegs!"
  •     Maktime "Was machten die Nazis mit den gefangenen sowjetischen Mädchen? Wer hat deutsche Frauen vergewaltigt und wie sie im besetzten Deutschland gelebt haben"
  •     Музей «Пам’ять єврейського народу та Голокост в Україні» отримав у дар унікальні експонати
  •     Sherstinka "Что творили с пленными женщинами фашисты. Жестокие пытки женщин фашистами"
  •     Bidinvest "Brutalitäten der Sowjetarmee - Über die Gräueltaten der sowjetischen "Befreier" in Europa. Was haben deutsche Soldaten mit russischen Frauen gemacht?"
  •     Русский сборник XXVII "Советские потребительские практики в «маленьком СССР», 1945-1949"
  •     Academic Studies Press. Oleg Budnitskii: "Jews at War: Diaries from the Front"
  •     Gazeta Chojeńska "Wojna to straszna trauma, a nie fajna przygoda"
  •     Historiadel.net "Crímenes de violación de la Segunda Guerra Mundial y el Ejército de EE. UU."
  •     화 요지식살롱 "2차세계대전 말, 소련에게 베를린을 점령당한 '독일 여자들'이 당한 치욕의 역사"
  •     The Global Domain News "As the soldiers did to captured German women"
  •     Quora "Você sabe de algum fato da Segunda Guerra Mundial que a maioria das pessoas não conhece e que, provavelmente, não querem saber?"
  •     MOZ.de "Als der Krieg an die Oder kam – Flucht aus der Festung Frankfurt"
  •     Музей "Пам'ять єврейського народу та Голокост в Україні". "1 березня 1923 р. – народився Володимир Гельфанд"
  •     Wyborcza.pl "Ryk gwałconych kobiet idzie przez pokolenia. Mało kto się nim przejmuje"
  •     Cноб "Женщина — военный трофей. Польский историк о изнасилованиях в Европе во время Второй мировой"
  •     Refugo "O estupro da Alemanha"
  •     Historia National Geographic "la batalla de berlín durante la segunda guerra mundial"
  •     Politeka "Росіянам напередодні 9 травня нагадали про злочини в Німеччині: «Заплямували себе...»"
  •     Акценты "Советский офицер раскрыл тайны Второй мировой: рассказал без прикрас"
  •     БелПресса "Цена Победы. Какой была военная экономика"
  •     Lucidez "75 años de la rendición nazi: Los matices del “heroísmo” soviético"
  •     UM CANCERIANO SEM LAR "8 de Maio de 1945"
  •     Lasteles.com "La Caída de la Alemania Nazi: aniversario de la rendición de Berlin"
  •     Cloud Mind "Violence Against Women: The Rape Of Berlin WW2"
  •     Музей "Пам'ять єврейського народу та Голокост в Україні" "8 ТРАВНЯ – ДЕНЬ ПАМ’ЯТІ І ПРИМИРЕННЯ"
  •     Lunaturaoficial "LIBROS QUE NO HICIERON HISTORIA: EL DIARIO DE LOS HORRORES"
  •     CUERVOPRESS "El drama oculto de las violaciones masivas durante la caída de Berlín"
  •     EU Today "The Rape of Berlin: Red Army atrocities in 1945"
  •     Издательство Яндекс + История будущего "Настоящий 1945"
  •     Вне строк "Похищение Берлина: зверства Красной армии в 1945 году"
  •     Frankfurter Allgemeine Zeitung "Erlebt Russland eine neue Archivrevolution?"
  •     The book of Beata Halicka "The Polish Wild West: Forced Migration and Cultural Appropriation in the Polish-german Borderlands, 1945-1948"
  •     Twentieth-Century Literature “A World of Tomorrow”: Trauma, Urbicide, and Documentation in A Woman in Berlin: Eight Weeks in the Conquered City
  •     Märkische Onlinezeitung "Sowjetische Spuren in Brandenburgs Wäldern"
  •     Revue Belge de Philologie et d’Histoire "Soviet Diaries of the Great Patriotic War"
  •     Der Spiegel "Rotarmisten und deutsche Frauen: "Ich gehe nur mit anständigen Russen"
  •     ReadSector "Mass grave of WWII Nazi paratroopers found in Poland contains 18 skeletons and tools with swastikas"
  •     ИноСМИ "Der Spiegel (Германия): «Я гуляю только с порядочными русскими"
  •     Actionvideo "Jak naziści szydzili z rosyjskich kobiet. Gwałt w Berlinie: nieznana historia wojny"
  •     Graf Orlov 33 "ДНЕВНИК В. ГЕЛЬФАНДА советского офицера РККА"
  •     Deutsche Welle  "Послевоенная Германия в дневниках и фотографиях"
  •     Deutsche Welle  "За что немки любили в 1945 году лейтенанта Красной армии?"
  •     Elke Scherstjanoi "Sieger leben in Deutschland: Fragmente einer ungeübten Rückschau. Zum Alltag sowjetischer Besatzer in Ostdeutschland 1945-1949"
  •     SHR32 "Rus əsgərləri alman qadınlarına necə istehza etdilər. Alman qadınlarını kim zorlayıb və onlar işğal olunmuş Almaniyada necə yaşayıblar"
  •     Детектор медіа "«Гра тіней»: є сенс продовжувати далі"
  •     Historia provinciae "Повседневная жизнь победителей в советской зоне оккупации Германии в воспоминаниях участников событий"
  •     Portal de Prefeitura "Artigo: “FRAU, KOMM!” O maior estupro coletivo da história
  •     Pikabu "Извращение или традиция, потерявшая смысл?"
  •     Русская Семерка "Владимир Гельфанд: от каких слов отказался «отец» мифа об изнасиловании немок советскими солдатами"
  •     Институт российской истории РАН "Вторая мировая и Великая Отечественная: к 75-летию окончания"
  •     Kozak UA "Як "діди" німкень паплюжили в 1945 році"
  •     Dandm "Cómo los nazis se burlaron de las mujeres rusas. Mujeres rusas violadas y asesinadas por los alemanes"
  •     Permnew.Ru "«Диван» Федора Вострикова. Литобъединение"
  •     Neurologystatus "Violence women in the Second World War. Shoot vagas: why soldiers rape women"
  •     Brunilda Ternova "Mass rapes by Soviet troops in Germany at the end of World War II"
  •     The book Stewart Binns "Barbarossa: And the Bloodiest War in History"
  •     Книга. Новое литературное обозрение: Будницкий Олег "Люди на войне"
  •     Леонід Мацієвський "9 травня – День перемоги над здоровим глуздом. Про згвалтовану Європу та Берлін"
  •     Полит.Ру "Люди на войне"
  •     #CОЦИАЛЬНАЯ ИСТОРИЯ #ПАМЯТЬ "Владимир Гельфанд: месяц в послевоенном Берлине"
  •     Новое литературное обозрение "Ирина Прохорова, Олег Будницкий, Иван Толстой: Люди на войне"
  •     Georgetown University "Explorations in Russian and Eurasian History": "Emotions and Psychological Survival in the Red Army, 1941–42"
  •     Forum24 "Co se dělo se zajatými rudoarmějkami? Jaký byl osud zajatých žen z Wehrmachtu?"
  •     Радио Свобода "Война и народная память"
  •     Лехаим "Двадцать второго июня..."
  •     Русская семёрка "Как изменилось отношение немок к красноармейцам в 1945 году"
  •     Исторический курьер "Героизм, герои и награды: «героическая сторона» Великой Отечественной войны в воспоминаниях современников"
  •     Коммерсантъ "Фронт и афронты"
  •     Русская семёрка "Владимир Гельфанд: что не так в дневниках автора мифа об «изнасилованной» Германии"
  •     Medium "The Brutal Rapes of Every German Female from Eight to Eighty"
  •     One News Box "How German women suffered largest mass rape in history by foreign solders"
  •     "نیمرخ "نقش زنان در جنگها - قسمت اول: زنان به مثابه قربانی جنگ
  •     Bolcheknig "Що німці робили з жінками. Уривок з щоденника дівчини, яку німці використовували як безкоштовну робочу силу. Життя в таборі"
  •     Nrgaudit "Рассказы немецких солдат о войне с русскими. Мнения немцев о русских солдатах во время Второй мировой войны"
  •     Музей "Пам'ять єврейського народу та Голокост в Україні "На звороті знайомого фото"
  •     Новое литературное обозрение. Книга: Козлов, Козлова "«Маленький СССР» и его обитатели. Очерки социальной истории советского оккупационного сообщества"
  •     Sattarov "Mga babaeng sundalo sa pagkabihag ng Aleman. Kabanata limang mula sa librong "Pagkabihag. Ito ang ginawa ng mga Nazi sa mga nahuling kababaihan ng Soviet"
  •     Política Obrera "Sobre “José Pablo Feinmann y la violación en manada"
  •     Эхо Москвы "Цена победы. Люди на войне"
  •     SHR32 "How Russian soldiers mocked German women. Trophies from Germany - what it was and how. Who raped German women and how they lived in occupied Germany"
  •     Олег Сдвижков: "«Советских порядков не вводить!»  Красная армия в Европе 1944—1945 гг."
  •     Livejournal "Чья бы мычала"
  •     Newton Compton Editori. Stewart Binns "Operazione Barbarossa. Come Hitler ha perso la Seconda guerra mondiale"
  •     Kingvape "Rosa Kuleshovs Belichtung. Rosa Kuleshov ist die mysteriöseste Hellseherin der Sowjetzeit. Zwischen rot und grün"
  •     Kfdvgtu الجوائز من ألمانيا - ما كان عليه وكيف. الذين اغتصبوا الألمانية وكيف عاش في ألمانيا المحتلة
  •     nc1 "Αναμνήσεις στρατιωτών πρώτης γραμμής για Γερμανίδες. Οι απόψεις των Γερμανών για τους Ρώσους στρατιώτες κατά τον Β' Παγκόσμιο Πόλεμο"
  •     ik-ptz "Was haben deutsche Soldaten mit russischen Mädchen gemacht? Das haben die Nazis mit gefangenen sowjetischen Frauen gemacht"
  •     مراجعة عسكرية  نساء أوروبا المحررات من خلال عيون الجنود والضباط السوفيت (1944-1945)
  •     nc1 "Scrisori de soldați ruși despre germani. Cum au șocat femeile sovietice pe ocupanții germani"
  •     中 新健康娱乐网 "柏林战役德国女人 70年前苏军强奸了十万柏林妇女?"
  •     "پورتال برای دانش آموز. خودآموزی،  "نازی ها با زنان اسیر چه کردند؟ نحوه آزار نازی ها از کودکان در اردوگاه کار اجباری سالاسپیلس
  •     Русская Семерка "Каких штрафников в Красной Армии называли «эсэсовцами»"
  •     Голос Народу "Саша Корпанюк: Кто и кого изнасиловал в Германии?"
  •     Gorskie "Новые источники по истории Второй мировой войны: дневники"
  •     TransQafqaz.com "Fedai.az Araşdırma Qrupu"
  •     Ik-ptz "What did the Nazis do with the captured women. How the Nazis abused children in the Salaspils concentration camp"
  •     Евгений Матонин "22 июня 1941 года. День, когда обрушился мир"
  •     Ulisse Online "Per non dimenticare: orrori contro i bambini"
  •     Наука. Общество. Оборона "«Изнасилованная Германия»: из истории современных ментальных войн"
  •     Quora "Por que muitos soldados estupram mulheres durante guerras?"
  •     Stefan Creuzberger "Das deutsch-russische Jahrhundert: Geschichte einer besonderen Beziehung"
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  •     Зеркало "Где и когда русское воинство ЧЕСТЬ потеряло?"
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  •     Pravda.Ru "Fake news about fake rapes in Ukraine to ruin Russian solder's image"
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  •     Livejournal "Одесситы - единственные в СССР - устроили самосуд в 1944 году"
  •     Scribd "Estupro em Massa de Alemãs"
  •     Музей «Пам’ять єврейського народу та Голокост в Україні» ЦЬОГО ДНЯ – 100-РІЧЧЯ ВІД ДНЯ НАРОДЖЕННЯ ВОЛОДИМИРА ГЕЛЬФАНДА
  •     Davidzon Radio "Владимир Гельфанд. Шокирующий дневник войны". Валерия Коренная в программе "Крылья с чердака"
  •     Quora "Open to the weather, lacking even primitive sanitary facilities, underfed, the prisoners soon began dying of starvation and disease"
  •     Infobae "El calvario de las mujeres tras la caída de Berlín: violaciones masivas del Ejército Rojo y ola de suicidios"
  •     Научная электронная библиотека "Военные и блокадные дневники в издательском репертуаре современной России (1941–1945)"
  •     Historywithatwist "How Russia has used rape as a weapon of war"
  •     Periodista Digital "Las terribles violaciones ocultas tras la caída de Berlín"
  •     Tạp chí Nước Đức "Hồng quân Liên Xô, nỗi kinh hoàng của phụ nữ Berlin năm 1945"
  •     "زیتون | سایت خبری‌ تحلیلی زیتون "بدن زن؛ سرزمینی که باید فتح شود!
  •     Enciclopedia Kiddle Español "Evacuación de Prusia Oriental para niños"
  •     Ukraine History "Діди-ґвалтівники, або міф про «воїнів-визволителів». Типовий російський імперський характер"
  •     Локальна  Історiя "Жаске дежавю: досвід зустрічі з "визволителями"
  •     Tamás Kende "Class War or Race War The Inner Fronts of Soviet Society during and after the Second World War"
  •     museum-digital berlin "Vladimir Natanovič Gel'fand"
  •     知乎 "苏联红军在二战中的邪恶暴行"





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