2016
![]() Violaciones a mujeres alemanas en Berlín
A principios de abril de 1945 la segunda guerra mundial en el continente europeo estaba llegando a su fin, la derrota del Tercer Reich de Hitler era inminente, la industria bélica alemana estaba prácticamente destruida, ya no tenían reservas de combustible. Sin embargo, Hitler enajenado, imaginando contraataques ordenaba a los hombres ir a batallas suicidas contra los rusos. Antecedentes El 16 de abril la artillería del ejército rojo dio comienzo el ataque contra Berlín, el 20 de abril para el cumpleaños de Hitler los rusos ya entraban en la ciudad por el lado norte, error fatal de los defensores alemanes, ya que sus tropas se concentraban en el oeste, sumado a lo anterior algunas tropas alemanas decidieron entregarse a los estadounidenses y no perder la vida en el último momento, lo que hizo que los soldados defendiendo Berlín disminuyeran considerablemente. Ya para el 24 de abril la ciudad estaba completamente sitiada por los rusos, lo que evitaba que más soldados y civiles alemanes huyeran del ejército rojo y su venganza que hasta ese momento había aplicado contra la población germana. El grueso de los defensores de Berlín lo componían niños y ancianos, algunos miembros de las juventudes hitlerianas, veteranos de la primera guerra mundial, las SS y algunas sobras de la casi aniquilada Wehrmacht. La batalla fue sangrienta, los soviéticos tuvieron que tomar calle por calle, casa por casa, se perdían varias vidas de ambos bandos, la resistencia alemana fue tenaz, lo que favoreció a los defensores fueron los escombros que causo la artillería y aviación soviética antes de la batalla, la ciudad de Berlín era de hecho montañas de escombros y destrucción, mientras que los civiles debían refugiarse en el metro de la ciudad. El 28 de abril Hitler contraía matrimonio con su amante Eva Braun, mismo día que los soviéticos llegaban al centro de Berlín, a unos cuantos metros del Reichstag, del bunker donde se encontraba refugiado Hitler. El 30 de abril Hitler junto a su ahora esposa se suicidan en el bunker del Reichstag ordenando previamente que sus cuerpos fueran incinerados, los rusos entraron al Reichstag combatiendo por cada rincón de este, en la madrugada del 1 de mayo los soviéticos izaron la bandera en lo alto del edificio, la resistencia alemana se mantuvo hasta el 2 de mayo cuando se rindieron los últimos efectivos alemanes. Una vez pacificada la ciudad muchos civiles y militares alemanes preferían rendirse a los aliados occidentales por miedo a las represalias de los rusos, ya que estos venían con un afán de venganza por los crímenes que los alemanes cometieron en la Unión Soviética a partir de junio de 1941 cuando comenzó la invasión a la URSS. Alemania se rindió oficialmente el 8 de mayo de 1945. ![]() ![]() Mapa del ataque soviético sobre Berlín
![]() Bandera soviética izada en lo alto del Reichstag
![]() Civiles en Berlín huyendo del frente de batalla
![]() Niños alemanes reclutados para la batalla
![]() Lucha casa por casa en las calles de Berlín
![]() Periódico estadounidense informando sobre la muerte de Hitler
![]() Ancianos alemanes reclutados
![]() Testimonios Marta Hillers Los rusos ya arribaron a Berlín, la muerte ya es algo habitual de ver, ya no hay gobierno, ya nadie los protege solo existe cierta disciplina y jerarquía, protegernos entre nosotras, además estaban incomunicadas, no había periódico, ni noticias, ni radio, nada, nos basábamos solo en rumores que llegaban a nuestro refugio. Para entonces ya estábamos aterradas por los bombardeos aliados, un chiste de mal gusto empezó a recorrer las calles de Berlín: “Más vale un ruso en la barriga que un americano en la cabeza”. De repente llega a mí una chica quien me habla de que la violaron, no sé porque empecé a anotar lo que me decía la chica en mi diario, la primera frase que anoté fue, ¿Qué significa violación? Y respondí esa pregunta con lo que me contó esa chica, ella dijo: “Me tomaron y me tiraron al suelo entre varios, unos vigilaban y otro empezó a rasgar mi ropa interior y me violó brutalmente”. Luego le pregunté ¿Cuántas veces fueron? “5 veces”. Algunos hombres alemanes increpaban a las mujeres por haber sido violadas, te dejaste violar por los Ivanes (como les decían a los rusos) las mujeres al pasar los días, aprendimos a evitar, a burlar, a defenderse de la violación con sagacidad, sin violencia e intercambiando información, pero no siempre se cuentan esas cosas. Había mujeres que cuando veían que era inevitable la violación buscaban al ruso “alfa” y se entregaban solo a él, así este les daba protección y comida. En este diario solo redacté la experiencia de cada chica, nunca les pregunté el nombre ni nada, no sé si estuvo bien o mal pero así lo hice. Las violaciones pasaron a ser la conversación cotidiana entre las mujeres, entre ellas se decían ¿a ti te violaron? ¿Cuántas veces? ¿Dónde? ¿Los Ivanes te dieron algo? O cuando era algo rutinario, ¿Cuántas veces fueron hoy?49. Gabriele Koepp ¿Por qué tuve que ser una niña? ‘Frau,’ komm o “Mujer, ven” era la frase que menos queríamos escuchar por parte de los rusos, hoy tengo 80 años y hasta hoy tengo problemas para dormir, también nunca pude tener una relación de pareja, la sexualidad para mí paso a ser solo violencia. Las violaciones en más fueron tantas que después del alto al fuego escuché que la iglesia católica daba autorización a las mujeres alemanas a abortar. Había escuchado a una sola mujer dar su testimonio después de la guerra que prefirió quedar en el anonimato, ella tenía 30 años yo era más niña y dar mi testimonio no es fácil, pero consideré que tenía que hacerlo. Siento que soy la voz de las mujeres que no pudieron hablar. Yo tuve cercanía con algunas mujeres que habrían sido violadas por los rusos, según lo que me dijeron que fueron violadas mínimo unas 5 veces, yo misma vi cuando violaban a una anciana de 90 años que más tarde moriría. Lo recuerdo como si fuera ayer, era el 25 de enero de 1945 cuando mi madre me dice que tenía que huir porque se acercaban los rusos, yo vivía en Schneidemuhl, en la antigua región alemana de Pomerania que ahora es una ciudad polaca llamada Pila, nos fuimos en un tren de ganado a Berlín pensando que era más seguro. Los rusos tomaron el tren yo escapé hacia un pequeño pueblo a mi hermana no la 49 Hillers, Marta. Anonyma Una mujer en Berlín. Frankfurt, ANAGRAMA, 1954, pp 11-118. vi más. Yo fui violada dos veces en la mañana y dos veces por la tarde dentro de una casa saqueada y lo peor que fui entregada por las mismas mujeres alemanas mayores para salvarse ellas, todo por ser la menor, lloré tanto que quedé sin lágrimas. Fui dos semanas el juguete sexual de un oficial ruso hasta que pude escapar a un pueblo cercano y me escondí ahí, gracias a una familia de allí, 15 meses más tarde me reencontré con mi madre en Hamburgo, mi madre durante los siguientes años era muy fría conmigo, tal vez la vergüenza y remordimiento que le daba lo que me había pasado o por dejar que mi hermana y yo escapáramos de la casa50. Gabriele Koepp
![]() ![]() Vladimir Gelfand (oficial soviético que participó en la batalla de Berlín) "Las gatas alemanas que capturábamos decían que estaban vengando a sus maridos muertos", escribe el teniente. "Debemos destruirlas sin misericordia. Nuestros soldados sugieren apuñalarlas en sus genitales, pero yo solo las ejecutaría". El 25 de abril me topé con unas mujeres alemanas, con mi alemán precario les dije: a dónde iban y por qué habían abandonado sus hogares. Con horror en sus rostros me contaron lo que les había ocurrido la primera noche que arribó el Ejército Rojo a la ciudad", escribió: "Me clavaron aquí", dijo una de las muchachas y se levantó la falda. "Toda la noche. Eran viejos y otros tenían espinillas. Todos se montaron por turnos. No 50 Koepp, Gabriele, Warum war ich bloß ein Mädchen? Bonn, Herbig, 2010. menos de 20 hombres", dijo antes de estallar en lágrimas, la muchacha de repente se me tiró encima y me dijo: "Tú puedes acostarte conmigo. Haz lo que quieras conmigo, ¡pero solo tú!"51. Diario de vida de Vladimir Gelfand
![]() ![]() Fuente: http://www.bbc.com/
General norteamericano Frank Howley: "Los soldados del Ejército Rojo, en Berlín y en todas partes, no fueron más que unos ladrones y unos violadores, en todos los casos, y muy frecuentemente, además, unos asesinos. Una chica alemana que luego yo tomaría como secretaria, cuando tenía 17 años, debió ser hospitalizada, tras lograr huir de Berlín y llegar a nuestras líneas. Siete soldados rusos violaron por turno a la chica y a su madre en su apartamento... 230 mujeres alemanas 51 Gelfand, Vladimir. Diario de vida. fueron tratadas en el mismo hospital en un sólo día, a consecuencia de violaciones y sevicias". Ingeborg Bullert Hoy de 90 años de edad. La mujer cuenta que cuando llegaron los soviéticos a su barrio en Berlín, había tanques en la calle. Como todos se refugió en el sótano de su edificio. Una de las noches de bombardeo, salió del refugio y fue a buscar a su apartamento un pedazo de cuerda para colgar una lámpara. De repente la sorprendieron dos soldados soviéticos que la sometieron con pistolas. "Me violaron los dos. Pensé que me matarían", recuerda. Ingeborg nunca contó su amarga experiencia, le parecía muy difícil decírselo a alguien. "A mi mamá le gustaba alardear con que a su hija no la habían tocado", relata52. ![]() ![]() Fuente: http://www.bbc.com/
52 BBC Mundo (08 de mayo de 2015). El drama oculto de las violaciones masivas durante la caída de Berlín. Recuperado el 18 de agosto de 2016, de: http://www.latercera.com/noticia/mundo/bbc-mundo/2015/05/1433-628742-9-bbc-el-drama-oculto-de-las-violaciones-masivas-durante-la-caida-de-berlin.shtml Comisario judío soviético Ilya Ehrenburg durante la etapa inicial de la toma de Berlín “¡Maten! ¡Maten! En la raza alemana no hay más que mal, ¡ni uno entre los vivos, ni uno entre los aun no nacidos, nada más que mal! Sigan los preceptos del camarada Stalin. Aniquilen a la bestia fascista de una vez por todas en su guarida. ¡Usen la fuerza y rompan el orgullo racial de esas mujeres alemanas! ¡Tómenlas como su botín de guerra! A medida que avancen, maten, nobles soldados del ejército rojo”. Svetlana Alexievich "Éramos jóvenes, fuertes, y llevábamos cuatro años sin mujeres. Entonces tratamos de capturar mujeres alemanas y... Diez hombres violaron a una muchacha. No había bastantes mujeres; la población entera arrancaba del Ejército soviético. Entonces tuvimos que tomar jóvenes, de doce o trece años. Si ella gritaba, poníamos algo en su boca. Pensábamos que esto era divertido. Ahora no puedo entender cómo lo hice. Un muchacho de buena familia... Pero era yo". Una telefonista del Ejército soviético "Cuando ocupábamos cada ciudad, teníamos primero tres días para el saqueo y... [Violaciones]. Eso no era oficial, por supuesto. Pero después de tres días uno podría ser procesado en consejo de guerra por hacer eso. (...) Recuerdo a uno que violó a una mujer alemana que estaba desnuda, con una granada de mano entre sus piernas. Ahora siento vergüenza, pero no sentí vergüenza en ese entonces... ¿Usted piensa que fue fácil perdonar [a los alemanes]?. Odiábamos ver sus limpias casas blancas intactas. Con rosas. Quería que ellos sufrieran. Quería ver sus lágrimas. ...Tuvieron que pasar décadas hasta que yo comenzara a sentir compasión por ellos". Vasily Grossman, más corresponsal especial para el "Estrella Roja", el periódico del Ejército Rojo, admitió: «Horror en los ojos de mujeres y muchachas... Cosas horribles le están sucediendo a las mujeres alemanas. Un educado alemán cuya esposa ha recibido "nuevos visitantes" —soldados del Ejército Rojo— explica con gestos expresivos y palabras rusas imperfectas, que ella ya ha sido violada por diez hombres hoy... gritos de mujeres se escucha desde una ventana abierta... Las mujeres y muchachas están seguras mientras él [un oficial judío] esté allí. Cuando él se marcha, todas ellas gritan y le suplican que se quede. Las muchachas soviéticas de los campos de concentración están sufriendo mucho ahora. Esta noche, algunas de ellas se esconden en nuestra sala de corresponsales. Durante la noche somos despertados por gritos: uno de los corresponsales no pudo resistir la tentación» "Ahora nos estamos encontrando con civiles alemanes, y nuestros soldados están haciendo un buen uso de las mujeres alemanas". "Hay gran cantidad de mujeres alrededor, pero ellas no comprenden ni una palabra de ruso. Pero eso es incluso mejor ya que usted no tiene que hablarles de ello. Sólo apunta su [pistola] Nagan, y grita: ¡Acuéstate! Uno se ocupa de su asunto y se larga". "Estamos profundamente en Prusia Oriental donde estamos cazando a las prusianas tan duro que están volando las plumas. Nuestros muchachos ya han probado a todas las mujeres alemanas" (Carta de un soldado del Ejército Rojo, febrero de 1945)53. Hubo muchas muchachas jóvenes violadas. Hablé con muchas que tenían entonces 13 y 14 años y que no tenían idea de lo que les sucedió. Para muchas esto significó que ellas más tarde nunca pudieran dormir con un hombre, y el aborrecimiento del acto sexual "desarrollado". Las violaciones ocurrían en las calles, en los sótanos, en las casas, donde los niños y otra gente miraban. Una de ellas fue violada repetidamente por diez rusos en fila. Ella dijo que "Esto ha formado mi vida como mujer. Me he prometido quedarme sola54. 53 Alexievich ,Svetlana. La guerra no tiene rostro femenino, Moscú, 1985. 54 Sander, Helke. Liberators and Liberated, Berlin, 1992. Escultura
de artista polaco Jerzy Bohdan Szumczyk, la cual representa una mujer
alamana siendo violada por un soldado soviético, esta escultura
se encuentra en la ciudad de Gdansk, Polonia
![]() ![]() Los Crímenes Como se mencionó anteriormente los soldados soviéticos entraron en los territorios alemanes con ansias de venganza y desataron toda su ira sobre la población alemana, una prueba de esto son los testimonios expuestos anteriormente. Solo en Berlín fueron violadas unas 130 mil mujeres de entre 12 y 80 años, en promedio una mujer era violada 70 veces, en toda Alemania se calcula que unos 2 millones de mujeres fueron violadas, el 10% de estas mujeres cometerían suicidio en el acto o tiempo después. Las mujeres de Berlín sabían el peligro que corrían ya que tenían información de que los rusos habían cometido violaciones en masa en Prusia oriental, Hitler ordenó que nadie seria evacuado de la ciudad, ni niños, ni mujeres, así que las mujeres alemanas solo tenían los sótanos para esconderse de los rusos, debían asearse, comer, dormir ahí, a veces debían salir a buscar agua arriesgándose a ser capturadas por los soviéticos, ellas eran el gran trofeo de guerra que buscaban los bolcheviques. Los rusos entraban por las noches a los sótanos a sacar mujeres, a veces se llevaba una hija, una madre, una abuela, era al azar, los hombres alemanes que intentaban ayudar a estas mujeres eran asesinados. Cuando se llevaban a una mujer las que se quedaban en el refugio sabían que más tarde vendrían por ellas, algunas se mataban antes que se las llevaran. Solo por las mañanas se podían sentir algo más seguras, ya que los rusos estaban extenuados por el combate o por la borrachera de la noche anterior, pero sabían que en cualquier momento vendrían por ellas y también por sus bienes, los rusos entraban a las casas a saquear cuadros, muebles, joyas, relojes, dinero o cualquier objeto de valor. Se sabía también que existía en Alemania oro, que fue robado por los alemanes de los distintos países que invadieron desde 1939, incluso los rusos al igual que los norteamericanos se llevaron a científicos alemanes para sacar provecho de sus conocimientos y tecnologías, a favor de las dos superpotencias. Siempre los rusos han consumido mucho alcohol y los alemanes no lo sacaron de la ciudad antes de la batalla, lo que hizo que hubiera mucho a disponibilidad de las fuerzas rusas, esto fue un error grave ya que al estar bajo efectos del alcohol los soviéticos se comportaban más violentos e irracionales con la población civil e incluso tras consagrar su victoria y casi celebrando esta los rusos violaban y saqueaban más. En la noche era donde más peligro se corría, las mujeres se escondían hasta en los entre techos de las casas para evitar las violaciones, solo salían para buscar agua, era tanta la desesperación que mujeres rebelaban donde estaban escondidas otras para que ellas pudieran salir a beber agua55. ¿Qué pasó con las mujeres alemanas cuando se bajaron las armas? Lamentablemente el sufrimiento para las mujeres alemanas no se detuvo cuando hubo paz, como decía el dicho alemán durante la batalla de Berlín, “disfruta la guerra mientras puedas, porque la paz será terrible”. Claramente la situación para las mujeres empeoró porque una vez concluida la batalla no solo los rusos ocuparon la capital alemana, sino también, las otras tres potencias vencedoras: Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Tal como se había llegado a acuerdo en la conferencia de Yalta en febrero de 1945 y aunque históricamente no se ha mencionado mucho estos también cometieron violaciones en contra de las mujeres germanas. 55 Beevor, Antony. Berlín, La caída, op. cit., pp. 1111-1210. Se estima que unas 860 mil alemanas fueron violadas en la post guerra por los soldados aliados, no había contemplaciones, niñas de 7 años hasta ancianas eran violadas, muchas de ellas violadas por los estadounidenses. "No había agua corriente y mi madre y yo habíamos salido a buscar agua con cubos. Al llegar al puente, los soldados americanos dijeron que mi madre debía pasar, pero que yo tenía que esperar allí. Mamá hizo ademán de volver atrás, pero la empujaron y la obligaron a atravesar el puente. Ella miraba hacia atrás sin perderme de vista, pero no podía hacer nada" (Elfriede Seltenheim). El contexto de este relato, ocurre cuando los estadounidenses entraban en los suburbios de Berlín, desde allí fue trasladada a un barracón en el que los soldados estadounidenses la violaron innumerables veces, día y noche, durante un mes, "No recuerdo haber gritado ni una sola vez. Estaba aterrada”, hoy tiene 85 años y es así que recuerda su aterradora experiencia ante los soldados americanos que supuestamente venían a liberarlos del nazismo. También menciona que cuando terminó este tormento decidió no hablar nunca de lo que le había sucedido, ni nunca buscar justicia ni pedir indemnizaciones, no olvido nunca lo que le pasó, pero tampoco quería recordarlo constantemente, ella decía, "perdí la sonrisa para siempre. Después perdí las lágrimas. Y le voy a decir una cosa: se puede vivir sin sonreír, pero no se puede vivir sin llorar". A más de 70 años del término de la segunda guerra mundial todavía no se habla de las violaciones de los aliados, de los rusos, ni de los norteamericanos. La familia de Elfriede huyó hacia el oeste de Berlín tras escuchar los rumores de las violaciones en masa por parte de los soviéticos, pero terminaron siendo víctima de los americanos que supuestamente venían como libertadores que no cometían crímenes contra la población alemana, esa idea estaba en el inconsciente colectivo de los alemanes. En estos últimos años han surgido cifras más exactas sobre cuántas mujeres alemanas fueron violadas después de la rendición de Alemania el 8 de mayo de 1945, lo que es difícil, es calcular hasta cuando se provocaron estas violaciones, porque se registran casos hasta 1955, se calculan unas 860 mil, de ellas 190 mil fueron violadas por los norteamericanos. Aunque estas cifras son las que solo se atrevieron a hablar, muchas decidieron no hacerlo, así que muy posiblemente la cifra sea mucho mayor. Al principio de la ocupación todo fue festejo, los americanos y rusos por ganar la guerra, y los alemanes porque se terminó, pero una vez que se acallaron los cañones vino una pesadilla, los soldados pasaban casa por casa registrando todo para robarse relojes, bicicletas, radios, gafas de sol, joyas todo lo que era de valor, luego violaban a las niñas y mujeres antes de marcharse. Esas mujeres guardaron silencio durante muchos años por la vergüenza que les provocaba lo que les habían hecho, era lo más común que se dio en ellas, siendo también ignoradas por las autoridades del Estado alemán y habiendo nula justicia por estos crímenes. Soldados
rusos acosan a una mujer alemana después de tomarse la capital
alemana, cuando ya la batalla había finalizado
No hay duda que la mayoría de las violaciones en masa
en Berlín fueron perpetradas por soldados rusos, pero
también hay violaciones que fueron efectuadas por los
norteamericanos y que se prolongaron incluso hasta 1955, las cuales han
sido invisibilizadas a través de la historia. El ejército
estadounidense llegó a tener 1.600.000 hombres en Alemania, por
lo que era difícil controlar la disciplina de todos. Estas
violaciones no fueron registradas por los altos mandos de los
ejércitos ocupantes ni por el gobierno alemán de turno,
la mayor parte de los registros de las violaciones fueron
hechas por la iglesia alemana, esta registraba todas las
actividades de los extranjeros que ocupaban Alemania y que efectos
causaban en la comunidad, como el registro del párroco Michael
Merxmüller, que decía, "Ocho niñas y mujeres violadas, algunas de ellas en presencia de sus padres". El padre Andreas Weingand,
"Lo más triste durante su paso fueron las violaciones de tres
mujeres: una casada, una soltera, y una niña virgen de 16
años y medio. Todas cometidas por soldados americanos
fuertemente embriagados". El padre Alois Schiml de Moosburg, registró, "Por
orden del gobierno militar, una lista de todos los residentes y sus
edades debe ser clavada en la puerta de cada casa. Como resultado de
este decreto, 17 niñas y mujeres, han debido ser llevadas al
hospital, tras haber sido objeto de abusos sexuales repetidos".
Lo más conmovedor es el registro de una niña de 7
años violada y que posteriormente murió por una
enfermedad venérea, mientras que la mujer violada de mayor edad
tenía 69 años.![]() Fuente: http://www.elmundo.es/cronica/2015/03/08/54fadb85268e3ee0518b4570.html A veces los soldados pedían permiso a las autoridades locales para sacar de sus casas a mujeres alemanas, solicitaban grupos de 15 mujeres, cada 15 días con el pretexto de usarlas en tareas domésticas o de secretarias, lo cual, constituía un trabajo forzoso, sin embargo, no era más que para encubrir la huella de las violaciones. Algunas mujeres eran amenazadas, otras por sentimiento de culpa nunca denunciaron estas prácticas. Otra práctica de los soldados aliados, eran las cazas nocturnas de mujeres por Berlín, "Una noche llamaron a la puerta, eran siete soldados americanos armados. Exigieron que les preparasen comida y después violaron a mi abuela y a mi madre. Mi primo lo vio todo, pero nunca habló de ello. Mi madre y mi abuela tampoco", así da testimonio Maximiliane, hija de un estadounidense que violó a su madre, ella creció sin saber quién era su padre, años después relató, "Comencé a sospechar cuando, ya universitaria, quise hacer un viaje de estudios a EEUU... A mi madre aquello la desestabilizó por completo y después de varios meses y de mucha tensión, mi primo me contó lo que había detrás de todo aquello"56. Los soldados se daban información entre ellos, donde había mujeres y niñas indefensas, "Lo que más me ha chocado todos estos años, desde que supe lo ocurrido, es que mi madre aceptó, sencillamente. En su concepción de las cosas, ella pertenecía al 56 Sánchez, Rosalía. (08 de marzo de 2015). Las alemanas sufrieron 860.000 violaciones de los aliados. El mundo. Berlín. Recuperado el 21 de noviembre de 2016, de: http://www.elmundo.es/cronica/2015/03/08/54fadb85268e3ee0518b4570.html bando de los perdedores de la guerra y de alguna forma debía aceptar eso como un castigo. Nunca habló de ello", menciona lastimosamente Maximiliane. Julio de 1945. Soldados aliados acechan a mujeres alemanas
Meses después del término de la guerra las
violaciones estaban a la orden del día, también
había abusos sexuales con consentimiento por sobrevivencia, ya
sea por patatas, chocolates, o por cualquier fuente de alimento. Muchas
mujeres y niñas se veían obligadas a prostituirse para
poder sobrevivir, lo hacían a cambio de cualquier alimento que
estos le ofrecían, la falta de alimento era tanta que no les
quedaba otra alternativa, se decía en las calles de
Berlín, Los estadounidenses y
rusos se demoraron 6 años en derrotar a los alemanes, pero estos
con solo una tableta de chocolate pudieron conquistar a las mujeres
alemanas. ![]() Fuente: http://www.elmundo.es/cronica/2015/03/08/54fadb85268e3ee0518b4570.html La propaganda estadounidense promovió la idea que las mujeres alemanas se sentían atraídas por los soldados norteamericanos, lo que produjo aún más el exceso machista de los americanos. Otra dolorosa consecuencia de las violaciones en masa fue la de los bebés que nacieron a causa de estas violaciones, bebés sin padres. Se estima que el 5% de los niños nacidos en la Alemania occidental de la post guerra fueron a causa de una violación, en números enteros se estima que fueron unos 1.900 niños, se desprende que por cada nacimiento cabe suponer 100 violaciones, aparecen como resultado los 190.000 casos. Al avanzar los años a la guerra, hacia fines de los años 50, se estableció que unos 400.000 niños en total nacieron producto de una violación o de relaciones por necesidad en toda Alemania por parte de las cuatro potencias ocupantes, de los 400.000 nombrados, 300.000 fueron a causa de los rusos y solo el gobierno francés respondió a estos niños sin padres mediante una manutención. En los archivos de los hospitales también quedó registro del estado en el que llegaban las mujeres y niñas que habían sido violadas brutalmente, "Además de violadas, muchas mujeres eran azotadas con fustas y látigos o atacadas con armas blancas", también los archivos judiciales tienen casos de niñas de 13 años que se han suicidado por haber sido víctima de violaciones de grupos de soldados, se colgaban de las vigas de sus casas o con sobre dosis de vinagres, Otto H, relata, "Mi sobrina de 13 años fue violada en la habitación de al lado por 14 soldados rusos. A mi mujer la arrastraron hasta el granero y allí la violaron también. A la mañana siguiente, antes de dejar la granja, volvieron a hacerlo. Al abrir el granero encontramos su cuerpo destrozado" tuvo que llevar en su conciencia ese acto por el resto de su vida. Pero no cabe duda que uno de los testimonios que más nos ha llamado la atención por la crueldad de los crímenes, es el de un joven oficial llamado Leonid Rábichev, quien años después se atrevió a escribir sobre las atrocidades de las que fue testigo. «…mujeres, madres e hijas, yacen a derecha e izquierda a lo largo de la ruta —escribiría—, y delante de cada una de ellas se halla un ruidoso ejército de hombres con los pantalones bajados»57. 57 Merridale, Catherine. La Guerra De Los Ivanes: El Ejército Rojo (1939-1945), op. cit., p. 1451. «A las mujeres que sangran o pierden el conocimiento se las aparta a un lado —proseguía Rábichev—, y nuestros hombres disparan a las que tratan de salvar a sus hijas». Mientras tanto, había allí cerca un grupo de oficiales «sonrientes», uno de los cuales estaba «dirigiéndolo, o, mejor dicho, regulándolo todo, con el fin de asegurarse de que todos los soldados sin excepción tomaran parte»58. Aquella noche, a Rábichev y sus hombres se les envió a pernoctar a un refugio alemán abandonado. En todas las habitaciones había cadáveres: cuerpos de niños, de hombres y mujeres ancianos que evidentemente habían sufrido violaciones antes de morir. «Estábamos tan cansados —escribiría Rábichev— que nos tendimos en el suelo entre ellos y nos quedamos dormidos» Al fin y al cabo, resultaba ya difícil que la mera presencia de cadáveres pudiera perturbarles 59 Mujeres y niños alemanes violados y asesinados
58 Merridale, Catherine. La Guerra De Los Ivanes: El Ejército Rojo (1939-1945), op. cit., p. 1452.![]() Fuente: http://redpatrioticargentina.blogspot.de/2011/09/la-frase-de-zinoviev.html 59 Ibíd. Niños alemanes violados y asesinados por los militares rusos
![]() ![]() Fuente: https://ser1889.wordpress.com/2009/11/ “Cuando más tarde fueron a otro edificio y encontraron los cuerpos de varias mujeres que habían sido violadas y luego mutiladas una por una, cada una de ellas con una botella de vino vacía introducida en la vagina, la entereza de los hombres de Rábichev disminuyó un poco”60. Según Catherine Merridale historiadora especialista en historia de Rusia, lo que motivó a los soldados rusos a cometer estas atrocidades era que la compasión por las 60 Ibíd. p. 1453. víctimas femeninas era algo que se desincentivaba de manera activa, y la presión del resto de los soldados también contribuía a unir a los hombres y hacerlos cómplices y partícipes en los crímenes. La historiadora Miriam Gebhardt postula algo similar, apuntando como posibles causas de las violaciones “la propaganda de venganza, experiencias dolorosas en los propios países y una imagen denigrante de las mujeres alemanas en la prensa y entre los soldados"61. También postula lo que ya habíamos mencionado, una fuerte inclinación al exceso de alcohol entre los rusos y a la organización patriarcal de las sociedades rusas, en las que la deshonra pasada pudo ser limpiada y saldada mediante la violación de las mujeres enemigas. En la post guerra el Estado alemán no dio ningún dato más sobre las mujeres violadas durante la batalla, ni en la posterior ocupación de Berlín, es más, el Estado alemán no dio ninguna ayuda psicológica a estas mujeres, prefirió omitir lo ocurrido. Además, fueron maltratadas por los propios alemanes, por dejarse violar, según ellos. Los embarazos no deseados, los abortos, el abandono infantil y las enfermedades venéreas también aumentaron considerablemente después de la guerra, finalmente las mujeres alemanas tuvieron que cargar solas con esa culpa, ya que no recibieron ayuda de nadie. Los altos mandos del ejército rojo se defendieron diciendo que las violaciones habrían sido casos aislados, fue tanto el rechazo que se produjo que hasta Francia país que admiraba a la URSS manifestó su molestia. Molotov, Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión Soviética dijo que las acusaciones de violaciones por parte de las tropas rusas eran solo propaganda para desprestigiarlos, claramente los soviéticos no querían que ensuciaran su imagen de liberadores de Europa del fascismo62. ¿Por qué los crímenes de la dictadura de Stalin quedaron impunes? En el inconsciente colectivo están las películas “La lista Schindler” o “La decisión de Sophie”, que tratan sobre los crímenes de los nazis en la segunda guerra mundial, pero, ¿existe una que mencione los crímenes de guerra de los soviéticos? Así como millones de 61 Arizaleta Barberia, Mikel (29 de abril de 2015). Cuando llegaron los soldados. Recuperado el 25 de noviembre de 2016, de: http://kaosenlared.net/cuando-llegaron-los-soldados/ 62 Beevor, Antony. Berlín, La caída, op. cit., pp. 1111-1210. personas, judíos, homosexuales, comunistas, gitanos, testigos de Jehová, y discapacitados eran asesinados en los campos de concentración alemanes, también había millones de personas que eran asesinadas en los campos de concentración soviéticos llamados gulags, entonces, ¿Por qué solo los crímenes de los nazis se llevan toda la atención? Durante muchos años Stalin gobernó la Unión Soviética paralelamente que Adolf Hitler gobernaba Alemania, dos de las dictaduras más sangrientas de la historia, donde se ratificaron los campos de concentración, los gulags, exilios y las deportaciones en masa que condenaron a muerte a millones de personas. Bajo la dictadura de Stalin se deportaban a personas para ocuparlas como mano de obra en las minas, talando los bosques o en la construcción megalómana de Stalin, así la URSS pudo acelerar su industria y convertirse en una potencia mundial. Stalin gobernó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas entre 1924 y 1953
Algunos historiadores plantean que se olvidó los
gulags de Stalin, porque la vida fuera de ellos no era mejor, ya que el
pueblo ruso había sufrido bastante, la primera guerra mundial,
la revolución rusa, la colectivización agrícola y
la invasión nazi hicieron que la Unión Soviética
no fuera un país donde se pudiera vivir en paz cotidianamente.
Los prisioneros de los gulags decían, el mundo más allá de las alambradas no era sinónimo de libertad, para los rusos su país era, olshaya, "la gran prisión" que era más o menos igual de mortífera e inhumana que los gulags. ![]() Fuente: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7725000/7725848.stm Otro argumento del porque los crímenes rusos están ocultos es que los aliados necesitaban enaltecer la imagen de Stalin ya que la URSS era uno de sus aliados en su lucha contra la Alemania de Hitler. Entre otras razones del porqué los crímenes de los soviéticos se les da menos importancia es que no existen imágenes o videos de ellos. No existen registros que muestren cadáveres o prisioneros moribundos, sumado al excesivo hermetismo que caracterizó no solo la época de Stalin sino también toda la historia de la Unión Soviética. Anne Applebaum periodista del Washington Post y autora de libro “Gulag: una historia” dice: “en nuestra sociedad un hecho que no es ilustrado por imágenes simplemente no existe”. En los gulags la gente moría de hambre, frio o por fusilamientos de los verdugos, aun así, estas muertes no provocan tanto rechazo como la forma en que morían los prisioneros en los campos de concentración de la Alemania nazi, los cuales eran asesinados mediante cámaras de gas o por atroces experimentos médicos. Para muchos es mejor mirar los crímenes contra un grupo de personas por su etnia, como la matanza de los judíos, ver como una raza extermina a otra, en vez de ver la de un gobierno supuestamente del pueblo que se muestra la imagen de hermandad de los trabajadores más allá de las fronteras como el comunismo. Comparando los campos de concentración nazis y los gulags soviéticos, la finalidad de ambos era humillar a los prisioneros, quitarles sus necesidades básicas para sobrevivir, como la comida, sueño y abrigo. En los dos la imagen del “enemigo” era diseñada por el Estado para ayudar a construir una identidad nacional. Pero también existían diferencias entre ambos sistemas de campos de concentración, en los gulags soviéticos tenían un afán económico y político, el fin era tener mano de obra para la producción, al mismo tiempo el régimen estalinista se deshacía de la oposición, como los trotskistas, enemigos de clase como nobles, burgueses, o agricultores dueños de la tierra. En el caso de los campos de concentración nazis en algunos casos también eran para trabajos forzados y producción, pero la principal función era el exterminio mediante cámaras de gas. En el caso de los gulags, la sentencia de ser trasladado a uno no era una sentencia de muerte, algunos podían escapar o cumplían sus condenas y luego volvían a sus hogares. En cambio, tratar de escapar de Auschwitz o Mauthausen era prácticamente imposible, pero la gran diferencia entre ambos regímenes opresores es que en nuestros días una es condenada por el mundo entero y la otra sigue siendo un misterio63. ¿Quién lavó la imagen de Stalin y sus crímenes? Stalin es responsable de derramar la sangre de millones de seres humanos, pero de alguna manera ha conseguido escapar del juicio histórico y todo el odio y desprecio se lo llevó su contendor, Adolf Hitler, ¿Por qué el líder soviético se salvó de esa condena? El historiador británico Laurence Rees se sorprendió una vez cuando caminaba por una de las universidades británicas y dijo: vi un retrato de Stalin, unos de los mayores genocidas de la historia, pero aun así lo homenajean o solo era para tapar una humedad de la pared, pero lo que más me llamó la atención fue que a nadie le llamaba la atención ese tirano en la pared, me pregunte, que pasaría si en vez de Stalin estuviera Hitler en aquella pared, seguramente habría una lluvia de protestas. Según la crítica de la historia o de un tipo común y corriente, Stalin culminó la guerra mejor posicionado de lo que realmente se merecía, siendo que fue responsable de la muerte de millones de personas inocentes, muchas de ellas solo por sus sospechas y paranoia, las torturó y asesinó, toda persona que sepa quien fue realmente Iósif Stalin sabría sobre su naturaleza violenta y monstruosa. Pero hay quienes que le dan una razón lógica al porqué Stalin no tiene una imagen oscura como debería tenerla dentro de los personajes históricos, y es porque de algún modo bajo la sombra de la información e imagen benigna de lo que fue la Unión Soviética, imagen que la construyeron los aliados occidentales, para los norteamericanos Stalin era el “Tío Joe” y para los británicos es el “viejo Joe”. La prensa aliada, especialmente la británica estaba muy dedicada a enaltecer la imagen de su aliado soviético, como por ejemplo un periodista llamado George Orwell, quien escribió una fábula de una granja la cual enaltecía al Estado soviético, pero nunca hablo de los horrores que se vivían en el Este. Lo mismo ocurría en Estados Unidos, en la edición de enero de 1943 la revista Time publicó en la portada la imagen de Stalin como "Hombre del año" y en 1942 la revista decía: “1942 fue un año de sangre y fuerza” “El 63 Riquelme, María José (12 de noviembre de 2008). El olvido de los crímenes estalinistas. BBC Mundo. Recuperado el 20 de diciembre de 2016, de: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7725000/7725848.stm hombre cuyo nombre significa acero en ruso, cuyas escasas palabras en inglés incluyen la expresión estadounidense "tough guy" (chico duro) fue el hombre de 1942... Los métodos de Stalin fueron duros, pero valieron la pena”. Otro artículo publicado de la revista Life en 1943 describía que la URSS era similar a los Estados Unidos, que su gente era parecida a los norteamericanos, se visten como ellos y piensan como ellos, pero sin lugar a dudas la apreciación que llamó más la atención fue la que se le hizo a la NKVD, la policía de la Unión Soviética, responsable de las purgas de Stalin a la cual se comparó con el FBI. Stalin y su gobierno en 1938, con Nikolay Yezhov, el jefe de la policía secreta, la NKVD en el extremo derecho
Pero el galardón más grande sobre el lavado de imagen de Stalin se lo lleva una película llamada "Misión a Moscú",
de la Warner Brothers, basada en un libro escrito por Joseph Davies, un
ex embajador estadounidense en la URSS. Tanto el libro como la
película se muestran a Stalin como un hombre paternal en la
URSS, como el hombre responsable de la acelerada
industrialización de la Unión Soviética y sobre
las personas inocentes que murieron en las purgas de Stalin se dijo que
había sido por necesidad de seguridad del Estado
soviético. Más tarde el mismo productor de la
película “Misión a Moscú”, Robert
Buckne, reconoció que su película era una de las
más grandes farsas diciendo, "una mentira conveniente para fines políticos".
Después de la muerte de Stalin en los años 50 ese film
fue condenado, tal vez porque ya la guerra fría había
comenzado, pero durante la guerra fue un material de propaganda, a
pesar que se sabía en Estados Unidos y el Reino Unido de los
crímenes del régimen de Stalin.![]() Fuente: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7725000/7725848.stm Los aliados no solo sabían de la brutalidad del régimen estalinista hacia comienzos de los años 40, sino también el presidente de Estados Unidos, Franklin Roosevelt y el primer ministro Británico, Winston Churchill, llegaron a censurar la información que hablaba sobre los crímenes de Stalin en la Polonia ocupada por la Unión Soviética, cuando hizo cumplir el tratado germano soviético de 1939 en el que planteaba que la parte Este de Polonia seria soviética, uno de los crímenes que trataron de ocultar con mucho afán, es la matanza del bosque de Katyn donde murieron miles de oficiales polacos por parte de la NKVD (la policía secreta del régimen estalinista). No es difícil entender porque los dos gobiernos tanto de Norteamérica y el Reino Unido no prestaron atención los crímenes de Stalin y que, por el contrario, tenían que dar una buena imagen de este, ya que la Unión Soviética era un aliado vital para occidente ante los alemanes, se necesitaban de su parte para luchar contra ellos. "Los tres grandes": Churchill, Roosevelt y Stalin, en 1945
El gran problema en todo esto es que las mentiras ante la
conveniencia del momento fueron muchas, es más perduran hasta el
día de hoy, por eso se espera que algún día la
gente común y corriente no solo los historiadores se den cuenta
de lo atroz que fue el régimen de Stalin en la URSS, lo mismo se
espera de los estudiantes, que a veces glorifican la imagen del
dictador de la Unión Soviética, tal vez por tener la
misma ideología de él, pero eso no quita que deban
condenar las atrocidades de su dictadura y que esta sea tan rechazada
como la del régimen nazi 64.![]() Fuente: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7725000/7725848.stm Conclusión En esta tesis analizamos los crímenes de guerra de las fuerzas armadas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética, durante la segunda guerra mundial contra sus enemigos, primero los polacos entre 1939 y 1940 y luego contra los alemanes entre 1942 y 1945. En el primer capítulo se definió el concepto de crimen de guerra, y cuales nos enfocamos para realizar esta tesis, posteriormente se vio la masacre del bosque de Katyn, en la ciudad de Smolensk en la actual Federación Rusa, cometida por la Unión Soviética contra los oficiales del ejército polaco e intelectuales entre abril y mayo de 1940, luego de la anexión del Este de Polonia por parte de la URSS, haciendo cumplir el tratado de no agresión germano – soviético firmado en agosto de 1939. Se vio el porqué de la matanza, la impunidad de la misma y las constantes inculpaciones entre la Alemania nazi y a Unión Soviética al momento del descubrimiento de los cuerpos en las fosas comunes del bosque de Katyn y el quiebre de relaciones del Kremlin con el gobierno polaco en el exilio en Londres. Se vio también el rol del gobierno británico ante la matanza, y su decisión de apoyar incondicionalmente la versión soviética de la historia, incluso pasando por alto las pruebas presentadas por Alemania y la petición polaca de hacer justicia por los crímenes cometido, lo que motivó al gobierno británico a tomar esta decisión fue mantener unidos a los aliados en contra de Alemania. En el segundo capítulo se vio una de las batallas más sangrientas de la historia, Stalingrado. En primer lugar, vimos lo que fue la batalla en sí, el ataque alemán, la motivación que tenían en alcanzar el Cáucaso y la ciudad de Stalingrado, y la contra ofensiva soviética en la orilla del rio Volga. Pero nuestro énfasis estuvo puesto en las matanzas que cometieron los comisarios rusos en contra de sus propios soldados y oficiales que se retirasen del campo de batalla luego de emitirse la orden 227, redactada por Stalin, la 64 Redacción BBC Mundo (11 de noviembre de 2008). ¿Quién le lavó la cara a Stalin? BBC Mundo. Recuperado el 20 de diciembre de 2016, de: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7721000/7721913.stm cual planteaba básicamente, ¡ni un paso atrás! y quien se atreviese a hacerlo moriría en el acto con las ráfagas de balas de sus camaradas o seria transferido de inmediato a un batallón de primera línea de batalla, el más peligroso, para que pagara caro por su acto de cobardía. Por otro lado, también vimos la motivación que tenía Josef Stalin al decretar esta orden, cual fue la causa que lo llevó a redactar tan cruel orden. Se mencionó también la orden 270, en la cual se establecía que la familia de los desertores sería enviada a los gulags en Siberia a trabajos forzados, en caso de que un soldado huyera de la batalla y fuese considerado un traidor de la patria. También se mencionó que ocurrió con los soldados alemanes al mando del mariscal de campo Friedrich Paulus tomados prisioneros luego de la batalla de Stalingrado, los cuales fueron enviados a Siberia y de ellos muy pocos regresaron a Alemania. En el tercer capítulo se vio lo que fue la mayor tragedia marítima de la historia, el hundimiento del buque hospital Wilhelm Gustloff de la armada alemana, por parte de un submarino soviético S-13 al mando de Alexander Marinesko, a finales de la segunda guerra mundial, el cual llevaba refugiados civiles alemanes que escapaban de Prusia oriental ante el inminente avance del ejército rojo del Este hacia el Oeste. Primero se hace una pequeña reseña del buque, la participación que tuvo en la segunda guerra mundial y como se convirtió en un buque hospital de refugiados. Luego se señalan los acontecimientos de la noche del hundimiento, las condiciones climáticas, el número de tripulantes, de pasajeros y el número de víctimas del naufragio, que le daría el título tristemente célebre de ser la mayor tragedia marítima de la historia mundial. Por otra parte, se mencionó también de porqué a pesar de ser la mayor tragedia marítima de la historia no se le da la importancia que se merece, a diferencia de los hundimientos de los buques aliados. Por último, se revisó que pasó con los responsables soviéticos de la tragedia, si hubo algún juicio o este crimen quedó impune. En el cuarto y último capítulo vimos la batalla de Berlín, la cual fue la última de la segunda guerra mundial en Europa, hacia abril y mayo de 1945. Primero se vio la batalla en sí, la ofensiva soviética para tomar la ciudad y como los alemanes prepararon la defensa, el suicidio de Hitler y la cantidad de muertos que dejó la batalla en ambos bandos. Pero nuestro enfoque estuvo en las violaciones en masa perpetrada por el ejército en la capital alemana, los suicidios posteriores, como sobrevivieron a la batalla, cual fue la versión soviética de estos hechos y que rol tuvo el Estado alemán en años posteriores para hacerse cargo de aquellas mujeres, y si hubo o no justicia para ellas. También en este capítulo revisamos testimonios de mujeres de todas las edades que fueron violadas por los rusos durante la toma de Alemania y testimonio de sus propios verdugos soviéticos, y su motivación para realizar aquellos terribles actos. Además, hacemos una mención de porqué los crímenes rusos han sido olvidados en cierta medida, en comparación con los crímenes del régimen nazi de los cuales existe abundante material (archivos, fotografías, videos, etc.) Bibliografía Fuentes: Anónimo. Las Últimas Cartas de Stalingrado. Península, Barcelona, 2007. Gelfand, Vladimir. Diario de vida. Hillers, Marta. Anonyma Una mujer en Berlín. Frankfurt, ANAGRAMA, 1954 Moutier, Marie. Cartas de la Wehrmacht, la segunda guerra mundial contada por los soldados. Crítica, Barcelona, 2015. Sánchez, Rosalía. (08 de marzo de 2015). Las alemanas sufrieron 860.000 violaciones de los aliados. El mundo. Berlín. Recuperado el 21 de noviembre de 2016, de: http://www.elmundo.es/cronica/2015/03/08/54fadb85268e3ee0518b4570.html Záitsev, Vasili. Memorias de un Francotirador en Stalingrado. Critica, Barcelona, 2014. Hall Allan (Domingo 3 de febrero de 2002) Violadas por el ejército ruso. Reportaje del diario El Mundo de España. Número 329. 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RUSSISCHE KRIEGSVERBRECHEN IM ZWEITEN WELTKRIEG (1940-1945) | ||
Diese Arbeit wird eingereicht, um den Titel eines Lehrers für Sekundarstufe in Geschichte und Geographie zu erlangen | ||
AUTOR: ESPINA GATICA, GUSTAVO EDUARDO | ||
Lehrerhandbuch: Dr. Briones Quiroz, Félix | ||
CHILLÁN, 2016 |
Verstöße gegen deutsche Frauen in Berlin
Anfang April 1945 neigte sich der Zweite Weltkrieg auf dem europäischen Kontinent dem Ende zu. Die Niederlage von Hitlers Drittem Reich war unausweichlich, die deutsche Kriegsindustrie praktisch zerstört, und es fehlte an Treibstoffreserven. Hitler jedoch hatte sich längst von der Realität entfremdet und rief zu fanatischen Gegenangriffen auf, bei denen seine Männer zu Selbstmordmissionen gegen die heranrückenden Truppen der Roten Armee aufgefordert wurden.
Hintergrund
Am 16. April begann die Artillerie der Roten Armee mit dem Angriff auf Berlin. Bereits am 20. April, an Hitlers Geburtstag, drangen sowjetische Truppen von Norden in die Stadt ein – ein schwerwiegender Fehler der deutschen Verteidiger, deren Kräfte im Westen konzentriert waren. Einige deutsche Einheiten beschlossen in letzter Minute, sich den Amerikanern zu ergeben, statt im aussichtslosen Kampf gegen die Sowjets zu sterben. Dies führte zu einem erheblichen Rückgang der Verteidigungstruppen in Berlin.
Am 24. April war die Stadt vollständig von sowjetischen Einheiten umzingelt, was für viele deutsche Soldaten und Zivilisten die Flucht unmöglich machte. Sie waren nun der Rache der Roten Armee ausgeliefert – Vergeltungsakte für die Gräueltaten, die seit dem Beginn des deutschen Angriffs auf die Sowjetunion im Juni 1941 begangen worden waren.
Die Verteidigung Berlins bestand zum Großteil aus Kindern und alten Männern, Mitgliedern der Hitlerjugend, Veteranen des Ersten Weltkriegs, Einheiten der SS sowie den letzten Resten der nahezu zerschlagenen Wehrmacht. Der Straßenkampf war extrem blutig. Die Sowjets mussten sich Haus für Haus vorkämpfen und erlitten dabei schwere Verluste. Die Ruinen, die zuvor durch sowjetische Luftangriffe und Artilleriebeschuss entstanden waren, kamen der deutschen Verteidigung zupass. Berlin war zu einem einzigen Trümmerfeld geworden. Die Zivilbevölkerung suchte Schutz in den U-Bahn-Schächten der Stadt.
Am 28. April heiratete Hitler seine langjährige Gefährtin Eva Braun – just an dem Tag, als sowjetische Truppen das Zentrum Berlins erreichten und sich nur noch wenige Meter vom Reichstag entfernt befanden, wo Hitler im Bunker Zuflucht gesucht hatte. Am 30. April begingen Hitler und seine frisch angetraute Frau Selbstmord im Führerbunker und ordneten an, ihre Leichen zu verbrennen. Währenddessen setzten die Sowjets den Angriff auf den Reichstag fort. An jeder Ecke des Gebäudes wurde erbittert gekämpft. Der letzte deutsche Widerstand dort endete am 2. Mai mit der Kapitulation der verbliebenen Truppen.
Nach der Einnahme der Stadt suchten viele deutsche Zivilisten und Soldaten Zuflucht bei den westlichen Alliierten. Aus Angst vor sowjetischer Vergeltung bevorzugten sie die Kapitulation gegenüber Amerikanern oder Briten – im Bewusstsein der Gräueltaten, die deutsche Truppen seit dem Einmarsch in die Sowjetunion im Jahr 1941 begangen hatten.
Deutschland kapitulierte offiziell am 8. Mai 1945.
Tabelle 1:
Verluste auf beiden Seiten
Berliner Offensive (16. April – 8. Mai 1945) | Personalstärke | Tote oder Vermisste | Verwundete | Gefangene | Zivile Todesopfer |
---|---|---|---|---|---|
UdSSR | 2.062.100 | 81.116 | 280.251 | – | – |
Deutschland | – | 50.000 | – | 134.000 | 152.000 |
⁴⁷ Quelle: Eigene Darstellung nach: Glantz, David M. Cuando chocan los titanes: Como el ejército rojo detuvo a Hitler. Übersetzung: Francisco Medina. JeSsE. 1995, S. 194.
Tabelle 2:
Materialverluste der UdSSR
Materialverluste | Panzer und Selbstfahrlafetten | Artillerie | Flugzeuge |
---|---|---|---|
UdSSR | 1.997 | 2.108 | 917 |
Quelle: Eigene Darstellung nach: Glantz, David M. Als die Titanen sich duellierten: Wie die Rote Armee Hitler stoppte. Übersetzung: Francisco Medina. JeSsE, 1995, S. 194.
⁴⁷ Glantz, David M. Als die Titanen sich duellierten: Wie die Rote Armee Hitler stoppte. Übersetzung: Francisco Medina. JeSsE, 1995, S. 194.
⁴⁸ Ibid.
Erfahrungsberichte
Marta Hillers
Die Russen waren bereits in Berlin, der Tod war zur Gewohnheit geworden, es gab keine Regierung und niemanden, der uns schützte. Nur eine gewisse Disziplin und Hierarchie unter uns half uns, uns gegenseitig zu bewahren. Wir lebten ohne jeglichen Kontakt zur Außenwelt: keine Zeitung, keine Nachrichten, kein Radio – nur Gerüchte, die unsere Zuflucht erreichten. Bis zu diesem Moment hatten wir vor allem Angst vor den Bombenangriffen der Alliierten. Ein geschmackloser Scherz ging damals durch die Straßen Berlins: „Lieber ein Russe im Bauch als ein Amerikaner im Kopf.“
Plötzlich kam ein
Mädchen zu mir, das mir erzählte, dass sie vergewaltigt
worden war. Ich weiß nicht, warum ich anfing aufzuschreiben, was
sie mir sagte, aber ich tat es. Der erste Satz, den ich in mein
Tagebuch schrieb, war: „Was bedeutet Vergewaltigung?“ Und ich beantwortete diese Frage mit dem, was das Mädchen mir berichtete. Sie sagte:
„Sie packten mich und
warfen mich zu Boden, mehrere zugleich. Einige schauten nur zu,
während andere begannen, meine Unterwäsche zu zerreißen
und mich brutal zu vergewaltigen.“
Dann fragte ich sie: Wie oft?
„Fünfmal.“
Einige deutsche Männer tadelten uns Frauen dafür, dass wir uns von den Ivans
– wie wir die Russen nannten – vergewaltigen ließen.
Wir lernten, dem Gewaltakt so gut es ging auszuweichen, uns gegenseitig
zu informieren, manchmal sogar zu schützen. Aber nicht alles wurde
erzählt. Manche Frauen, die sahen, dass Vergewaltigung
unausweichlich war, suchten sich bewusst einen russischen
„Alpha“ – einen ranghohen Soldaten – und
überließen sich ihm, in der Hoffnung, dafür im Gegenzug
Nahrung und Schutz zu bekommen. In meinem Tagebuch schrieb ich nur die
Erlebnisse der einzelnen Frauen auf. Ich fragte sie weder nach ihrem
Namen noch nach weiteren Details. Ob das richtig war, weiß ich
nicht – aber ich tat es.
Vergewaltigung wurde ein tägliches Gesprächsthema unter den Frauen: „Wurdest du vergewaltigt? Wie oft? Wo? Haben dir die Ivans etwas dagelassen? Wie viele waren es heute?“ Es war, als ob es zur Routine geworden war.⁴⁹
Gabriele Köpp
Warum musste ich ein Mädchen sein?
„Frau, komm“ – das war der Satz, den wir von den Russen am wenigsten hören wollten. Ich bin heute 80 Jahre alt und leide noch immer unter Schlafstörungen. Ich konnte nie eine normale Beziehung führen, denn Sexualität bedeutet für mich nur Gewalt.
Es kam zu so vielen Vergewaltigungen, dass ich nach dem Waffenstillstand hörte, wie die katholische Kirche deutschen Frauen Abtreibung erlaubte. Ich hörte einmal das Zeugnis einer Frau, die anonym bleiben wollte – sie war damals 30 Jahre alt, ich ein kleines Mädchen. Mein eigenes Zeugnis zu geben, fiel mir schwer, aber ich fühlte mich verpflichtet, es zu tun. Ich empfinde mich als Stimme für viele Frauen, die nie sprechen konnten. Ich war mit einigen Frauen zusammen, die von den Russen vergewaltigt worden waren. Sie wurden mindestens fünfmal geschändet – eine 90-jährige Frau wurde ebenfalls vergewaltigt und starb danach.
Ich erinnere mich, als wäre es gestern gewesen: Am 25. Januar 1945 sagte mir meine Mutter, ich solle fliehen, denn die Russen kämen. Ich lebte in Schneidemühl in Pommern, das heute zur polnischen Stadt Piła gehört. Wir flohen mit einem Viehwagen nach Berlin, weil wir dachten, es sei sicherer. Doch die Russen nahmen den Zug. Ich floh zu meiner Schwester in eine kleinere Stadt – aber auch dort holte mich das Grauen ein.
Ich wurde morgens zweimal und nachmittags zweimal vergewaltigt – in einem geplünderten Haus. Das Schlimmste war, dass es ältere deutsche Frauen waren, die mich den Russen überließen, um sich selbst zu retten – einfach, weil ich die Jüngste war. Ich weinte so sehr, dass mir keine Tränen mehr blieben. Zwei Wochen lang war ich das Sexspielzeug eines russischen Offiziers, bis ich in eine nahegelegene Stadt fliehen und mich dort verstecken konnte – dank einer Familie, die mich aufnahm. 15 Monate später traf ich meine Mutter in Hamburg wieder. Doch sie war in den folgenden Jahren wie vereist – vielleicht wegen der Scham und Schuld, dass sie mich dem überlassen hatte, was mir widerfuhr. Vielleicht, weil sie meine Schwester und mich aus dem Haus rettete – aber auf welchen Preis.⁵⁰
⁵⁰ Köpp, Gabriele. Warum musste ich ein Mädchen sein? Zeitzeugenbericht.
Vladimir Gelfand (sowjetischer Offizier, der an der Schlacht von Berlin teilgenommen hat)
„Die deutschen Katzen, die wir gefangen hatten, sagten, sie würden ihre toten Ehemänner rächen“, schreibt der Leutnant. „Wir müssen sie gnadenlos vernichten, unsere Soldaten schlagen vor, sie in ihre Genitalien zu stechen, aber ich würde sie nur hinrichten.“
Am 25. April traf ich einige deutsche Frauen, mit meinem prekären Deutsch erzählte ich ihnen, wohin sie gingen und warum sie ihre Häuser verlassen hatten. Mit Entsetzen im Gesicht erzählten sie mir, was ihnen in der ersten Nacht passiert war, als die Rote Armee in die Stadt kam. „Sie haben mich hier festgenagelt“, sagte eines der Mädchen und hob ihren Rock. „Die ganze Nacht. Sie waren alt und andere hatten Pickel. Alle waren in Schichten montiert. Nicht weniger als 20 Männer“, sagte sie, bevor sie in Tränen ausbrach.
Plötzlich warf sich das Mädchen auf mich und sagte: „Du kannst mit mir schlafen. Tu mit mir, was du willst, aber nur mit dir!“
⁵⁰ Koepp, Gabriele, Warum war ich bloß ein Mädchen? Bonn, Herbig, 2010.
General Frank Howley (USA):
„Die Soldaten der Roten Armee waren in Berlin und überall nur Diebe und Vergewaltiger, und sehr oft auch Mörder. Ein deutsches Mädchen, das ich später als Sekretärin einstellte, war zum Zeitpunkt der Tat 17 Jahre alt. Sie musste ins Krankenhaus eingeliefert werden, nachdem es ihr gelungen war, aus Berlin zu fliehen und unsere Linien zu erreichen. Sieben russische Soldaten hatten das Mädchen und ihre Mutter in deren Wohnung vergewaltigt ... 230 deutsche Frauen wurden aufgrund von Vergewaltigung und Misshandlung an einem einzigen Tag im selben Krankenhaus behandelt.“
⁵¹ Gelfand, Vladimir. Tagebuch des Lebens.
Heute 90 Jahre alt. Sie berichtet, dass sich bei der Ankunft der sowjetischen Truppen in ihrer Berliner Nachbarschaft Panzer auf den Straßen befanden. Jeder flüchtete sich damals in den Keller seines Wohnhauses.
In einer der Bombennächte verließ sie das Kellerversteck, um ein Stück Schnur zu suchen, mit dem sie eine Lampe aufhängen wollte. Plötzlich wurde sie von zwei sowjetischen Soldaten überrascht, die sie mit Pistolen bedrohten.
„Beide haben mich vergewaltigt. Ich dachte, sie würden mich umbringen“, erinnert sie sich. Ingeborg sprach jahrzehntelang nicht über ihre bittere Erfahrung — es war zu schwer, das jemandem zu erzählen. „Meine Mutter rühmte sich immer, dass ihre Tochter nicht angetastet worden war“, sagt sie.
Der sowjetische jüdische Kommissar Ilja Ehrenburg in der Anfangsphase der Eroberung Berlins:
„Töte! Töte! In der deutschen Rasse gibt es nichts als Böses, weder unter den Lebenden noch unter den Ungeborenen – nichts als Böses! Folge den Anweisungen von Genosse Stalin. Vernichte das faschistische Ungeziefer ein für alle Mal in seinem Bau. Brich den Stolz dieser deutschen Frauen, begehre sie als Kriegsbeute! Töte auf deinem Weg, edler Soldat der Roten Armee.“
Svetlana Alexijewitsch:
„Wir waren jung, stark, und vier Jahre ohne Frauen – also versuchten wir, deutsche Frauen zu erwischen. Zehn Männer vergewaltigten ein Mädchen, es gab nicht genug Frauen. Die ganze Bevölkerung wurde von der Sowjetarmee durchgenommen. Zwölf oder dreizehn Jahre alt... Wenn sie schrie, stopften wir ihr etwas in den Mund. Wir fanden das lustig. Heute kann ich nicht mehr begreifen, wie ich das tun konnte. Ich, ein Junge aus gutem Haus... Aber ich war es.“
Ein sowjetischer Fernmeldesoldat:
„Immer wenn wir eine Stadt eingenommen hatten, hatten wir drei Tage Zeit, um zu plündern und zu... [vergewaltigen]. Das war zwar nicht offiziell erlaubt, aber geduldet. Nach drei Tagen konnte man vors Kriegsgericht kommen, wenn man weitermachte. Ich erinnere mich an einen Kameraden, der eine nackte Deutsche vergewaltigte, während sie eine Handgranate zwischen den Beinen hatte. Heute schäme ich mich, damals tat ich es nicht. Glaubst du, es war leicht, den Deutschen zu vergeben? Wir hassten ihre sauberen Häuser, ihre Gärten mit Rosen. Ich wollte, dass sie leiden. Ich wollte ihre Tränen sehen. Es hat Jahrzehnte gedauert, bis ich Mitleid empfinden konnte.“
Wassili Grossman, Sonderkorrespondent der Zeitung Krasnaja Swesda („Der Rote Stern“), dem offiziellen Organ der Roten Armee, schilderte in seinem Bericht erschütternde Szenen, die sich in den besetzten deutschen Gebieten abspielten:
„Entsetzen in den Augen von Frauen und Mädchen … Grauenhafte Dinge geschehen den deutschen Frauen. Eine höfliche Deutsche, deren Haus von ‚neuen Besuchern‘ – Soldaten der Roten Armee – betreten wurde, erklärt mit ausdrucksstarken Gesten und bruchstückhaftem Russisch, dass sie heute bereits von zehn Männern vergewaltigt wurde … Frauenschreie dringen aus einem offenen Fenster. Frauen und Mädchen fühlen sich nur dann sicher, wenn ein jüdischer Offizier anwesend ist. Sobald er geht, flehen sie ihn an zu bleiben. Auch sowjetische Mädchen, die aus Konzentrationslagern befreit wurden, erleiden jetzt erneut großes Leid. Einige von ihnen verstecken sich in unserem Korrespondentenzimmer. In der Nacht wecken uns ihre Schreie – einer der Korrespondenten konnte der Versuchung nicht widerstehen.“
Ein anderer Bericht zitiert:
„Wir begegnen jetzt deutschen Zivilisten, und unsere Soldaten wissen, wie sie deutsche Frauen zu nutzen haben.“
Ein Soldat schrieb in einem Brief:
„Es gibt so viele Frauen, die verstehen kein einziges Wort Russisch – umso besser. Man muss ihnen nichts erklären. Man richtet einfach seine Pistole auf sie, sagt: ‚Leg dich hin!‘ – und das war’s.“
Ein weiterer Bericht aus Ostpreußen, Februar 1945:
„Wir sind tief in Ostpreußen, wo wir die Preußen so sehr jagen, dass die Federn fliegen. Unsere Jungs haben bereits alle deutschen Frauen ausprobiert.“ ⁵³
Viele der Opfer waren minderjährige Mädchen. Zahlreiche Zeitzeuginnen berichteten später, dass sie im Alter von 13 oder 14 Jahren keine Vorstellung davon hatten, was mit ihnen geschah. Für viele dieser jungen Frauen war das Trauma so tiefgreifend, dass sie nie wieder mit einem Mann intim werden konnten. Sie entwickelten eine lebenslange Abscheu gegenüber Sexualität.
Die Vergewaltigungen ereigneten sich auf offener Straße, in Kellern, in Wohnungen – überall dort, wo Menschen, darunter auch Kinder, Zeugen der Gewalt wurden. Eine Überlebende berichtete, sie sei von zehn sowjetischen Soldaten hintereinander vergewaltigt worden. „Das hat mein Leben als Frau unwiderruflich geprägt. Ich habe mir geschworen, für immer allein zu bleiben.“
⁵³ Alexievich, Svetlana. Der Krieg hat kein weibliches Gesicht, Moskau, 1985.
⁵⁴ Sander, Helke. Liberators and Liberated, Berlin, 1992.
In der polnischen Stadt Danzig steht eine Skulptur des Künstlers Jerzy Bohdan Szumczyk,
die eine deutsche Frau zeigt, die von einem sowjetischen Soldaten
vergewaltigt wird. Die Skulptur ruft bis heute heftige emotionale und
politische Reaktionen hervor.
Die Verbrechen
Wie bereits erwähnt, drangen die Soldaten der Roten Armee mit dem Wunsch nach Vergeltung in deutsches Gebiet ein und entluden ihre gesamte Wut an der deutschen Bevölkerung – ein Umstand, der durch die zuvor zitierten Zeugnisse hinreichend belegt ist. Allein in Berlin wurden schätzungsweise rund 130.000 Frauen im Alter von 12 bis 80 Jahren vergewaltigt – im Durchschnitt 70-mal. In ganz Deutschland wird die Zahl der betroffenen Frauen auf etwa zwei Millionen geschätzt. Rund zehn Prozent dieser Frauen nahmen sich unmittelbar danach oder später das Leben.
Die Berlinerinnen waren sich der drohenden Gefahr bewusst: Berichte über Massenvergewaltigungen durch sowjetische Soldaten in Ostpreußen hatten die Runde gemacht. Dennoch hatte Hitler befohlen, dass niemand aus der Stadt evakuiert werden dürfe – weder Frauen noch Kinder. Die Folge: Frauen versteckten sich in Kellern, um den Übergriffen zu entgehen. Sie lebten dort, putzten sich, versuchten zu schlafen, und gingen nur hinaus, wenn es unbedingt notwendig war – etwa, um Wasser zu holen. Doch jedes Verlassen des Verstecks bedeutete ein enormes Risiko, in die Hände sowjetischer Soldaten zu geraten. Die Frauen waren zur Kriegsbeute geworden – die große Trophäe, nach der die Bolschewiki suchten.
Nachts durchstreiften sowjetische Soldaten die Keller auf der Suche nach Frauen. Manchmal nahmen sie Töchter, manchmal Mütter, manchmal Großmütter – es war reiner Zufall. Männer, die versuchten, sich schützend vor die Frauen zu stellen, wurden kurzerhand erschossen. Sobald eine Frau fortgeschleppt wurde, wussten die Zurückgebliebenen, dass sie die Nächsten sein könnten. Manche Frauen nahmen sich das Leben, bevor sie abgeholt wurden.
Nur am Morgen fühlten sich die Frauen etwas sicherer – dann waren die Soldaten entweder erschöpft vom Kampf oder betrunken von der letzten Nacht. Aber selbst tagsüber durchsuchten sie Wohnungen nach Wertsachen: Gemälden, Möbeln, Schmuck, Uhren, Geld. Es war bekannt, dass es in Deutschland große Mengen an Gold gab, das aus den überfallenen Ländern geraubt worden war. Die Russen wie auch die Amerikaner nutzten deutsche Wissenschaftler für ihre Zwecke und strebten nach den Technologien des besiegten Reiches.
Hinzu kam der ungehinderte Zugang zu Alkohol. Die Deutschen hatten es versäumt, Vorräte vor dem Einmarsch zu vernichten, sodass die sowjetischen Truppen auf enorme Mengen stießen. Ein fataler Fehler. Der Alkohol enthemmte die Soldaten zusätzlich. Ihre Brutalität gegenüber Zivilisten nahm zu. Selbst nach dem offiziellen Sieg feierten sie weiter – mit noch mehr Gewalt, Plünderung und Vergewaltigungen.
Die Nächte waren die gefährlichste Zeit. Viele Frauen versteckten sich sogar auf den Dächern von Häusern, um Übergriffen zu entgehen. Sie wagten sich nur noch aus dem Schutz der Gebäude, um Wasser zu finden. Die Verzweiflung war so groß, dass es in den Kellern zu Streitereien kam, wer das Risiko eingehen sollte, nach draußen zu gehen, um den Durst zu stillen.⁵⁵
Was geschah mit den deutschen Frauen nach der Kapitulation?
Leider endete das Leid der deutschen Frauen nicht mit dem Waffenstillstand. Im Gegenteil: Das bekannte Sprichwort aus jenen Tagen – „Genieße den Krieg, denn der Frieden wird schrecklich sein“ – bewahrheitete sich auf grausame Weise. Nach dem Ende der Kämpfe war Berlin nicht nur von der Roten Armee besetzt, sondern auch von den drei anderen alliierten Siegermächten: den Vereinigten Staaten, Großbritannien und Frankreich. Bereits auf der Konferenz von Jalta im Februar 1945 war festgelegt worden, wie das besiegte Deutschland aufgeteilt werden sollte. Weniger bekannt ist jedoch, dass auch westliche Soldaten zahlreiche Verbrechen an der Zivilbevölkerung begingen.
Die Zahl der im Nachkrieg vergewaltigten Deutschen wird auf etwa 860.000 geschätzt – darunter Mädchen ab sieben Jahren und Frauen bis ins hohe Alter. Allein 190.000 dieser Fälle sollen auf das Konto amerikanischer Soldaten gehen.
„Es gab kein fließendes Wasser“, erinnert sich Elfriede Seltenheim. „Meine Mutter und ich gingen mit Eimern zur Brücke, um Wasser zu holen. Die amerikanischen Soldaten ließen meine Mutter passieren – mich jedoch hielten sie zurück.“ Danach wurde Elfriede monatelang in einer Baracke festgehalten, wo sie Tag und Nacht immer wieder vergewaltigt wurde.
Heute ist sie 85 Jahre alt und spricht zum ersten Mal über ihr Trauma. „Ich hatte Angst“, sagt sie. „Ich habe mein Lächeln für immer verloren. Dann habe ich auch die Tränen verloren. Und ich sage eins: Man kann leben, ohne zu lächeln – aber nicht ohne zu weinen.“
Mehr als 70 Jahre nach dem Ende des Zweiten Weltkriegs sind die Verbrechen der alliierten Soldaten – ob von Amerikanern, Briten, Franzosen oder Sowjets – in der öffentlichen Erinnerung kaum präsent. Elfriede war mit ihrer Familie aus Ostpreußen geflüchtet, um den sowjetischen Truppen zu entkommen – nur um in den Westen zu geraten, wo sie von jenen Männern missbraucht wurde, die angeblich als „Befreier“ galten. Im kollektiven Bewusstsein der Nachkriegsdeutschen blieb dieses Kapitel ein Tabu.
In den letzten Jahren wurden verlässlichere Daten darüber veröffentlicht, wie viele Frauen nach dem 8. Mai 1945 Opfer sexueller Gewalt wurden. Doch auch diese Statistiken greifen zu kurz. Viele Frauen schwiegen aus Angst, aus Scham oder weil sie keine Gerechtigkeit erwarteten. Die Dunkelziffer dürfte weitaus höher liegen.
Zu Beginn der Besatzung herrschte Feierstimmung – für die Alliierten, weil sie gesiegt hatten; für die Deutschen, weil der Krieg endlich vorbei war. Doch der Frieden brachte einen neuen Albtraum. Soldaten durchkämmten Häuser, stahlen alles, was von Wert war – Fahrräder, Radios, Sonnenbrillen – und vergewaltigten Frauen, bevor sie weiterzogen.
Viele dieser Frauen schwiegen jahrzehntelang. Sie schämten sich, verurteilten sich selbst, wurden ignoriert – von ihren Familien, der Gesellschaft, dem Staat. Für die meisten gab es nie Gerechtigkeit.
55 Beevor, Antony. Berlin: The Downfall 1945. Penguin Books, 2002.
Es besteht kein Zweifel, dass die meisten Massenvergewaltigungen in Berlin von sowjetischen Soldaten begangen wurden. Doch auch amerikanische Soldaten verübten sexuelle Übergriffe, die bis 1955 andauerten und lange Zeit in der historischen Erinnerung ausgeblendet blieben. Die US-Armee stationierte rund 1.600.000 Soldaten in Deutschland, was eine Kontrolle der Disziplin jedes Einzelnen erschwerte. Diese Vergehen wurden weder von den Oberbefehlshabern der Besatzungsarmeen noch von der damaligen Bundesregierung systematisch erfasst. Die meisten Hinweise stammen aus Aufzeichnungen der deutschen Kirche, die Aktivitäten der Besatzungstruppen dokumentierte und deren Auswirkungen auf die Gemeinden festhielt.
Pfarrer Michael Merxmüller schrieb: „Acht Mädchen und Frauen wurden vergewaltigt, einige davon im Beisein ihrer Eltern.“ Pater Andreas Weingand vermerkte: „Das Traurigste in seiner Zeit waren die Vergewaltigungen von drei Frauen: einer verheirateten Frau, einer alleinstehenden Frau und eines 16,5-jährigen Mädchens – alle durch stark betrunkene amerikanische Soldaten.“
Pater Alois Schiml aus Moosburg notierte: „Auf Anordnung der Militärregierung sollte eine Liste aller Bewohner samt Alter an der Tür jedes Hauses angebracht werden.“ Infolge dieser Maßnahme wurden 17 Mädchen und Frauen ins Krankenhaus eingeliefert – sie waren wiederholt sexuell missbraucht worden. Besonders erschütternd ist der Fall eines siebenjährigen Mädchens, das nach einer Vergewaltigung an einer Geschlechtskrankheit starb. Die älteste vergewaltigte Frau war 69 Jahre alt.
Manchmal baten Soldaten die lokalen Behörden offiziell darum, Gruppen von 15 Frauen alle zwei Wochen aus ihren Häusern zu holen – angeblich für Haus- oder Sekretariatsarbeiten. Tatsächlich handelte es sich um Zwangsarbeit und den Versuch, sexuelle Übergriffe zu verschleiern. Einige Frauen wurden bedroht, andere schwiegen aus Scham und Schuldgefühlen.
Eine besonders grausame Praxis der alliierten Soldaten waren nächtliche Frauenjagden in Berlin. „Eines Nachts klopften sieben bewaffnete amerikanische Soldaten an unsere Tür. Sie forderten, dass man ihnen Essen zubereite, und vergewaltigten dann meine Großmutter und meine Mutter“, berichtet Maximiliane, Tochter eines amerikanischen Soldaten, der ihre Mutter vergewaltigt hatte. „Meine Mutter und meine Großmutter sprachen nie darüber.“
Sie wuchs auf, ohne zu wissen, wer ihr Vater war. Jahre später erinnert sie sich: „Ich begann etwas zu ahnen, als ich eine Studienreise in die USA unternehmen wollte. Meine Mutter war völlig aus dem Gleichgewicht geraten. Nach einigen Monaten voller Spannungen erzählte mir meine Cousine schließlich, was geschehen war.“
Die Soldaten gaben sich gegenseitig Hinweise, wo Frauen und Mädchen besonders wehrlos waren. „Was mich bis heute am meisten bewegt, ist, dass meine Mutter das alles einfach hingenommen hat“, sagt Maximiliane. „In ihrer Vorstellung gehörte sie zu den Besiegten des Krieges und musste das irgendwie als Strafe akzeptieren. Sie hat nie darüber gesprochen.“
⁵⁶ Sánchez, Rosalía. (8. März 2015). Die Deutschen erlitten 860.000 Vergewaltigungen durch die Alliierten. Die Welt, Berlin. Abgerufen am 21. November 2016 von: http://www.elmundo.es/cronica/2015/03/08/54fadb85268e3ee0518b4570.html
Es besteht kein Zweifel, dass die meisten Massenvergewaltigungen in Berlin von sowjetischen Soldaten begangen wurden. Doch auch amerikanische Soldaten verübten sexuelle Übergriffe, die bis 1955 andauerten und lange Zeit in der historischen Erinnerung ausgeblendet blieben. Die US-Armee stationierte rund 1.600.000 Soldaten in Deutschland, was eine Kontrolle der Disziplin jedes Einzelnen erschwerte. Diese Vergehen wurden weder von den Oberbefehlshabern der Besatzungsarmeen noch von der damaligen Bundesregierung systematisch erfasst. Die meisten Hinweise stammen aus Aufzeichnungen der deutschen Kirche, die Aktivitäten der Besatzungstruppen dokumentierte und deren Auswirkungen auf die Gemeinden festhielt.
Pfarrer Michael Merxmüller schrieb: „Acht Mädchen und Frauen wurden vergewaltigt, einige davon im Beisein ihrer Eltern.“ Pater Andreas Weingand vermerkte: „Das Traurigste in seiner Zeit waren die Vergewaltigungen von drei Frauen: einer verheirateten Frau, einer alleinstehenden Frau und eines 16,5-jährigen Mädchens – alle durch stark betrunkene amerikanische Soldaten.“
Pater Alois Schiml aus Moosburg notierte: „Auf Anordnung der Militärregierung sollte eine Liste aller Bewohner samt Alter an der Tür jedes Hauses angebracht werden.“ Infolge dieser Maßnahme wurden 17 Mädchen und Frauen ins Krankenhaus eingeliefert – sie waren wiederholt sexuell missbraucht worden. Besonders erschütternd ist der Fall eines siebenjährigen Mädchens, das nach einer Vergewaltigung an einer Geschlechtskrankheit starb. Die älteste vergewaltigte Frau war 69 Jahre alt.
Manchmal baten Soldaten die lokalen Behörden offiziell darum, Gruppen von 15 Frauen alle zwei Wochen aus ihren Häusern zu holen – angeblich für Haus- oder Sekretariatsarbeiten. Tatsächlich handelte es sich um Zwangsarbeit und den Versuch, sexuelle Übergriffe zu verschleiern. Einige Frauen wurden bedroht, andere schwiegen aus Scham und Schuldgefühlen.
Eine besonders grausame Praxis der alliierten Soldaten waren nächtliche Frauenjagden in Berlin. „Eines Nachts klopften sieben bewaffnete amerikanische Soldaten an unsere Tür. Sie forderten, dass man ihnen Essen zubereite, und vergewaltigten dann meine Großmutter und meine Mutter“, berichtet Maximiliane, Tochter eines amerikanischen Soldaten, der ihre Mutter vergewaltigt hatte. „Meine Mutter und meine Großmutter sprachen nie darüber.“
Sie wuchs auf, ohne zu wissen, wer ihr Vater war. Jahre später erinnert sie sich: „Ich begann etwas zu ahnen, als ich eine Studienreise in die USA unternehmen wollte. Meine Mutter war völlig aus dem Gleichgewicht geraten. Nach einigen Monaten voller Spannungen erzählte mir meine Cousine schließlich, was geschehen war.“
Die Soldaten gaben sich gegenseitig Hinweise, wo Frauen und Mädchen besonders wehrlos waren. „Was mich bis heute am meisten bewegt, ist, dass meine Mutter das alles einfach hingenommen hat“, sagt Maximiliane. „In ihrer Vorstellung gehörte sie zu den Besiegten des Krieges und musste das irgendwie als Strafe akzeptieren. Sie hat nie darüber gesprochen.“
⁵⁶
Sánchez, Rosalía. (8. März 2015). Die Deutschen erlitten 860.000 Vergewaltigungen durch die Alliierten. Die Welt, Berlin. Abgerufen am 21. November 2016 von: http://www.elmundo.es/cronica/2015/03/08/54fadb85268e3ee0518b4570.html
Monate nach Kriegsende waren Vergewaltigungen an der Tagesordnung. Es kam auch zu sexuellen Überlebensmissbräuchen mit scheinbarer Einwilligung – entweder gegen Kartoffeln, Schokolade oder jede andere Form von Nahrung. Viele Frauen und Mädchen waren gezwungen, sich zu prostituieren, um zu überleben. In Berlin sagte man: „Den Amerikanern und Russen hat es sechs Jahre gekostet, Deutschland zu besiegen, aber ein Schokoriegel reichte, um eine deutsche Frau zu erobern.“
Amerikanische Propaganda befeuerte die Vorstellung, deutsche Frauen würden sich freiwillig zu den GIs hingezogen fühlen – was den Machismus unter den US-Soldaten noch verstärkte.
Eine weitere schmerzhafte Folge der Massenvergewaltigungen waren die Kinder, die aus diesen Vergewaltigungen hervorgingen – Kinder ohne Vater. Es wird geschätzt, dass etwa 5 % der nach dem Krieg in Westdeutschland geborenen Kinder das Ergebnis solcher Übergriffe waren, also rund 1.900 Kinder. Legt man die Annahme zugrunde, dass auf jede Geburt etwa 100 Vergewaltigungen entfallen, kommt man auf rund 190.000 Fälle. Insgesamt kamen etwa 400.000 Kinder durch Vergewaltigungen oder aus Notbeziehungen mit Besatzungssoldaten zur Welt. Nur die französische Regierung unterstützte diese Kinder später finanziell.
In Krankenakten finden sich Berichte über den Zustand vergewaltigter Frauen und Mädchen: „Viele Frauen wurden nicht nur vergewaltigt, sondern auch mit Peitschen oder Messern schwer misshandelt.“ Fälle von 13-jährigen Mädchen, die Selbstmord begingen – durch Erhängen oder durch Trinken von Essig – wurden dokumentiert. Otto H. berichtet: „Meine 13-jährige Nichte wurde im Nebenzimmer von 14 russischen Soldaten vergewaltigt. Meine Frau wurde in eine Scheune verschleppt und ebenfalls mehrfach vergewaltigt – auch am nächsten Morgen, bevor sie abmarschierten. Das wird mich mein Leben lang verfolgen.“
⁵⁸ Merridale, Catherine. Der Krieg der Ivans: Die Rote Armee (1939–1945), op. cit., S. 1452.
⁵⁹ Ebd.
Als sie später in ein anderes Gebäude gingen und die Leichen mehrerer Frauen fanden, die einzeln mit einer leeren Weinflasche in die Vagina gesteckt, vergewaltigt und dann verstümmelt worden waren, ließ der Mut der Männer von Rabichev nach.⁶⁰
⁶⁰ Merridale, Catherine. Der Krieg der Ivans: Die Rote Armee (1939–1945), op. cit., S. 1453.
Nach Catherine Merridale, Historikerin und Spezialistin für russische Geschichte, war das Mitgefühl für russische Soldaten die Motivation, diese Gräueltaten zu begehen. Weibliche Opfer wurden aktiv entmutigt, und der Druck der übrigen Soldaten half ebenfalls, die Männer zu vereinen und sie zu Komplizen und Teilnehmern an den Verbrechen zu machen. Die Historikerin Miriam Gebhardt postuliert etwas Ähnliches und nennt als mögliche Ursachen der Verstöße "die Propaganda der Rache, schmerzhafte Erfahrungen in den Heimatländern und ein erniedrigendes Image der deutschen Frauen in der Presse und bei den Soldaten".⁶¹
⁶¹ Arizaleta Barberia, Mikel (29. April 2015). Als die Soldaten ankamen. Abgerufen am 25. November 2016 von: http://kaosenlared.net/cuando-llegaron-los-soldados/
Sie postuliert zudem, was wir bereits erwähnt haben: eine starke Neigung zu übermäßigem Alkoholkonsum bei den Russen sowie die patriarchale Struktur der sowjetischen Truppen, in der letzte Demütigungen durch die Vergewaltigung feindlicher Frauen kompensiert werden konnten.
Der Nachkriegsstaat in Deutschland konnte keine genauen Daten über die während der Schlacht und der anschließenden Besetzung Berlins vergewaltigten Frauen liefern. Psychologische Hilfe für die Betroffenen wurde nicht geleistet, das Thema weitgehend totgeschwiegen. Zudem wurden viele der vergewaltigten Frauen in der deutschen Nachkriegsgesellschaft stigmatisiert und beschuldigt, sich nicht gewehrt zu haben. Auch ungewollte Schwangerschaften, Schwangerschaftsabbrüche, der Tod von Neugeborenen und die Ausbreitung von Geschlechtskrankheiten nahmen nach dem Krieg deutlich zu. Die deutschen Frauen blieben mit der Schuld und dem Trauma allein.
Die Oberbefehlshaber der Roten Armee verteidigten sich mit der Behauptung, die Übergriffe seien bedauerliche Einzelfälle gewesen. Der Protest war jedoch so laut, dass selbst Frankreich, ein Bewunderer der Sowjetunion, seinen Unmut äußerte. Der sowjetische Außenminister Molotow behauptete, die Berichte über Vergewaltigungen seien nichts weiter als antirussische Propaganda und Teil eines Versuchs, das Image der Sowjets als Befreier Europas vom Faschismus zu untergraben.⁶²
⁶² Beevor, Antony. Berlin. Der Untergang 1945, op. cit., S. 1111–1210.
Warum wurden die Verbrechen der stalinistischen Diktatur nicht geahndet?
Im kollektiven Gedächtnis der westlichen Welt dominieren Filme wie Schindlers Liste oder Sophies Entscheidung, die sich mit den NS-Verbrechen befassen. Doch wo sind die Filme oder Bücher, die sich mit den Kriegsverbrechen der Sowjets beschäftigen? Millionen von Menschen – Juden, Homosexuelle, Kommunisten, Roma, Zeugen Jehovas und Menschen mit Behinderungen – wurden in deutschen Konzentrationslagern ermordet. Gleichzeitig starben Millionen in den sowjetischen Lagern, den sogenannten Gulags. Warum jedoch richten sich internationale Erinnerung und Aufmerksamkeit fast ausschließlich auf die Verbrechen der Nazis?
Stalin regierte die Sowjetunion von 1924 bis 1953. Zusammen mit Hitler führte er eine der blutigsten Diktaturen der Geschichte. Unter seiner Herrschaft wurden Lager ausgebaut, Deportationen in großem Stil durchgeführt und Millionen von Menschen zur Zwangsarbeit in Minen, zur Rodung von Wäldern oder zum Bau gigantischer Projekte gezwungen. Die Sowjetunion beschleunigte durch diese systematische Ausbeutung ihren Industrialisierungsprozess und entwickelte sich zur Weltmacht.
Einige Historiker behaupten, dass Stalins Gulags in Vergessenheit geraten sind, weil das Leben außerhalb dieser Lager kaum besser war: Das russische Volk hatte bereits unter dem Ersten Weltkrieg, der Russischen Revolution, der Kollektivierung der Landwirtschaft und der Nazi-Invasion gelitten. Die Sowjetunion war kein Land, in dem man täglich in Frieden leben konnte. Gulag-Häftlinge berichteten, dass das Leben jenseits des Stacheldrahts nicht gleichbedeutend mit Freiheit war – für viele Russen war ihr gesamtes Land ein großes Gefängnis („bolshaya zona“), das ebenso tödlich und unmenschlich war wie die Lager selbst.
Ein weiteres Argument, warum die sowjetischen Verbrechen verschwiegen wurden, ist der Umstand, dass die Alliierten das Image Stalins wahren mussten, da die UdSSR ein Verbündeter im Kampf gegen Hitler war. Zudem gibt es von den sowjetischen Verbrechen kaum Bilder oder Filmaufnahmen – keine Aufzeichnungen von Leichen oder sterbenden Häftlingen. Die übermäßige Geheimhaltung, die nicht nur die Stalin-Ära, sondern die gesamte Geschichte der Sowjetunion prägte, trägt ebenfalls zur Unsichtbarkeit dieser Verbrechen bei. Anne Applebaum, Journalistin der Washington Post und Autorin des Buches Gulag: Eine Geschichte, sagte: „In unserer Gesellschaft existiert eine Tatsache nicht, wenn sie nicht durch Bilder illustriert ist.“
In den Gulags starben Menschen an Hunger, Kälte oder durch Erschießungen – doch diese Tode riefen nicht dieselbe Ablehnung hervor wie die systematischen Morde in den Konzentrationslagern des NS-Regimes, bei denen Kameras den Tod durch Gas oder medizinische Experimente dokumentierten. Viele empfinden es als leichter, ein Verbrechen zu verurteilen, das sich gegen eine ethnische Gruppe richtet, wie das Massaker an den Juden, als eines, das von einem Regime an seinem eigenen Volk verübt wurde – besonders, wenn dieses Regime vorgibt, ein Vorbild der Brüderlichkeit zu sein, wie der Kommunismus.
Vergleicht man die nationalsozialistischen Konzentrationslager mit den sowjetischen Gulags, fällt auf, dass beide Systeme darauf abzielten, die Häftlinge zu demütigen und ihnen grundlegende Bedürfnisse wie Nahrung, Schlaf und Obdach zu entziehen. In beiden Fällen diente das Bild des "Feindes" dazu, eine nationale Identität zu formen.
Doch es gab auch Unterschiede: Während die Gulags vor allem wirtschaftlichen und politischen Zwecken dienten – zur Ausbeutung von Arbeitskraft und zur Ausschaltung politischer Gegner wie Trotzkisten, Adliger, Bourgeois und Großbauern –, war das Hauptziel der NS-Konzentrationslager die Vernichtung, insbesondere durch Gaskammern. In den Gulags war eine Verurteilung nicht zwangsläufig ein Todesurteil: Einige Häftlinge überlebten und kehrten nach Verbüßung ihrer Strafe nach Hause zurück. Ein Entkommen aus Auschwitz oder Mauthausen hingegen war nahezu unmöglich. Der große Unterschied zwischen den beiden Regimen besteht jedoch darin, dass eines weltweit verurteilt wird – das andere hingegen bleibt ein Rätsel.⁶³
⁶³ Riquelme, María José (12. November 2008). Das Vergessen stalinistischer Verbrechen. BBC Mundo. Abgerufen am 20. Dezember 2016 von: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7725000/7725848.stm
Wer hat das Bild von Stalin und seinen Verbrechen reingewaschen?
Stalin trägt die Verantwortung für den Tod von Millionen Unschuldiger – und dennoch ist er bis heute nicht dem historischen Urteil und der allgemeinen Verachtung ausgesetzt, wie es bei seinem einstigen Gegenspieler Adolf Hitler der Fall ist. Der britische Historiker Laurence Rees zeigte sich schockiert, als er an einer britischen Universität ein Stalin-Porträt sah – ein Massenmörder, dem noch heute gehuldigt wird. Er fragte: „Was würde passieren, wenn statt Stalin Hitler an dieser Wand hängen würde?“ – Ein Aufschrei wäre sicher die Folge gewesen.
Stalin beendete den Krieg auf der Siegerseite – und genau das, so viele Kritiker, verschaffte ihm einen Platz im kollektiven Gedächtnis, der seiner historischen Verantwortung nicht gerecht wird. Viele seiner Opfer wurden auf Grundlage bloßer Verdächtigungen gefoltert und ermordet. Dennoch genießt er in Teilen der Gesellschaft bis heute ein verharmlosendes Image – das auch dadurch gestützt wird, dass die westlichen Alliierten während des Krieges seine Rolle beschönigten: In den USA wurde er als „Onkel Joe“ bezeichnet, in Großbritannien als „Alter Joe“.
Die westliche Presse – insbesondere in Großbritannien – bemühte sich aktiv darum, das Bild des sowjetischen Verbündeten aufzupolieren. Der britische Journalist George Orwell schrieb zwar eine Fabel über die sowjetische Diktatur, doch viele Journalisten sprachen öffentlich nie über die Schrecken, die sich im Osten abspielten. Die TIME kürte Stalin 1943 zum „Mann des Jahres“ und lobte: „1942 war ein Jahr des Blutes und der Stärke ... Stalin, dessen Name auf Russisch ‚Stahl‘ bedeutet, ist der Mann des Jahres.“ Die LIFE-Zeitschrift beschrieb die Sowjetunion 1943 als ein Land, dessen Menschen so denken und leben wie Amerikaner – ohne die Realität der Verbrechen zu hinterfragen. Besonders bemerkenswert ist der Vergleich zwischen dem sowjetischen Geheimdienst NKWD und dem FBI, der in US-Medien gezogen wurde – obwohl der NKWD verantwortlich für Stalins blutige Säuberungen war.
Stalin und sein Regime im Jahr 1938, zusammen mit Nikolai Jeschow, dem Chef der Geheimpolizei NKWD.
Stalin und sein Regime im Jahr 1938, zusammen mit Nikolai Jeschow, dem Chef der Geheimpolizei NKWD.
Aber die größte Tünche auf das Bild Stalins stammt von einem Film mit dem Titel Mission to Moscow, produziert von Warner Brothers und basierend auf einem Buch von Joseph Davies, dem ehemaligen US-Botschafter in der UdSSR. Sowohl Buch als auch Film zeichnen Stalin als väterliche Figur, als Architekten der Industrialisierung, und stellen die Opfer seiner Säuberungen als notwendige Schutzmaßnahme für den sowjetischen Staat dar. Der Produzent des Films, Robert Buckner, räumte später ein, dass es sich um eine der größten politischen Fälschungen handelte: „Eine bequeme Lüge zu politischen Zwecken.“
Nach Stalins Tod in den 1950er Jahren wurde der Film verurteilt – vielleicht auch, weil der Kalte Krieg begonnen hatte. Doch während des Zweiten Weltkriegs diente er als Propagandamaterial, obwohl die Verbrechen des Stalin-Regimes auch in den USA und Großbritannien bekannt waren.
Die Alliierten wussten nicht nur von der Brutalität des stalinistischen Regimes ab Anfang der 1940er-Jahre, sondern Präsident Franklin D. Roosevelt und Premierminister Winston Churchill zensierten aktiv Informationen über sowjetische Verbrechen – etwa in Polen, das nach dem Hitler-Stalin-Pakt 1939 von der Sowjetunion besetzt wurde. Ein besonders abscheuliches Verbrechen, das die Sowjets vertuschen wollten, war das Massaker von Katyn, bei dem Tausende polnische Offiziere vom NKWD ermordet wurden.
Es ist leicht zu verstehen, warum die Regierungen der USA und Großbritanniens nicht öffentlich über diese Verbrechen sprachen: Die Sowjetunion war ein entscheidender Verbündeter im Kampf gegen Hitler und sollte nicht diskreditiert werden.
„Die großen Drei“: Churchill, Roosevelt und Stalin im Jahr 1945
Das große Problem in alldem liegt darin, dass die Bequemlichkeit des Augenblicks bis heute nachwirkt. Es bleibt zu hoffen, dass eines Tages nicht nur Historiker, sondern auch die breite Öffentlichkeit anerkennt, wie abscheulich das Regime Stalins in der Sowjetunion war. Gerade von jungen Menschen wird erwartet, dass sie sich nicht nur aus ideologischen Gründen mit dem Bild des sowjetischen Diktators identifizieren, sondern auch seine Verbrechen verurteilen – ebenso entschieden wie jene des NS-Regimes.⁶⁴
⁶⁴ BBC News (11. November 2008). Wer hat Stalins Gesicht gewaschen? BBC Mundo. Abgerufen am 20. Dezember 2016 von: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7721000/7721913.stm
Fazit
Diese Arbeit analysierte die Kriegsverbrechen der Streitkräfte der Sowjetunion während des Zweiten Weltkrieges – zunächst gegen die Polen (1939–1940), dann gegen die Deutschen (1942–1945).
Im ersten Kapitel wurde das Konzept des Kriegsverbrechens definiert und auf das Massaker im Wald von Katyn eingegangen. Dort ermordete die Sowjetunion zwischen April und Mai 1940 tausende polnische Offiziere und Intellektuelle – kurz nach der sowjetischen Annexion Ostpolens infolge des Hitler-Stalin-Paktes vom August 1939. Die Tat wurde lange geleugnet und von sowjetischer wie nationalsozialistischer Seite propagandistisch instrumentalisiert. Die britische Regierung entschied sich damals, aus politischen Gründen die sowjetische Version zu stützen und polnische Forderungen nach Gerechtigkeit zu ignorieren, um die Anti-Hitler-Koalition nicht zu gefährden.
Im zweiten Kapitel ging es um die Schlacht von Stalingrad. Neben der strategischen Bedeutung und den Kämpfen an der Wolga wurde das Augenmerk auf die Erschießungen von Deserteuren durch sowjetische Politkommissare gelenkt. Diese Exekutionen erfolgten auf Befehl Nr. 227 („Keinen Schritt zurück!“), der von Stalin erlassen wurde. Auch Befehl Nr. 270 wurde thematisiert, der die Angehörigen geflohener Soldaten mit Deportation in die Gulags bedrohte. Schließlich wurde das Schicksal der gefangenen deutschen Soldaten unter Generalfeldmarschall Friedrich Paulus beleuchtet, von denen nur wenige aus sowjetischer Gefangenschaft zurückkehrten.
Kapitel drei behandelte den Untergang der Wilhelm Gustloff, das größte Schiffsunglück der Geschichte. Das ehemalige Lazarettschiff wurde Anfang 1945 von einem sowjetischen U-Boot versenkt, als es mit deutschen Zivilisten vor der Roten Armee aus Ostpreußen flüchtete. Es wurde erläutert, warum dieses Ereignis – trotz seiner historischen Bedeutung – kaum im kollektiven Gedächtnis verankert ist. Auch die Frage nach der juristischen Aufarbeitung wurde gestellt.
Im vierten Kapitel stand die Schlacht um Berlin im Mittelpunkt. Der Fokus lag hierbei auf den Massenvergewaltigungen durch sowjetische Soldaten sowie den daraus resultierenden Traumata und Suiziden. Die Aussagen von Überlebenden, Tätern und Historikern wurden ebenso analysiert wie die mangelnde Aufarbeitung durch den deutschen Staat. Die relative Unsichtbarkeit dieser Verbrechen im Vergleich zu den dokumentierten NS-Verbrechen wurde abschließend kritisch beleuchtet.
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